Este Plano de Pamplona en el Mapa de Navarra (1861) elaborado por Francisco Coello, auxiliado por Pascual Madoz, José de Nagusía y Maximiano Hijón, tiene una particularidad que no he visto en ningún otro plano anterior a 1944: la presencia de un paso sobre el Arga junto a la presa del Molino de Caparroso (1), con lo que adelanta en medio siglo a las que creíamos que eran las primeras pasarelas documentadas.
En 1944 Gaztelu, el arquitecto municipal, construyó las pasarelas de "Secretos del corazón", las anteriores a la actual, del año 2000:
Pero, si os fijáis, diez metros aguas arriba, a nuestra derecha, se ven los restos de la anterior pasarela o, mejor dicho, pasaderas (abreviatura de "piedras pasaderas"), como las llamaban los gitanos de Tejería y Merced, los mismos que al baluarte de Labrit lo llamaban "Birugarte", "el Biru".
Esas pasaderas se ven muy bien en esta foto de Rouzaut de hacia 1920-30:
Diario de Navarra, con el nombre de "pasarela" la tiene fechada desde 1903, cuando comienza su hemeroteca.
Pero hemos visto, antes de esa fecha, unas cuantas imágenes que inducen a pensar que las de la foto de Rouzaut, las pasaderas de 1903 no fueron las primeras en esa zona. Quizás una de las más convincentes sea ésta, de hacia 1880, de autor desconocido:
Pero, como ningún historiador lo ha avalado, siempre lo he mantenido como una hipótesis más o menos probable.
Por eso, cuando he encontrado este plano de Coello de 1861 con el dibujo tan claro de las pasaderas de la cascajera de Caparroso, me he llevado una gran alegría porque confirma las sospechas de que antes del siglo XX ya había unas pasarelas en la zona.
En cambio, en esta "1ª Vista de Pamplona", de Le Jeune, de hacia 1800, no parece haber ningún paso claro:
Así pues, podemos asegurar que a mediados del XIX tenemos en Pamplona la primera pasarela documentada: la del plano de Coello, de 1861. Si alguien encuentra documentación anterior, le agradecería que me la enviara a patximendiburu@gmail.com
Al amigo Luis Gila la entrada sobre la Baker en Pamplona le ha hecho desolvidar un par de historias muy interesantes y divertidas de cuando en 1985 comenzó el MIR en el Piramidón. El inhibidor de embestidas, muy recomendado para el encierro, os va a dejar ojipláticos.
Hola Patxi:
Se me van acumulando algunas anécdotas y pequeñas historias que brotan a propósito de
algunos contenidos de Desolvidar y que quisiera poner en común contigo.
Empiezo aquí por la reciente efeméride de la actuación de Joséphine Baker.
Verás, hoy, 23 de abril, hace 40 años que aterricé en el hospital Ramón y Cajal de Madrid para
empezar el MIR en Neurología. Como sabrás, el hospital es apodado el “Piramidón”. Recuerdo
vagamente que aparecía en la letra de un rock en los años de la movida: “y di con mis huesos
en el piramidón” o algo así, decía el verso. No queda claro el origen de la denominación.
Algunos dicen que es porque el enorme edificio es como una pirámide muy grande, otros
porque Franco tenía que tomar mucho piramidón para bajar las fiebres por los disgustos que le
daba su yerno, el marqués de Villaverde, a la sazón jefe del servicio de Cirugía Vascular del
centro en cuestión.
Yo vivía en la otra punta de Madrid, en el barrio de Usera, cerca del Doce de Octubre, que
también tenía un buen servicio de Neurología. Pero quería ir al Ramón y Cajal porque allí
estaban los laboratorios del prestigioso neurocientífico José Manuel Rodríguez Delgado, quien
se había hecho popular por sus experimentos con toros bravos, a los que bloqueaba el impulso
de la embestida estimulando el núcleo amigdalino, una zona del cerebro relacionada con la
agresividad (ver sólo las imágenes de la plaza, a partir de 6':16"):
Sabía de aquellas experiencias, pero lo cierto es que estas
filmaciones no las había visto hasta hace poco. Lo que sí que leí
entonces con fruición fue su libro “Control físico de la mente.
