Las hermanas Guerendiáin, «Las Pocholas»
-a las que no se ha rendido el debido
homenaje-, elevaron la cocina navarra
y la dieron a conocer a toda España
Desde 1934 hasta el 2000, ¿a cuánta gente habrá dado de comer la familia Guerendiáin? Y todos salían con la sensación de haber tenido un privilegio. Como ese abuelo que llevó a su nieto, apenas un niño, y le explicó: “Quiero que algún día puedas decir: ‘Una vez comí en Las Pocholas con mi abuelo’”.
Hace 6 días Pamplona se ha quedado sin la última de sus Pocholas.
Una esquela publicada en Diario de Navarra
el 26 de julio nos anunciaba el fallecimiento de Conchita Guerendiáin Larráyoz.
Fue en el año 1934 cuando los padres de Conchita, Gervasio y Juana, que hasta
entonces llevaban la posada de Guerendiáin, en el valle de Ulzama, por 60.000
pesetas se hicieron con el traspaso de Casa Cuevas, situada en el número 20 de la calle Comedias de Pamplona. Poco después, y en el plazo de un año, de forma
más o menos repentina, murieron los dos. Sus hijas, Paquita, Petra, Josefina,
Floren, Fermina, Rosarito, Rosalía, Conchita y María Cristina tomaron las
riendas del negocio. Para ello, las dos mayores, que eran gemelas, se
desplazaron durante un tiempo a San Sebastián y allá, en el afamado restaurante
Casa Nicolasa, aprendieron los secretos de la alta cocina, sobre todo de las
salsas y de la repostería.
Por la calidad de la comida, por el precio
y por las chicas que lo llevaban, Casa Cuevas se fue haciendo famosa y se
convirtió en el lugar de moda al que acudían muchos de los solteros de la
ciudad en los últimos años de la Segunda República. Fue entonces cuando a las
hermanas Guerendiáin les pusieron el sobrenombre por el que después serían
conocidas en toda España: Las Pocholas [para dirigimos a los niños empleamos muy a menudo la voz ‘pocholo’,
"lindo, guapo", del vasco 'potolo, pottolo', "regordete", de cuando la gordura era hermosura].
Pa enmarcarlas
Félix Huarte
En muy poco tiempo su fama fue en aumento
y durante la guerra civil el restaurante lo frecuentaron gentes llegadas de
otras zonas de España, entre otros, don Juan de Borbón, cuando regresó del
frente. Aunque el negocio iba a más, no tenían dinero para ampliarlo y fue el
empresario Félix Huarte el que apostó por ellas. Les dijo “me parece estupendo
la gente que quiere luchar. Tengo la impresión de que me vais a responder”, y
les planteó que sería interesante disponer de un local más amplio, como era el
que había en una espaciosa bajera situada en el número 6 del Paseo de Sarasate.
Huarte corrió con los gastos y les dio un plazo de veinte años para que le
devolvieran el dinero, sin intereses. Eso sí, les puso una condición: que el
restaurante –el Hostal del Rey Noble– tenía que llevar el sobrenombre de Las Pocholas.
1956 Hemingway en Las Pocholas
Dicho y hecho. El 20 de abril de 1938, previa bendición por parte del obispo de
Pamplona, Marcelino Olaechea, se procedió a la inauguración del nuevo local con
unos cócteles que fueron realizados ante la concurrencia por Perico Chicote. A
partir de ese momento las nueve hermanas Guerendiáin, que permanecieron
solteras, se entregaron totalmente al trabajo y lograron que muchos se
desplazaran expresamente hasta Pamplona para comer en Las Pocholas la menestra
de verdura, el cordero al chilindrón, el ajoarriero con langosta o el rabo
estofado, platos que marcaron una época, sin olvidarse de los helados, los
canutillos o el petit suisse.
