Intercambio de pañuelos con la peña sueca de Lund en la Casa Consistorial SF 1973 |
Durante su alcaldía, inauguró la Avenida de Bayona (SF 73, enseguida 50º Aniversario), donde tengo la suerte de vivir. Compañero de Pregón, quedamos en plena pandemia para prestarme la Hª de los SF, de Arazuri, que me dejaba Iriberri.
Viñes, todo un señor.
Avda. Bayona, SF 1973: Henri Grenet, alcalde de Bayona, Jóse Ruiz de Gordoa, gobernador civil, José Javier Viñes, alcalde de Pamplona y Jorge del Pino, cónsul de España en Bayona. |
La breve alcaldía de José Javier Viñes en 1972, destituido a los veinte meses del nombramiento
José Miguel Iriberri DN 29/01/2023
Por la Transición. Se explica por los avatares de la Transición, adelantada en el ayuntamiento con el empuje de los llamados “concejales sociales”, parte de ellos de Acción Católica. Recordarlo hoy es recordar a José Javier Viñes Rueda, el alcalde fugaz, pero intenso, de aquellos 20 meses, que murió el pasado miércoles, 25 de enero, a los 85 años de edad.
Faltaba un tiempo hasta la Constitución. Los alcaldes eran designados por el ministro de la Gobernación y los concejales salían del tercio electoral de cabezas de familia, el tercio sindical vertical (empresarios y trabajadores) y el tercio de entidades, a propuesta de los gobernadores.
En septiembre del 72, el ministro de la Gobernación ofreció el cargo a José Javier Viñes, el doctor Viñes, un médico dedicado a la sanidad pública. Viñes aceptó la propuesta, iniciando así, con 34 años, y por la base municipal, una intensa vida política en cargos ejecutivos y legislativos, con UPN. Años después, al reunir los recuerdos municipales, escribiría que en el panorama de enfrentamiento entre los grupos intentaba mantener un equilibrio al servicio de la administración pública. En su cuaderno de bitácora, Víctor Manuel Arbeloa señalaba el jueves que “José Javier tenía en su propia familia personas que habían sufrido la guerra civil en diferentes bandos y eso le hizo entender mejor y muy pronto las diversas posiciones políticas”.
Viñes llegó al despacho atento a las mejores ideas para Pamplona, al margen de etiquetas. Al Gobierno, que trataba de cerrar puertas, le salió la candidatura por la culata. El alcalde tenía puestas sus esperanzas ciudadanas en un futuro democrático, que cristalizaría luego en la Constitución y el Amejoramiento del Fuero.
La tapia de las huertas y gallinero de las Dominicas y una serrería llegaban hasta la mediana |
La traca final del desencuentro Gobierno-alcalde tardaría 20 meses en estallar, pero las chispas saltaron ya a los pocos días de la toma de posesión, en el otoño del 72, cuando Viñes rechazó la invitación gubernativa para un acto conmemorativo de Falange que él consideraba ajeno a la actividad consistorial. Meses después, sobre la presa de Eugui, el alcalde pronunciaría un discurso para un tiempo nuevo, con resonancias políticas y sociales europeístas. El ministro de Obras Públicas tomó nota y respondió con una loa al presente de Franco, a este lado de los Pirineos. De puertas adentro, en comisiones y plenos, Viñes protagonizó y moderó encendidos debates de todos los grupos consistoriales y sobre los más diversos expedientes. El pleno caminaba al borde del abismo, pero sin despeñarse. Personalmente, él aguantaba la tensión sacando trabajo adelante. Y, en fin, a medida que seguía su curso la actividad consistorial saltaban las alarmas en el Gobierno Civil.
En mayo del 74 terminaría la historia. Viñes abrió la sesión plenaria dando la “bienvenida a nuestros compañeros”, en alusión a tres de los concejales sociales que se reincorporaban tras una sanción gubernativa de dos meses. Viñes les “rogaba” que siguieran trabajando como antes, respaldando así su labor. El Gobernador respondió al desplante del alcalde anunciándole (y por teléfono) la destitución.
En el pleno de despedida, el portavoz de los sociales le tendió una mano abierta: “Señor alcalde -dijo-, pasa del ayuntamiento al pueblo, dejando un buen recuerdo de trabajo y dedicación”. Viñes, a su vez, agradeció a la ciudad, “el apoyo recibido a través de todos los concejales”.
Una historia más de la Transición. De la voluntad de encuentro de la Transición hacia un futuro en democracia.
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