Hacia una sociedad psicocivilizada”. Algunas ideas de aquel
texto me parecían entonces poco menos que ciencia ficción y,
sin embargo, el desarrollo que ha tenido la tecnología digital en
estas décadas hace que aquellas ideas puedan vislumbrarse
hoy día como una realidad posible relativamente cercana.
El caso es que quería acercarme al equipo de aquel
investigador, pero el MIR es un programa de formación clínica,
y mi destino era el servicio de Neurología, que no tenía la menor relación con Rodríguez
Delgado. El jefe de servicio era Alberto Gimeno Alava (Pamplona, 1932-Madrid 2010). Por entonces, en la Neurología
madrileña dominaban “los Albertos”. El otro era Alberto Portera, jefe en el Doce de Octubre.
Ambos con formación internacional (Francia y USA respectivamente) y con fuertes
personalidades.
Gimeno Alava quizá naciera en Pamplona, pero se debió criar en Tudela, por lo menos se
proclamaba tudelano y ejercía plenamente la condición ribera (Tudela +++):
DN 30/03/1997...se hallaban entre otros, el obispo dimisionario de Tudela, don José María Cirarda; el presidente de la Orden del Volatín, Esteban Galindo Agorreta; el niño Sergio Iturre Carcavilla, que hoy hará de «ángel», y, por supueto, el pregonero de este año, Alberto Gimeno Alava, un tudelano afincado en Madrid y que es hijo de María Alava, fallecida este invierno y encargada de vestir y preparar al ángel para la ceremonia de hoy, Domingo de Pascua.
Pamplona, martes 8 abril 1930
De esto yo no
conocía prácticamente nada, porque en Madrid no había entonces mucha población navarra
(comparado con la cantidad que éramos de Castilla “La Vieja”, La Mancha, Extremadura,
Asturias o Galicia), y i primer viaje a la Comunidad Foral lo hice dos o tres años después.
Además de transmitir sentido común en el oficio, el Dr. Gimeno también transmitía muchas
batallitas. Una de las que recuerdo es, precisamente la de la actuación de la Baker en
Pamplona. Eso fue al final de mi periodo de formación, a propósito de mi destino laboral en
Logroño, ciudad que siempre había sido muy festera, según el jefe. Y para ilustrarlo, y comparar la muy diferente condición de la vecina Pamplona, contaba un sucedido de un tío
suyo, que debía ser un buen casta del siglo.
Logroño, Jueves Santo 10 Abril 1930
La actuación de Joséphine Baker en plena Semana
de Pasión fue un escándalo y en los círculos más santurrones, que debían tener mucha fuerza,
se promovió un acto de redención pública, tal como lo has citado:
“Las Directivas de todas las
Asociaciones y Cofradías religiosas de la ciudad invitan a todos sus afiliados a que asistan a un
acto religioso de desagravio que en protesta de ciertas exhibiciones teatrales, inconveniente
en todo tiempo pero especialmente impropias y reñidas con la tradición pamplonesa en este
de Cuaresma, se celebrará en la iglesia de San Ignacio (Padres Redentoristas) con la bendición
del Iltmo. señor Obispo, a las seis y media de la tarde de hoy".
Por lo visto allí estuvo el tío
casta, pero esa misma noche, o al día siguiente (la actuación en Pamplona fue el día 8 martes y la de Logroño, el 10, Jueves Santo), la vedette repetía espectáculo en Logroño, y
en cuanto acabó el auto da fe, el tío y la cuadrilla salieron pitando a la capital riojana, donde la
cosa no provocaría contrición alguna.
Bueno, ya ves dónde me ha llevado tu entrada. No me ha quitado 40 años (más quisiera) pero
sí me han rejuvenecido las sinapsis estas carambolas de la memoria que tan bien
documentadas me han llegado de tu mano ilustrada e ilustradora.
¡¡¡ Muchas Gracias !!!
…y a ver si encuentro pronto otro ratico para darte noticias del zortziko que teníamos
pendiente…
Haciendo honor a su apellido, Ana Ollo (Memoria y Convivencia) ha metido la pata hasta el fondo del hoyo. Y Asirón, que va de historiador (dejémoslo en "historietador") se ha tragado sin rechistar el informe de la consejera.
Pero no es el primer informe fallido de este peligro público. A Javier Escalada Navaridas (hermano de Rafa Escalada, el de la radio) me lo hicieron morir por torturas.