2014, homenaje a Conchita, la última de Las Pocholas
Fueron incontables las personas que allí
comieron: reyes como los de los belgas, Balduino y Fabiola; o intelectuales como
Laín Entralgo, Ortega y Gasset, Eugenio D’Ors o Gregorio Marañón, pasando por
políticos, obispos y cardenales, por directores y artistas de cine, por
cantantes, o toreros. Sin olvidarnos de Ernest Hemigway, que le dio lustre, y
de tantos vecinos anónimos de Pamplona, como ese abuelo que llevó a su nieto,
apenas un niño, y le explicó: “Quiero que algún día puedas decir: ‘Una vez comí
en Las Pocholas con mi abuelo’”.
Pasaron los años y, en el verano del 2000, cuando únicamente quedaban ya tres de las nueve hermanas (Rosalía, Josefina y Conchita), que ya no tenían ni edad ni fuerzas para seguir al frente del restaurante, lo cerraron en silencio, sin despedidas ni anuncios, tan sólo una contestación lacónica a quienes llamaban para hacer reservas: “No está abierto”. Y ahora, 17 años después, también en verano y en el día de Santiago, y también de forma callada y silenciosa, Pamplona se ha quedado sin la última de sus Pocholas.
Antes de que las fiestas de Falces se hicieran tan famosas por el Encierro del Pilón, los falcesinos también las disfrutaban y hasta había una emisora (una broma de Turrillas), "Radio Falces", que las promocionaba. Turrillas y los Hermanos Olaverri nos lo cuentan. Ya me dirán mis cofrades Gaudencio y
Ángel, pero a mí me suena haber oído la primera vez este pasacalles de Turrillas a mediados de
los 60, allá por nuestros 14 ó 15 añicos. El dato cuadra porque, según dice la flamante
biografía de Turrillas que publiqué hace un par de días:
“El éxito de sus composiciones en el
ámbito de la música de corte regional y festiva llegó en los años 1950, con
títulos como... Aquí…
Radio Falces”,
"a Manuel Turrillas le llamaron de la casa
de discos Columbia por si conocía algún grupo que pudiera grabar sus
composiciones y les recomendó a los hermanos Olaverri, y
así surgió en 1960 el grupo Los Pamplonicas, reforzado por el acordeonista
Angulo y las guitarras de Oliva y De Luis y en ocasiones por Zamora y Ansorena.
Los Pamplonicas se crearon para la grabación de los discos con la
Columbia. El repertorio se limitaba a jotas y estampas sanfermineras de
Turrillas. Después se realizó una segunda grabación con la RCA y la tercera con
la Belter, de Barcelona.
… Los títulos grabados de jotas,
pasacalles , zortzikos y estampas exclusivas de Turrillas son:... “Aquí radio Falces”...
Tenemos la suerte de que la familia
Olaverri conserva todas estas grabaciones que se han digitalizado para su
conservación y están incluidas en los programas “Homenaje a los Hnos. Olaverri”
de la radio on line La Voz de Navarra.
Como veis, merece la pena pinchar en estos enlaces por el montón de datos que nos aporta Serafín.
Así pues, "Aquí... Radio Falces" fue compuesta en los 50 por Turrillas y grabada por los Hermanos Olaverri en 1963.
La letra de Aquí Radio Falces
Una letra popular donde las haya, sencilla, que cuenta lo que debían de ser aquellas fiestas en las que se echaba el resto y se gastaba lo que no se tenía, porque el resto del año era trabajar y sólo trabajar.
Somos en Falces tan castizos pa
divertirnos con gracia y salero que nuestras fiestas son famosas por su alegría
y animación.
A un turista que vino a las fiestas le
invitamos a un trago de mol, por lo visto le supo tan rico que una buena moscorra
pilló.
Con el vino se puso valiente y a torear la
vaquilla salió, no sabía coger el capote y menudo morrón se llevó.
Los de alegre corazón, somos los chicos de
Falces, los de alegre corazón, los que saben divertirse con su temple navarrico
y pasar muy buenas fiestas al compás de esta canción.
Aquí Radio Falces, anunciando unas fiestas
bandera, aquí Radio Falces, atención, atención, atención.
Aquí se baila y se torea, también sabemos
gastar el dinero y hay un vínico que marea pa remojar el chilindrón.
A un turista que vino a las fiestas...
