"St. Firmin d'Amiens". ¿Pero no era de Pamplona? |
Decía Martinena en su artículo "El fémur de San Fermín, recibido en 1941" que "según el criterio del Dr. Juaristi, notable experto en su especialidad médica, San Fermín era de baja estatura y complexión más bien fina".
Ahora entiendo por fin el origen de esa expresión tan pamplonica de "San Fermín Chiquito".
Este domingo 15 de enero se ha celebrado en Pamplona la fiesta de las Reliquias de San Fermín.
El hallazgo de los restos de San Fermín, reflejado en esta pintura del Salón del Trono del Palacio de Navarra |
"Aunque lo que se celebra en este día -sigue Martinena- es el milagroso hallazgo de los restos mortales de San Fermín, el 13 de enero del año 615, y su traslado a la catedral de Amiens, ciudad en la que predicó y fue martirizado, la gente sigue relacionando la festividad con el culto a las reliquias, de las que Pamplona conserva varias, traídas de dicha ciudad francesa en distintas épocas, desde mediados del siglo XII hasta prácticamente nuestros días".
16.03.41 D llegada del fémur (AMP)
Ya sabemos qué imita la arqueta que llegó a Pamplona desde Amiens |
Previamente, el jueves anterior, en diario de Navarra se hace este ingenuo llamamiento:
13/03/1941 ...para trasladar la reliquia y depositarla provisionalmente en la Capilla de San Fermín, formad todos los hombres (son escasas las mujeres que veréis en la fotos), con aquella devoción, seriedad y compostura que es tradicional en vosotros. Se refiere en la vida de San Fermín que sus reliquias, después de una oración, fueron descubiertas en tiempo del Rey Teodorico, gracias a aquella luz esplendorosa que apareció sobre su sepulcro y al olor suavísimo que de él salía y que al ser trasladadas por el Venerable Salvio, Obispo de Amiens, en el corazón del mes de enero, y haciendo un frío intensísimo, todos los árboles se cuajaron de brotes y flores y se esmaltaron los campos de lirios y rosas y recobraron muchos enfermos la salud perdida.
Sin embargo, a pesar de estar a unos días de la primavera astronómica, los árboles de lo que hoy es Antoniutti, lucen su severo ropaje invernal. Llama la atención la cantidad de críos subidos al tejado de lo que era arbitrios
Martinena: notario, canónigos, deán..."todos ellos con sotana, manteo y el sombrero de teja en la mano, en una estampa que hoy nos resulta insólita, pero que durante siglos formó parte consustancial de la fisonomía de nuestra ciudad... Detrás, dando escolta a la reliquia, a la que los guardias saludan marcialmente, marcha la comisión que la trajo de Francia...
La comitiva se detiene ante quien parece ser el Obispo Marcelino Olaechea. Julio Cía capta un momento de indecisión en el protocolo.
Hasta que quien parece ser el jefe de protocolo le señala al portador de la reliquia, Philippe Antonie, Vicario General del obispado de Amiens, dónde debe situarse.
Aquí parece haber un diálogo entre el portador de la reliquia y el receptor de la misma, mientras los guardias mantienen la posición de "descansen armas".
Y aquí tenéis, en detalle, el fémur con su leyenda, dentro de la arqueta adornada con los escudos de Pamplona y Navarra y los correspondientes de Amiens.
Seguro que ninguno de los asistentes pudo ver el acto del Postal de Taconera mejor que nosotros, gracias a las fotos de Julio Cía que nos ofrece el AMP.
Años 60: aires de cambio
Durante poco más de dos décadas campó a sus anchas el Nacionalcatolicismo. Pero en 1962-65 llegaron los aires renovadores del Vaticano II que se llevó en volandas latín, sotanas, manteos, tejas y bonetes. El Seminario de Pamplona que en 1963 llegó a alojar a más de mil seminaristas, para el 68 quedó huérfano de ellos. Llegó el Mayo del 68 y leímos "El miedo a la libertad", de Erich Fromm, o "Eros y Civilización", de Marcuse. A comienzos de los 70, comenzó Cristianos por el Socialismo, basado en la Teología de la Liberación.