La metedura de pata es de las que hacen historia. En la penúltima revisión del callejero, Asirón anunció la "purificación" de una calle, al confundir a dos generales con el mismo apellido: Los Arcos. El Ayuntamiento de Pamplona había anunciado el cambio de nombre de 3 calles por considerarlas “vinculadas al franquismo”: la dedicada al arquitecto Víctor Eusa, la dedicada al escritor y periodista Ángel María Pascual, y la dedicada al militar e ingeniero sangüesino Antonio Los Arcos Miranda (responsable del proyecto de los cuarteles de Infantería construidos en Pamplona hacia 1900, precisamente en la zona donde hoy se ubica su calle), que nada tuvo que ver con el golpe militar de 1936 ni con la dictadura franquista. El error al parecer proviene de que de un informe del Instituto Navarro de la Memoria, que ya en 2016 confundió al general madrileño José Los Arcos Fernández, que fue unos años gobernador militar de Navarra, con el citado general navarro Antonio Los Arcos Miranda, que nada tuvo que ver con el alzamiento ni con el franquismo. Por supuesto el Ayuntamiento de Pamplona se tragó el informe del departamento de Memoria y Convivencia de la inefable consejera Ana Ollo sin ningún tipo de verificación, y anunció la eliminación de la calle sin más.
En 2021 denuncié que desde 2014 corría por internet la noticia de que Javier -líder estudiantil en la Universidad de Navarra, hermano de Maialen y Rafa Escalada (el de la radio)- había muerto en Pamplona, en 1970, como consecuencia de torturas sufridas en comisaría.
No le habría dado mayor importancia si esta falsedad no viniera corroborada por la reincidente Ana Ollo, de la Dirección General de Paz, Convivencia y Derechos Humanos, del Gobierno de Navarra, en el "Proyecto de investigación de la tortura y malos tratos en la Comunidad Foral de Navarra entre 1960-1978", de 2014, cuyo grupo de investigación está dirigido nada menos que por Francisco Etxeberria, Doctor en Medicina, Médico Especialista en Medicina Legal y Forense, Profesor Titular de la Universidad del País Vasco.
Cuando ahora he vuelto sobre el tema, he sabido por testimonios familiares que, viviendo a escasos metros de comisaría y siendo muy pública su actividad estudiantil, la policía no puso impedimentos a que se le pasara la medicación especial para su dolencia cardíaca y que no fue agredido físicamente, aunque si insultado y maltratado.
Puede conjeturarse con que la agitación activista y la consecuente persecución policial y detenciones que sufrió pudieron ayudar a agravar su enfermedad, pero la operación cardíaca estaba programada antes de esa última detención, hizo una vida habitual en los días anteriores e ingresó con normalidad en el sanatorio de Leza (Álava). La causa de su muerte tuvo, en consecuencia, un carácter quirúrgico.
Así pues, ni murió en Pamplona ni por torturas.
Ana Ollo ha tenido que añadir esta nota (pág. 28):
Si bien se sostuvo en diferentes medios (dígame uno que no sea el suyo) que su muerte fue consecuencia del mal trato sufrido
durante su detención, en la actualidad (no dice fecha) Iñaki Zaratiegi, que era amigo personal, nos ha señalado
que Javier Escalada “Sufrió la represión franquista contra la disidencia con una persecución
policial permanente que pudo contribuir a la negativa evolución de su dolencia cardiaca, pero
no sufrió una tortura calculada y mucho menos una muerte como consecuencia de maltratos”
Así pues, queda claro que los informes de Ana Ollo no son de fiar.
La Jota es raíz, mecha de pólvora, en ese triángulo que forman Aragón, Navarra y Rioja. Y con la mecha en manos de Eduardo Lucena, la explosión se produjo en Córdoba.
He encontrado esta jota que me envió Carlos Irigoyen, interpretada por una sola persona, por rondalla, por banda, bailada..., pero nunca cantada. Sería bonito que aquí, en Navarra, la Cofradía Musical de San Saturnino reviviera el éxito que en 1878 obtuvo en París la Estudiantina Española con esta Jota de Los Remendados o Jota del Olé.