El vídeo
Las imágenes son de Javier Ramírez Borja, quien ha tenido, además, la gentileza de pasarme el audio de los Hermanos Olaverri. Yo tan sólo he añadido alguna imagen de los hermanos, que regentaban el asador de la calle Santa Marta, y otras del Maestro Turrillas. Mil gracias. Ah, y he insertado en el vídeo esa bonita letra para un mejor entendimiento.
Actualización 2024 07 12
Sobre el Asador de la Milagrosa, con más de 60 años:
Desde la sala de máquinas del asador Olaverri (1963), el más antiguo de Pamplona, despachan toneladas de chuletones por San Fermín pic.twitter.com/Ly7pfmstVl@elmundoes
— zabala de la serna (@zabaladelaserna) July 11, 2024
Roberto Rizo
No quiero terminar sin añadir un recuerdo entrañable hacia este catalán que, con su orquesta, acudió durante los años 40 y 50 puntualmente a las fiestas de Falces. Fue tal su amor al pueblo que compuso la obra "Lindo
es mi Pueblo de Falces", a petición de su amigo Víctor Terés Busto.
Si alguien sabe algo de esta composición (detrás de la que llevo seis años y medio), que se ponga en contacto conmigo:
patximendiburu@gmail.com
Roberto Rizo fue el intérprete de la canción del Cola Cao ("Yo soy aquel negrito..."), pero pocos conocen su doble faceta de intérprete
y de compositor. Y hasta de creador de un argumento literario cinematográfico.
En esta entrada que hice en enero de 2011 tenéis muchos más datos sobre este hombre que me tocó el corazón:
Se suele decir que ETA fue derrotada policial, pero no social ni políticamente. Ahí tenemos a Bildu, aceptado como un igual por el resto de integrantes del Cuatripartito. Pero, dentro de lo social y lo político, hay un aspecto muy importante, crucial: es la batalla del relato. Y 'Patria' -es lo que tiene 'Patria'- está contribuyendo decisivamente a la derrota literaria de ETA.
Es lo que tiene... 'Patria', por Marialuz Vicondoa
He estado unos días conviviendo con
personas diferentes a las habituales. Se trata de Bittori, Miren, Arantxa,
Nerea, José Mari, Gorka (¡qué tierno y qué fuerte a la vez), Joxian, Xabier, el
Txato… ¡Ay, el Txato! Sí, aunque estuviera muerto, ahí estaba, una forma de no
estar estando… Durante un tiempo, se han añadido a mi vida, se han incrustado a
mi día a día y no me dejan, aunque quiera. Me acompañan y no sé cuándo se
marcharán. Tampoco sé si quiero que me abandonen. Era curioso, no podía
dejarles solos, me costaba cerrar el libro Patria y, cuando lo hacía,
continuaban conmigo, que no se iban… Es uno de los grandes méritos de esta Obra,
con mayúscula, sin miedo a exagerar, que necesitas continuar sabiendo, aunque
sepas, aunque conozcas que va a ser todo de una manera por mucho que desees que
sea de otra… Es eso, que estás todo el rato pensando cuándo puedo volver a
coger el libro de Fernando Aramburu para ver cómo sigue su historia, la
Historia, también con mayúscula.
Desde que empecé a leerlo he vivido los
miedos de los protagonistas, sus sentimientos, sus tristezas, sus alegrías… Es
más, los he comprendido.
Es lo que tiene este libro, que te metes
dentro de todos y de cada uno de ellos, que tu ‘yo’ se desdobla en muchos otros
‘yoes’. Porque, otro de sus grandes logros es que entras también en lo humano,
en el amor de madre, de padre, de marido, de hijo, de amiga, de hermano…
Es lo que tiene este libro, que no te deja
en paz. Que dejas de leer, pero tu pensamiento sigue con ellos, en ese pueblo,
donde llueve muchos días y donde pasan cosas los días que llueve.
He sentido tan cerca a los personajes que
me ha parecido verlos por la calle o, quizá, es que ya los había visto antes.
Todos tienen cara, me da que conozco a todos.
