miércoles, 4 de enero de 2023

De Onenzaro a Olentzero

Salida de Olentzero en andas (dibujo de Caro Baroja)
Si "Onenzaro" era la Nochebuena, en la que los elementos más importante son el fuego, la torta de maíz y la ceniza, entrado el siglo XX cobra protagonismo "Olentzero", el carbonero glotón (cuestación generosa) que, en las últimas décadas, trae regalos a los niños

En 1625, el sacerdote e historiador Lope Martínez de Isasti escribe:
"A la noche de Navidad, 'Onenzaro', otros llaman 'Gavon', noche buena".
Es la 1ª referencia escrita.
'On' es bueno; 'onen-a' es lo mejor; y '-(z)aro' es época, periodo, tempero, sazón.
Onenzaro, la Nochebuena: la mejor Víspera de la mejor Fiesta.
En Pamplona, en Sanfermines, hablamos de "momenticos". Pues 'Onenzaro' es "El Momentico" por antonomasia.

Prensa Histórica 1925
Casi 300 años después, en 1925, tenemos en la Prensa Histórica el primer artículo en el que aparece la palabra "Olentzero".
Es en un periódico de Bilbao, diario de última hora, "La Noche", del 24 de diciembre de 1924
(Es durante la Dictadura de Primo de Rivera, 1923-30. Por eso dice: "Este número ha sido revisado por la censura militar").

NOCHEBUENA
Nochebuena. Hay allí, junto al Bidasoa, en el Pirineo fronterizo, una casa vieja. Manos santas han encendido, al amanecer, la chimenea, grande y negra, como para asar un toro; grande y negra, y que ha tragado, leño a leño, muchas leguas de bosque. La leña que hoy arde es propiciatoria, y de nudos, para que haga chisporroteo.
Esta noche, la hermana mayor recoge la ceniza o fuego florido, después la reparte juntamente con la opilla, o torta (de maíz) paniega, entre las rondas que cantan el «Gabón», y entre las rondas que llevan al «olentzero», que es el Pantagruel Vascongado.
«Orrá, orrá, gure olentzero».
Esa gracia con que parte el pan y ofrece la flor del fuego de Nochebuena es la gracia de su madre y la de la madre de su madre. Es un don del cielo, que se transmiten las santas mujeres de nuestro Pirineo, las que nos acompañan y nos sostienen a lo largo de la vida, desde que nos fajan hasta que nos amortajan.
Que jamás se apaguen. los fuegos propiciatorios en los hogares. de nuestro Pirineo ni en los de España entera.
A los hogares, tanto como a la casa de Dios, alude la gran antífona: «In domum Domini laetantes ibimus» (iremos gozosos a la casa del Señor).
No falten esta noche en la villa más remota sobre los tejados las columnitas de humo hacia el firmamento, por donde yerra la estrella con rabo que señaló a los Reyes el camino de Belem, el de la profecía y el del «gran mañana».
Como veis, de los elementos que aparecen en la Nochebuena ("onenzaro", en 1625), el más importante es el fuego, con leña "propiciatoria", con la que se hace la "opilla" que se entrega, junto con la ceniza (fuego florido) a "las rondas que cantan el «Gabón» (noche-buena), y entre las rondas que llevan al «olentzero»".
Julio C.B. ante Itzea, en Vera de Bidasoa
El Olentzero -Pantagruel vascongado- es un muñeco al que hay que dar en las cuestaciones mucho de comer y de beber. Pero todavía no es un "Papá Noël con chapela".

Hermanos Caro Baroja (1970-71). Vera, Lesaca, Bidasoa...
Estas imágenes que vais a ver forman parte de "Navarra, cuatro estaciones", documental rodado por Pío Caro Baroja entre 1970 y 1971, con textos de su hermano, el historiador y etnógrafo Julio Caro Baroja. Pretendían dejar noticia de costumbres y modos de vida de la sociedad tradicional de Navarra que en esa fecha estaban en vías de desaparición.
El tema del fuego y la ceniza, tan importante en el artículo de 1925, se desvanece y cobra importancia la cuestación con el tragón de Olentzero.

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