Aquí la tenéis como entrada. JOSU HERNÁNDEZ ASURMENDI y LAIA ESPARZA SÁDABA interpretan a dúo la jota "LAS DOS PENAS QUE HE TENIDO". Rondalla: CARLOS IRIGOYEN:
En Fiestas de Estella de 2016 esta Jota del Olé fue interpretada por los Gaiteros de Estella, en un Concierto de Gaita y Banda. Disfrutad también de esta maravilla:
Aquí tenéis el registro de la partitura para piano y canto en la BNE.
Y aquí un enlace a la partitura, donde podéis obtener la letra que, en origen, dice así:
Aunque rotos, remendados, sin más luz que la del Sol, no te pedimos dinero, te pedimos, niña, amor. (Bis) Que los estudiantes, aunque remendados, son finos amantes desinteresados;
y por el tesoro
que se encierra en ti, ¡olé!,
diera todo el oro
que da el Potosí.
A la jota jota,
yo no quiero libros,
que estudiar me gusta
solo en tu palmito. (Bis)
Y ahora os dejo con un resumen del magnífico trabajo (completo, aquí) que sobre esta jota hizo Rafael Asencio:
La Jota de Los Remendados o Jota ¡Olé!
Rafael Asencio González
Eduardo Lucena
La pieza musical que nos ocupa fue compuesta por Eduardo Lucena Vallejo (Córdoba, 1849-93, 44 años) para una estudiantina titulada "Amor y Desinterés" que recorrió las calles cordobesas durante los carnavales del año 1876. Compuesta por 18 miembros (ocho en el coro y los demás con instrumentos) ataviados con el traje propio de los estudiantes, roto y remendado, la estudiantina, precedida por un bastonero, destacaba "por su afinación y dirección acertada" (Diario de Córdoba 3-03-1876). La letra de la Jota había sido escrita por el conocido autor de odas religiosas Manuel Fernández Ruano, siendo titulada por éste como "Jota de Los remendados" en alusión al texto de la primera estrofa.
La estudiantina "Amor y Desinterés" era una simple comparsa de carnaval ataviada como los estudiantes, si a esto unimos el hecho de que Córdoba no era entonces una ciudad especialmente importante y que el autor de la obra era un desconocido en el panorama musical español que apenas había comenzado a componer, la pegunta se nos muestra como evidente: ¿cómo adquirió fama la Jota? Intentaremos dar respuesta a este interrogante.
Recuerdos de Paris habanera de Ruperto Belderrain
A finales de 1877 o principios de 1878 Eduardo Lucena entregó al editor musical Zozaya una copia manuscrita de la partitura de la "Jota de los remendados" por si éste consideraba oportuno publicarla. El editor debió confiar dicha partitura en los miembros de la "Estudiantina Española" que en esos momentos planificaba su viaje a París y, habiendo comenzado los ensayos, formaba un repertorio para la expedición.
La "Jota de los remendados" se incluyó finalmente en dicho repertorio. El tremendo éxito obtenido por la "Estudiantina Española" en su viaje a París trajo consigo el de la Jota que, ya en las crónicas de la expedición, aparece titulada como "¡Olé!". "La Estudiantina Española" llenaba las páginas de la prensa francesa (e incluso alguna portada, como la del nº 1094 de "Le Monde Illustré", correspondiente al día 16 de marzo, donde aparece una ilustración de la "Estudiantina Española" titulada "Paris qu´on amuse.- La Estudiantina.- Dessinde M. Vierge, d´après le croquis de M. Oms") y española, pero también se daba cuenta de la expedición en revistas del resto del continente europeo e incluso en América.
Poco hubieran podido imaginar los estudiantes de diversas Universidades españolas que la formaban (especialmente de Madrid y Valladolid) que su aventura tendría tanta repercusión mediática, pero así fue, gracias a su música y orquestación (aires nacionales españoles ejecutados por una orquesta compuesta de guitarras, bandurrias, laúdes, violines, flautas traveseras, castañuelas y panderetas), a lo vistoso de su espectáculo (donde se incluye alguna coreografía de danza y, por supuesto, el tradicional baile de pandereta), y a lo pintoresco de los trajes confeccionados para la "Estudiantina Española" por el sastre del Teatro Real de Madrid, compuestos por jubón y gregüescos de terciopelo negro con botones de acero, y ancho cuello de encajes, medias de seda también negras, zapatos de charol con lazo de igual color y hebilla de acero, guante blanco de cabritilla, gorra de terciopelo con un nudo de cinta amarilla y encarnada en unos pocos, en los más, sombrero apuntado, esto es, el tradicional bicornio (al que los periódicos franceses decían "claque d´arlequin) adornado con la cuchara de sopista a modo de escarapela.