Es lo que tiene este libro. Que lo he
acabado y me va a costar que sus protagonistas se vayan de mi vida. Sigo
pensando en ellos. Son personas, de carne y hueso, con caras y corazones, con
sentimientos, que crecen, evolucionan... Y, al leer sobre ellos, te metes en su
interior. ¡Encierran a tantos y son, al mismo tiempo, tan únicos…!
Cualquier
día se me escapará un saludo, sin querer, y me mirarán raro… No me daré cuenta
de que ellos no me conocen, aunque a mí ya no se me olvidarán nunca.
Es lo que pasa con los clásicos, que sus
personajes perduran con el tiempo, aunque hayas cerrado el libro.
Es lo que tiene este libro, que está
escrito desde el corazón, sobre corazones, y que va directo al corazón.
Los hijos de Manuel Turrillas donan su obra el 3 de julio. PABLO LASAOSA Navarra.com
Con la vorágine e inmediatez de noticias de los Sanfermines, no he podido dar cuenta de una información, importantísma para la música y el folclore navarro. Aunque sea, con casi un mes de retraso: el Archivo de Navarra recibió el 3 de Julio, en donación de sus hijos, la obra musical de Manuel Turrillas Ezcurra, “el maestro Turrillas”.
El material entregado abarca más de 60 años de producción musical y está formado
por 294 canciones y 385 jotas, además de 657 trabajos de muy diverso tipo.
Desde ese día se ha procedido al tratamiento archivístico del fondo para ponerlo a disposición de todos los ciudadanos. Manuel Turrillas ha sido 60 años, toda una vida dedicada a la música y muy especialmente a la música de aquí. Turrillas ha sido la banda sonora de las fiestas de toda Navarra y, sobre todo de los Sanfermines. Preguntándonos por una canción, tras muchas búsquedas infructuosas, de repente alguien dice. ¿no será de Turrillas? Y todos a la vez: "¡Pues claro, de quién si no! Que la familia haya donado la obra del Turrillas al Archivo de Navarra y que éste la ponga a disposición de todos los ciudadanos es una estupenda noticia. De momento ya tenemos una biografía y un listado con fechas de la obra del de Barasoain. Muchas gracias, Maestro, por todo lo que nos haces disfrutar
Monumento a Turrillas en su pueblo, Barasoain
Biografía del maestro Turrillas
Manuel Turrillas Ezcurra (Barásoain 01.01.1905 –
Pamplona 20.10.1997), el “maestro Turrillas”, fue uno de los compositores más
conocidos de música popular y música para banda del siglo XX en Navarra.
Olaverri y Turrillas
Nacido
en 1905 en la localidad de Barásoain, einicióenlamúsica en la banda
de su pueblo, tras haber aprendido a solfear a los ocho años con el organista
de la iglesia Manuel Rodero y clarinete con Manuel Villar; allí desarrolló distintos trabajos, principalmente con la
Sociedad de Labradores –posterior Cooperativa San Isidro– en la que fue
secretario, y para el restaurante Casa Teré.
En 1927 se trasladó junto con su familia a vivir a Pamplona.
En 1928 ingresó como
educando en la banda de música La Pamplonesa, tras lo cual estudió armonía y
composición en la Escuela Municipal de Música de Pamplona con los profesores
Eleuterio y José María Munárriz. En 1943 obtuvo la plaza de clarinetista 1º en
La Pamplonesa, banda a la que continuó vinculado hasta su jubilación en 1978.
Sus composiciones, de pasacalles para peñas y de himnos para asociaciones, y
melodías de corte regional comenzaron en 1932 y se intensificaron a partir de
la década de 1950. Desde 1940 y durante varias décadas, actuó además como
acordeonista, saxofonista e incluso violinista en salas de fiesta y pueblos.
En el centro de Navarra quiso Dios que tú nacieras, p'a que oyeran tus canciones la Montaña y la Ribera
Homenajes
A Navarra dio Barásoain,/doctores y maravillas:/ cátedras de Azpilicueta/y corcheas de Turrillas.
(V. Ordóñez)
1992, Gallico de Oro de Napardi
La dedicación de Manuel Turrillas a la
composición de este tipo de música le procuró un éxito notable entre la
población navarra, que derivó en los numerosos homenajes y reconocimientos
recibidos en los últimos años de su vida.
Barásoain, su localidad natal, le
nombró Hijo Predilecto en 1983 y en 1998 erigió un monumento en su memoria en
la plaza que lleva su nombre.
La banda de música La Pamplonesa le nombró Socio
de Honor en 1994.
En 1992 recibió el “Gallico de Oro” de la Sociedad Napardi.
Y en 1997 el Ayuntamiento de Pamplona le concedió la Medalla de Oro de la ciudad,
poco antes de su fallecimiento, y con posterioridad le dedicó una plaza en el
barrio de Azpilagaña.
Su obra musical
Pamplona, 1977 Fermín Oscáriz
“Chirolas”, Manuel
Turrillas, el padre Valeriano Ordóñez, Carmen Bravo
(Vda. de
Raimundo Lanas), Raimundo Lanas Bravo,
su esposa Magdalena Murio, y Serafín
Ramírez
El material entregado en donación abarca
más de sesenta años de producción musical y -como hemos adelantado- está formado por 294 canciones y
385 jotas, además de 657 trabajos de muy diverso tipo. También se incluyen 39
discos de vinilo de 45 rpm, 60 discos de vinilo de 33 rpm, 43 discos CD y 123
cintas de casete.
Gracias a las investigaciones realizadas
por su hijo José Luis Turrillas, se sabe que Manuel Turrillas realizó sus
primeras composiciones musicales a edad temprana: realizó sus primeros arreglos con 11 años y sus primeras composiciones con 14 años, aunque no se han conservado, y desde muy joven creó
obras para diversas asociaciones.
Así, en 1932 compuso el primer pasacalles
para la peña La Veleta “Aquí … La Veleta”, en el que fusionó los ritmos de la
biribilketa de la Montaña y de la jota de la Ribera.
En la década de 1940
compuso los himnos de numerosas peñas, grupos deportivos y sociedades que
fueron surgiendo en Pamplona por aquellos años.
En 1943, tras aprobar la
oposición de clarinetista 1º en La Pamplonesa, comenzó a componer melodías para
banda con el fin de dotar a dicha formación de un repertorio específico para
las fiestas de San Fermín. Una de sus primeras piezas para banda, “¡Ése es
Marín!” data de 1946, un pasodoble dedicado a los toreros navarros Isidro y
Julián Marín.
El éxito de sus composiciones en el ámbito
de la música de corte regional y festiva llegó en los años 50, con títulos
como “Hidalguía y nobleza”, “Copla navarra”, “Aires navarros”, “Muthiko
Alaiak/Navarrerías”, “Joshe Miguel”, “Oberena”, “Irrintzi de Iruña”, “Navarra
canta”, “Pamplona, perla del Norte”, “Pamplonica valiente/La Jarana”, “Aquí…
Radio Falces”, “Soy riberana”, “Ya vienen Los Revoltosos”, “Anaitasuna”,
“Alegres pamplonicas”, “Armonía Chantreana”, “Bullicio Pamplonés”, “¡Aupa
Osasuna”, “Graciosa y morena”, “¡Qué bien bailas!”, “Bardenera”, “Aldapa”,
“Arga y Aragón”, “Muthiko Txikiak”…
Durante esos años también trabajó la música
ligera de la época como el mambo, fox, bolero, pasodoble, cha-cha-chá, tango,
vals, cumbia, con títulos como “Ilusiones”, “Luseros”, “Yo soñé”, “Cuando el
amor”, “Brasil, te quiero”, “Era un valiente”, “Perdón, madre mía”, “Amores de
marinero”, “Soy un caminante”.
En la última etapa de su vida, tras su
jubilación, realizó numerosos trabajos de instrumentación y arreglos para
bandas de música, grupos folclóricos, orquestinas, solistas músicos y vocales.