Estudiantina de Medicina de Madrid
Al regresar de Francia Benito Zozaya se apresta a publicar la partitura de la jota aprovechándose de su popularidad. La obra ingresa en el Registro de la Propiedad Intelectual de Madrid el 9 mayo 1878, asignándosele el nº 3908 en el Boletín de dicho Registro. Poco después la partitura se publica con el título «¡Olé!: jota para piano y canto por Eduardo Lucena "Gran jota ejecutada en París con extraordinario éxito por la Estudiantina Española"», la portada de esta primera edición de Zozaya incluye un dibujo de L. Taberner, el grabador es Donón.
No es esta la única obra ejecutada por la "Estudiantina Española" en París que publica Zozaya. De la misma época es la partitura "Recuerdos de París: habanera para piano : ejecutada con extraordinario éxito por la Estudiantina española en París / compuesta por el director de la misma, Ruperto Belderrain, dedicada a los estudiantes parisiens", que tiene calcografía en su portada de S. Marcardó. Es más, alguna pieza es publicada fuera de España, como la "Habanera executée à Paris par La Estudiantina, transcrite par Auguste Coedès", Paris 1878; o "Souvenirs de la Estudiantina Espagnola ... pour Piano" de Mortier De Fontaine y Henri Louis Stanislas, London 1879.
Estudiantina Española Figaro
La publicación de la partitura obtiene un éxito inmediato, Benito Zozaya vende más de 2000 ejemplares. Es difícil encontrar en esta época una estudiantina que no incluya en su repertorio la "Jota ¡Olé!" de Eduardo Lucena. Alguna de estas agrupaciones continúan dándole trascendencia internacional, así por ejemplo la "Estudiantina de Medicina de Madrid", pues en su viaje a Roma en el año 1879 la incluye en su repertorio, como podemos leer en L´Illustrazione Italiana del 6 de abril de 1879.
Se suceden las ediciones. El propio Zozaya la incluye en una "Colección de piezas escogidas: arregladas para ocarina", con calcografía en portada de S. Mascardó, publicada probablemente en el mismo año 1878. En 1879 la edita la Unión Musical Española con el título "¡Olé! Jota para Piano y Canto por Eduardo Lucena".
Un nuevo empuje a su popularidad se lo da la "Estudiantina Fígaro" al incluirla en su repertorio (téngase en cuenta que hizo dos giras por el continente americano, además de una por Europa donde visitó la totalidad de sus países). Se trata en este caso de la primera estudiantina-orquesta profesional, creada por el genio empresarial del músico Dionisio Granados (en las partituras aparece como Dennis Granados) en 1878 aprovechando el éxito de la expedición de la "Estudiantina Española", de hecho, intenta hacer pasar su agrupación por la anterior, y así se presenta en Norteamérica como los "Estudiantes Españoles de la Universidad de Fígaro" (ni que decir que sus miembros no eran estudiantes, sino músicos profesionales), además, el propio nombre de "Fígaro" porfiaba en ese intento de suplantación, no en vano la prensa francesa había repetido hasta la saciedad que los miembros de la "Estudiantina Española" vestían como el Fígaro del "Barbiere".
Jota Olé - Eduardo Lucena
A finales del siglo XIX todavía es posible encontrar a la "Jota ¡Olé!" en el repertorio de alguna que otra estudiantina (como la titulada "Torre del Oro" de Sevilla en el año 1893, integrada por alumnos de diversas Facultades de esa Universidad), pero comienzan a escasear las reseñas concernientes a la obra de Lucena. Igualmente ocurre en la propia ciudad del Maestro, la última mención correspondiente a estas fechas aparece precisamente en el programa de la velada musical verificada en el Gran Teatro cordobés el domingo 11 de marzo de 1893 en honor del recién fallecido Eduardo Lucena, organizada por "La Estudiantina Cordobesa" y participación de la misma, de la Orquesta de Córdoba, la Banda Municipal y distinguidos músicos. Precisamente la interpretación por parte de "La Estudiantina Cordobesa" de la "Jota ¡Olé!" cerró en concierto cuya recaudación fue a parar a la viuda.