Grabaciones
Las grabaciones de sus composiciones comenzaron a prodigarse en los años 1950. De esos primeros registros es destacable el disco editado en 1957 por Columbia que incluyó sus pasacalles “Oberena” y “Navarrerías (Muthiko Alaiak), entre otras canciones, interpretadas por la primera formación del grupo pamplonés “Los Iruña’ko”. Muchísimasdesuscomposicioneshansidograbadasendiscopor«LosIruña'ko»,los hermanos Anoz, los hermanos Olaverri, «LosPamplonicas», La Pamplonesa y varias
agrupaciones musicales.
Son sus
mayores éxitos Oberena, El Bullicio, Aldapa, Armonía Chantreana, Navarrerías, Aquí... Radio Falces y La Feria del Toro.
Familia Mendiburu-Belzunegui en San Fermín 1954. Jardines de la Taconera
Nacido en diciembre del 49,
siempre -como se ve en la foto de SF 1954- he conocido el pañuelo rojo para la
fiesta de San Fermín.
Para cuando, 11 años más tarde, Juan B. Pardo grabó
las imágenes de "Pañuelos rojos" en los Sanfermines de 1965, el
pañuelo ya era muy habitual no sólo entre niños, sino también entre los
adultos.
Uno de los motivos por los que Juan hizo este corto fue la fascinación
que le causó el color rojo, presente muy especialmente en los pañuelos, como
símbolo de estas fiestas, llenas de alegría y de jolgorio.
El 29 de junio, vino su hijo Julio a presentar este
corto de 8 mm en la Filmoteca, se puso en contacto conmigo y me proporcionó un
montón de información sobre la película y sobre su padre, que hoy tiene 91
espléndidos años.
Con esos datos de Julio, con los de Manolo Borrego (gracias, majetón) y con los
que he descubierto viendo "Pañuelos rojos", he hecho una edición de
la película en la que, por orden de aparición, destaco los siguientes puntos:
0. Pañuelos al cuello, de par de mañana del 6
A los más jóvenes les llamará la atención que en aquellos años se iba al cohete con el pañuelico puesto. Me gustaría saber cuándo y de dónde salió esa bonita estampa de los pañuelos levantados con ambas manos para recibir el chupinazo.
1. Sanfermines de 1965
El propio Julio me señala en el correo que me ha enviado
que la película se filmó en los Sanfermines de 1965.
Este dato de 1965 me lo corrobora Manolo Borrego. Luego lo
veremos.
2. Bar Choko
Uno de los escasos testimonios de
que por aquellos años (también en el 59) no escribían el nombre del bar ‘Txoko’,
sino ‘Choko’ (pincha sobre la imagen).
3. Esposa e hijo
Siendo el hilo conductor el
pañuelo rojo, Juan nos presenta a una señora que compra un globo para su hijo.
El niño le coloca al globo… ¡un pañuelo rojo! ¿Quiénes serán? Pues, ni más ni
menos que la esposa de Juan, Rosa María San Gil, y su hijo, Julio, entonces de
8 años.
4. Casa Casla
Todo pamplonés recuerda con
cariño aquellos chorizos de cartón de Casa Casla. Quizás Juan B. Pardo no fuera
consciente de que las imágenes que él grabó son, sin duda, las mejores y las que
nos resultan más entrañables a los pamploneses
5. Giovanna Ralli
Así escribía en una entrada
anterior:
"En este corto hay unas
imágenes preciosas, que van a lograr que a más de uno se le humedezcan los
ojos. Os he señalado dentro de un círculo a una jovencita que ha llamado mi
atención por su espontaneidad”. Mi amigo Manolo Borrego nos lo aclara:
[No sé si ya te lo han contado,
hablas del encanto de una chica en el chupinazo de 1965, pues yo estaba a su
lado y se trataba de la actriz italiana Goivanna Ralli, guapísima, que estaba
rodando la película Carnaval de Ladrones con Stephen Boyd (Mesala en Ben-Hur),
no veas, a cada momento la peinaban, maquillaban; tenía que salir junto a la
Pamplonesa bailando, y claro tendrían todos los permisos del ayuntamiento para
estar ahí, yo con mi camarica la fotografié un montón de veces pero no
encuentro esas fotos, se hospedaban en el hotel Maisonave ya en la calle Nueva,
y muy majos cuando fui con Rafael Bozano del periódico y él les hizo fotos, muy
majos y guapos todos.]
Actualización 20.04.22 Castells acaba de subir el reportaje que Gómez (pincha) le hizo a Giovanna Ralli aquel día.
6. Gumersindo Bravo
En las mismas imágenes de
Giovanna aparece el Maestro Bravo, toda una institución en aquellos años, ya
que él, con su banda, entretenía la espera en la Plaza de Toros antes del
Encierro.
7. Fuente Plaza del Consejo
Por si alguien tiene alguna duda,
ahí va ese enlace.
8. Vendedora de periódicos
A ver si alguien la conoce.
Gracias.
9. Corralillos de Santo Domingo
Aunque todavía en los años 60, la
prensa aludía a ellos como “Corralillo de la Rochapea”, como recuerdo de que
hasta 1914 estuvo allí el Portal de la Rochapea, hoy es más habitual referirse
a ellos como “Los Corralillos”, a secas, o “Los Corralillos de Santo Domingo”
(por la calle), para distinguirlos de los del Gas que, esos sí, están en la
Rochapea.
10. Peña La Jarana y la laureada
Un testimonio innegable de que en
el año 65 esta peña llevaba en su escudo la laureada (pincha imagen).
11. Juan B. Pardo en el tiro
pichón
Me dice Julio sobre esta película:
“la filmó solo mi padre, excepto en algún plano que sale él en las barracas y
eso lo grabó mi madre”. Pues a esta escena se debe de referir.
Juan B. Pardo grabando en la Plaza en 1965
Biografía de Juan Bautista Pardo García
Entusiasmado por aquel trocito de "Pañuelos rojos", decía yo: "¡Ya me gustaría saber quién es ese
tal "Juan B. Pardo", autor de esta joya". Pues ahora, gracias a su hijo, ya sabemos quién es.
Me ha mandado Julio un par de enlaces:
Uno que lleva al Noticias, en donde hacen una sucinta biografía y, sobre todo, referencias a "Pañuelos rojos".
Y el otro, que enlaza con la Enciclopedia Auñamendi en donde ofrecen una completa biografía.
Quiero destacar, muy especialmente, este primer dato de 1976, y de los sucesos del 3 de marzo de ese año, sucesos que a mí también me tocó vivir bien de cerca:
"En 1976 actuó como mediador para
poner fin al conflicto social surgido en Vitoria y que había desembocado en los
sucesos del 3 de marzo.
En 1979 fue destinado, de nuevo,
a un Juzgado de Vitoria. Durante un tiempo estuvo vinculado al colectivo de
Jueces para la Democracia aunque posteriormente no siguió en él.
En 1982 pasó a la Audiencia
Provincial de Vitoria como magistrado y en 1985 fue nombrado Presidente de la
Audiencia Territorial de Bilbao. En estos años fue autor de diversos estudios
profesionales, en especial sobre la policía judicial y sobre la casación civil
y foral, primeros en su género en Euskadi.
Participó además en los trabajos
de reforma de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
Al ponerse en marcha la reforma
de la Administración de Justicia que modificaba su estructura territorial y
hacía desaparecer las Audiencias Territoriales, fue nombrado primer Presidente
del recién creado Tribunal Superior de Justicia del País Vasco el 10 de mayo de
1989".
Como veis, toda una personalidad a la que le tocó trabajar duro, en tiempos muy duros.
Doble mérito que mantuviera esa maravillosa afición al cine.
Muchas gracias, pues, a Juan por ese precioso "Pañuelos rojos" y también a su hijo Julio por toda la información y material que nos ha proporcionado.