Sirva para concluir la noticia recogida en el diario cordobés La Voz del día 21 de febrero de 1926 respecto a la salida de la "Estudiantina Real Centro Filarmónico" por las calles de la capital: "Entre las composiciones que ejecutará figura una vibrante jota del gran Eduardo Lucena, con letra de Fernández Ruano, titulada «Los Remendados», la cual no ha sido tocada en Córdoba desde hace más de treinta años".
La pieza musical que nos ocupa jamás fue grabada en España...
Como mi padre, Ángel M.ª Pascual nació en 1911, pero murió con sólo 35 años, en 1947, dos años antes de que yo viniera al mundo. A pesar de la cercanía en el tiempo, la Pamplona de la que él habla en presente, fue casi toda -salvo los cordeleros- pasado para mí. Y lo que aún quedaba vivo, lo vi morir en directo en la primera juventud.
1933 Capuchinos José
María Huarte Jáuregui (1ª 2d), archivero; Ángel M.ª Pascual (2ª 5d)
Mucha gente -José Mari Romera, Sánchez Ostiz, Rafael Conte, Juan M.ª Lecea- coincide en que Ángel M.ª Pascual es el mejor prosista navarro del pasado siglo y quien mejor ha escrito sobre Pamplona.
Una plaza de Beloso Alto va a dejar de llevar su nombre por culpa de un alcalde sectario e inculto, que sólo ha leído de él la lamentable reseña de Wikipedia.
Túnel a la Colegiata. Ángel Mª Pascual (2) y Huarte Jáuregui (3)
Para hacernos una ligera idea de la prosa de Ángel María Pascual os presento un espléndido párrafo de un artículo titulado "Tipografía y virtud de los oficios", en el que muestra su preocupación por la obra bien hecha en cualquier tarea, en cualquiera de los oficios.
En él nos ofrece la visión de esa Pamplona de oficios artesanales y -aunque sospecha que pronto desaparecerán- se alegra de que apenas hayan llegado las fábricas con sus humos, sirenas y masificación. ¡Para rato sospechaba que él se iría antes!
1934.09.02 Roncesvalles. Galle. Ángel M.ª Pascual (6); Huarte Jáuregui (11). Frontón, al fondo
Curiosamente, Pascual no da ningún nombre de calle, plaza..., ni siquiera el de su ciudad. A pesar de ello, la descripción es tan clara que uno se sitúa perfectamente.
Vamos a cogerle un poco de cariño a esta bellísima persona.
"Tipografía y virtud de los oficios", por Ángel M.ª Pascual
Pascual y Huarte Jáuregui, por Sarasate
Por todas partes están los talleres en esta ciudad, donde suenan en las calles antiguas de guerras de burgos, los ruidos de los oficios eternos.
Suena como una campana fija e incisiva el yunque del herrero, que bate metales ardientes; cosen sentados, casi en el suelo, los zapateros; diez carpinteros tallan la madera en la cuesta de piedras lisas que sube hasta la Catedral; lleva el aire el olor acre y sombrío de las pieles que cuelgan en su calle los boteros.
Aquí, el que talla yugos para los bueyes lentos de la montaña los pone al sol que seque su fresca entraña de árbol recién cortado; en la muralla pasean los cordeleros entre ruedas y rastrillos de hierro, con su andar lento y balanceante de marinero en tierra para trenzar las cuerdas.
Allá están de enseña los bastes y los arreos de las cabalgaduras aldeanas con las borlas rojas y los clavos dorados; los alpargateros hacen juegos de manos sobre su banco en cuesta, y en el rincón de la plazuela con sombra de iglesia y macetas, el escultor talla junto a la puerta sus estatuas.
En el campo, sobre el río, huele la cera traída de todas las tierras de España, que luego se funde y se prensa en viejas máquinas del Setecientos, para llevarla a los puertos de niebla.
No ha llegado apenas a mi ciudad el humo de las fábricas y aún el trabajo no tiene límite de sirenas ni olor de multitud
El Museo de Navarra presenta las últimas investigaciones sobre la estatua ‘Togada de Pompelo’, que la identifican como una niña. Gobierno de Navarra
Desde hace más de una década sabemos que el nombre romano de nuestra ciudad no era "Pompaelo" sino "Pompelo". Desde hace cuatro días conocemos que el togado de Pompelo no era un varón, sino una chavala de 10 ó 12 años.
Así pues, ni "Pompaelo" ni "togado", dos cambios del primer cuarto del siglo XXI.
La estatua romana del ‘Togado de Pompelo’ representa a una niña, y no a un hombre, como se creía
Un informe demuestra que la escultura de bronce, que volverá a exhibirse en el Museo de Navarra este año, representa a una joven del siglo I d.C. Es la única representación femenina en bronce que se conserva
En 2015, durante un congreso en Aalen (Alemania), el director del Museo Arqueológico Provincial de Alicante, Manuel Olcina Doménech, mostró durante su ponencia una imagen del Togado de Pompelo, una escultura de bronce hallada en Pamplona en 1895 y a la que se le había perdido la pista once años después. Sucedió entonces el milagro. Entre el público había una investigadora norteamericana que identificó esta pieza: estaba en manos de un coleccionista privado de Nueva York. El cómo llegó allí y los avatares que sufrió durante los más de cien años que estuvo desaparecida sigue siendo un misterio.
En 2023, el Gobierno de Navarra la adquirió por 572.610 euros. Entonces, se creía que esta escultura de bronce de 127 centímetros de altura —datada en el siglo II d.C.— representaba una figura masculina vestida con toga (al carecer de busto, una costumbre de la época, se desconoce a quién podía pertenecer).
La estatua de bronce y del siglo I ‘Togado de Pompelo’ fue comprada por el gobierno navarro en el 2023. GOBIERNO DE NAVARRA
Ahora, el informe encargado por la Dirección General de Cultura-Institución Príncipe de Viana a los expertos Carmen Marks-Jacob y Hans Rupprecht Goette, ha sorprendido a propios y extraños: la estatua no representa a un hombre, sino a una niña de unos 10 ó 12 años que viste la toga de ciudadana romana y que lleva un haz de espigas en su mano derecha como símbolo de su futura fertilidad. Según Marcks-Jacobs, podría tener un significado funerario o haber formado parte de un grupo escultórico familiar. Creen también que la escultura data del siglo I d.C. y que es, por tanto, un siglo más antigua de lo estimado inicialmente.
Hoy en día, esta estatua es la única representación de este género en bronce. Una característica que hace todavía más singular a esta pieza, una de las dos únicas estatuas togadas en bronce de época romana halladas en la península Ibérica. La otra es el Togado de Periate, que se conserva en el Museo Arqueológico y Etnológico de Granada, y que fue hallado en los años ochenta del siglo XX. De hecho, en todo el antiguo territorio del Imperio Romano, tan solo se han encontrado 13 togados de bronce de ese tipo.
Desde su llegada a Pamplona, el 12 de mayo de 2022, la escultura ha sido objeto de estudios científicos, tanto de carácter técnico, como históricos y artísticos. El pasado octubre, se celebró en el Museo de Navarra la primera sesión de la XI Reunión de Escultura Romana en Hispania, encuentro especializado de carácter internacional, que organiza la Universidad de Navarra.
El objetivo era presentar el Togado de Pompelo a los máximos especialistas en estatuaria romana para que pudieran aportar sus conocimientos. Entre los participantes estaba Hans Rupprecht Goette, reconocido como una autoridad mundial en estatuaria de la Antigüedad clásica, muy particularmente de los togados. Fue él quien trasladó a las responsables del museo que muy probablemente el togado era, en realidad, una togada, y les recomendó que contactaran con la especialista Carmen Marcks-Jacob, de la Universidad Humboldt de Berlín, autora en 2005 de un artículo que incluía una interpretación distinta de esta pieza.
El Museo de Navarra encargó a ambos expertos alemanes un estudio especializado —que sigue en curso, pero del que se ha publicado este informe previo— que concluye que la persona representada en la estatua es una mujer y que adelanta en un siglo su construcción. La pieza volverá a ser expuesta a lo largo de este 2025 en el Museo de Navarra, que en la actualidad cuenta con varias salas cerradas por obras.
Nota. Precisamente hoy sale en DN un artículo llamando a la prudencia ante una hipótesis tan golosa.