Tiene que ser terrible homenajear a M.A. Blanco con quienes no condenan su asesinato
Rafa Berro nos dice que la mayor corrupción es la moral: Geroa Bai, IU y Podemos han degradado moralmente la política foral en esta legislatura, convirtiéndola en una indecencia al aliarse con Bildu. Y que Barkos es la máxima responsable de esta degradación. Eso sí, tiene la conciencia muy tranquila; ya se lo dijo a Mari Jose Rama. En nuestras manos está promover una regeneración para darles su merecido en las urnas Degradación, por Rafa Berro
Es un sinsentido o una muestra de cinismo,
o ambas cosas, no condenar un asesinato y a la vez promover un homenaje en
honor del asesinado. Es lo que ocurrió aquí, en el homenaje a Miguel Ángel
Blanco que Asiron organizó el pasado día 12, evitando, además, que fuera masivo
al no informar con antelación (tres horas: a las 14:00 para las 17:00). Por nuestra parte deberíamos tener claro que
Miguel Ángel Blanco no ha de ser olvidado y ha de ser homenajeado en el futuro
los 12 de julio.
Contra ese olvido precisamente está jugando un papel la
exitosa novela Patria, porque nos ha dado a muchos lectores un cuadro realista
del mundo sórdido, moralmente degradado, humanamente insoportable, sin
libertad... creado por ETA y sus apoyos (ahora en Bildu) en Euskadi y Navarra y
que aún padecemos. Ese mundo asesinó a Miguel Ángel Blanco y a cientos más.
También el libro "Lo difícil es perdonarse a uno mismo", de Iñaki Rekarte, nos
muestra ese mundo degradado. Rekarte es un exetarra arrepentido que ingresó en
la banda a los 19 años y colaboró en el asesinato de un traficante de drogas en
Irún y asesinó a tres civiles en Santander con coche bomba destinado a una
furgoneta ocupada por guardias civiles.
El libro de Rekarte no ha sido un best
seller como Patria, pero merece la pena. Pone al lector en contacto no con una
ficción que refleja la realidad sino con la realidad misma, con ese mundo
atroz. Su interés sobrepasa lo literario: lo importante ahí es la vida que está
en sus páginas. La vida de una persona y de una sociedad enfermas de
nacionalismo. Rekarte cuenta cómo a los 19 años entró en la banda sin saber muy
bien por qué. En Rekarte se da una paradoja: por un lado, asesino de ETA; por
otro, víctima de ETA y de una sociedad enloquecida por el abertzalismo.
El libro de Rekarte nos recuerda lo fácil
que es a veces cometer errores gravísimos en la vida, atravesar puertas que nos
llevan a un camino de perdición y que una vez atravesadas se cierran y nos
resulta muy difícil retroceder y cambiar de ruta (...).
Quien intentó matar a nuestro amigo Miguel Ángel Ruiz de Langarica, recibido como héroe en Pamplona
¿Entre los que han dado apoyo a ETA hay,
como entre los etarras, algunos que se arrepienten? Lo seguro es que en Bildu
están los que no se arrepienten, no condenan las atrocidades cometidas, no se
avergüenzan del mal y de la degradación moral que han provocado, y homenajean y
abrazan como a héroes a los etarras excarcelados. Rekarte dice que lo difícil
es perdonarse uno a sí mismo. En realidad, lo difícil es reconocer y asumir la
culpa: que uno ha sido parte de un engranaje antihumano –ETA- que ha generado
enorme sufrimiento, ha hecho el mal, ha creado esa sociedad moralmente
degradada e inhumana que refleja Patria. (...).
Por el contrario, los etarras que no se
arrepienten o los de Bildu que hacen lo mismo, subjetivamente no aceptan culpa
alguna y no necesitan el perdón o incluso lo desprecian. Recuerdan a los nazis
tras la guerra en la película "Portero de noche", que hacían lo mismo, pero
objetivamente son culpables, no tienen perdón y son moralmente indignos.
Por eso Geroa Bai, IU y Podemos han degradado moralmente la política
foral en esta legislatura convirtiéndola en una indecencia al aliarse con
Bildu, al tratarlo como un igual, al darle la Alcaldía de Pamplona y otras. Y
como eso se ha hecho para que Barkos sea presidenta, ella es la máxima responsable,
¿y por tanto la más autodegradada? En cualquier caso, es responsabilidad
nuestra promover una regeneración que dé su merecido en las urnas a esos
partidos y a la responsable última de la degradación que padecemos.
RAFAEL BERRO ÚRIZ, filósofo, es el autor de este artículo