Un momento del musical 'La revista negra' estrenado en Baluarte en septiembre de 2007, en el que la legendaria bailarina negra Joséphine Baker (interpretada por la actriz Nicolle Rochelle) actúa con el cinturón de plátanos que la hizo famosa CEDIDA/ ARCHIVO DN
El escandaloso espectáculo que protagonizó Joséphine Baker en la Pamplona de 1930
La cantante y bailarina francesa ofreció una actuación el 8 de abril de 1930 en el Teatro Olimpia de la capital navarra, que provocó una airada respuesta por parte de las asociaciones y cofradías religiosas de la ciudad
1926 Coliseo Olimpia, entre Cortes de Navarra (izda) y la av. San Ignacio
El 8 de abril se cumplieron 95 años de la memorable actuación de Joséphine Baker en el Teatro Olimpia de Pamplona, que supuso un auténtico escándalo para una parte importante de la sociedad navarra, impregnada por aquel entonces de un profundo catolicismo y muy alejada de las corrientes de la época. La actriz, cantante y bailarina francesa de origen estadounidense, considerada la primera vedette de la historia, y que tenía entonces 23 años, actuó en la capital navarra -en plena Semana de Pasión- dentro de una gira que en 1930 le llevó por diversas ciudades españolas, entre ellas Madrid, Barcelona, Zaragoza o San Sebastián.
Joséphine Baker ya era en aquel momento una estrella internacional y marcó un hito en la historia del espectáculo español, al introducir el jazz y la estética del cabaret parisino en un público que apenas comenzaba a familiarizarse con estas expresiones artísticas.
Anuncio publicado en 'El Pensamiento Navarro' promocionando el espectáculo de Joséphine Baker el pensamiento navarro
La promoción del espectáculo en la prensa local navarra dio lugar a un encendido debate entre los medios, en particular entre ‘El Pensamiento Navarro’, órgano oficial de la Junta Regional Carlista de Navarra, y ‘Diario de Navarra’, que se definía como independiente pero que, a juzgar por lo publicado, se mostraba más alineado con la censura eclesiástica.
Tres décadas después, "reconciliación" Baker-Iruña
El 8 de abril de 1930, la portada de ‘Diario de Navarra’ -entonces dirigido por Raimundo García García, conocido por el seudónimo de ‘Garcilaso’- publicaba dos reseñas relacionadas con el espectáculo sin nombrar siquiera el nombre de la artista. La primera de ellas, titulada 'UNA PROTESTA', era una información sobre las medidas que habían tomado los círculos católicos de la ciudad para protestar por la actuación.
"Una actriz extranjera, de escandalosa desenvoltura y presentación, que ha originado conflictos en varias naciones, viene a Pamplona, y en Semana de Pasión...
Las Directivas de todas las Asociaciones y Cofradías religiosas de la ciudad invitan a todos sus afiliados a que asistan a un acto religioso de desagravio que en protesta de ciertas exhibiciones teatrales, inconveniente en todo tiempo pero especialmente impropias y reñidas con la tradición pamplonesa en este de Cuaresma, se celebrará en la iglesia de San Ignacio (Padres Redentoristas) con la bendición del Iltmo. señor Obispo, a las seis y media de la tarde de hoy"
La segunda, titulada 'QUÉ FRESCURA', era un texto de opinión (más parecido a un editorial actual) que valoraba el hecho noticioso y criticaba al periódico ‘El Pensamiento Navarro’ por publicar el anuncio del espectáculo. Esta segunda pieza, anónima, aparecía firmada con el pronombre ‘Yo’.
Pero no se conformó Diario de Navarra con esas dos reseñas. Para compensar el atrevimiento de El Pensamiento Navarro, promocionó unas "Conferencias con proyecciones" en el Euskal-Jai que bajan la libido al más pintado:
Los leprosos son verdaderos cadáveres vivientes. El enfermo conserva su inteligencia y sigue paso a paso el desmoronamiento de su cuerpo; el hedor de las llagas es insoportable. La putrefacción dura hasta ocho o diez años cuando la lepra reviste la forma tuberculosa y más si es anestésica o insensible. Caen las carnes a pedazos; en la célebre banda de Molokai hubo músico que dejó parte del labio adherida a la embocadura del instrumento