Goñi Gaztambide, el primer crítico
En 1941 a nadie se le ocurría poner en duda la autenticidad de las reliquias de San Fermín. Pero a finales de los 70, Don José Goñi Gaztambide, sacerdote, profesor, canónigo y archivero de la catedral de Pamplona, nos vino a decir que todo lo que se sabe de San Fermín, obispo de Amiens, natural de la ciudad de Pamplona, viene dado por leyendas tan tardías que se duda muy razonablemente de la existencia histórica del personaje. Hasta el siglo VIII no hay noticia alguna ni de su vida ni tan siquiera de su culto, y sólo a partir del siglo IX empieza a forjarse su leyenda. Dicho sencillamente, no sólo se pone en duda que ese fémur corresponda a San Fermín, sino la propia existencia del santo.
Goñi Beásoain, el último resistente
Todavía hoy, en la página web de la Parroquia de San Lorenzo, Capilla de San Fermín, hay un artículo de José Antonio Goñi Beásoain de Paulorena titulado "San Fermín, primer obispo de Pamplona".
En su día me lo leí completo y quedé admirado de todos los detalles que se cuentan en las Actas de la vida y del martirio de san Fermín. Pero, buscando qué había de verdad histórica en todo ello, me quedé con este párrafo:
"A pesar de que su existencia no puede testimoniarse con documentos históricos, no podemos concluir que san Fermín sea fruto de la devoción popular o de leyendas hagiográficas. No parece lógico que la lápida con la inscripción “Firminus M.” (“Fermín mártir”), hallada en Saint Acheul (Francia) cerca de Amiens, lugar donde la tradición afirma que fue enterrado el santo obispo tras su martirio..."
Inscripción con alusión a
Peremusta-Pablo Serrano
Como veis, para demostrar la existencia de San Fermín, ya nadie se agarra a las reliquias del Santo, sino a esa inscripción de "Firminus M." . Es el último agarradero.
O sea que, según Goñi Beásoain (y antes que él, el propio Goñi Gaztambide y Jesús Arraiza Frauca) hay una lápida, hallada en Saint Acheul (Francia), con esa inscripción.
Para comprobarlo, escribí en Google esa inscripción ("Firminus M.") entre comillas y me salieron nada menos que 351 resultados, pero ninguna imagen de la inscripción.
Me pareció extrañísimo que una inscripción tan importante no estuviera debidamente documentada y me acordé de cómo tratan las inscripciones en el yacimiento navarro de Santa Criz de Eslava (enreda en 3Dimensiones).
Arqueta de san Fermín. Dibujo publicado en la Guide de l'étranger à Amiens (1858) |
Limité la búsqueda hasta 07.07.2015 y me apareció tan solo un artículo de ABC, justo de esa fecha, en el que se dice:
En el supuesto lugar de la tumba del santo, en Abladene, se levantó más tarde la iglesia de Santa María de los Mártires, convertida después en la abadía de Saint Acheul, según relata Goñi. Allí se encontró una lápida con la inscripción «Firminus M.» («Fermín mártir»).
Ese "Goñi" se ve en el contexto que es José Antonio Goñi Beásoain de Paulorena en su artículo sobre « San Fermín, entre la historia y la leyenda».
Así pues, Goñi Beásoain es el responsable último de que en la red haya unas cuantas páginas que afirman la existencia de esa lápida con la inscripción «Firminus M.». (que se traduce como «Fermín mártir»). Afirmación que no viene corroborada por una sencilla imagen en ninguna de esas páginas.
Cansado de tanta búsqueda infructuosa, me fui a la fuente original: en la página de la Abadía de Saint-Acheul de Amiens ni siquiera se dice que exista una lápida con la inscripción que buscamos, pero sí que ofrecen una imagen de una moneda de la época de Carlomagno con la leyenda "¿Sancti Firmini?" (de San Fermín, en genitivo):
Moneda de Amiens de la época de Carlomagno con la leyenda San Fermín |
Pero de la lápida y del "Firminus M.", ni rastro.
Tumba de San Fermín (detalles) - Catedral de Amiens |
No nos queda otra que meternos dentro de la mismísima tumba de San Fermín, en la Abadía de Saint Acheul, a ver si aparece destacada esa inscripción que, en internet, ha popularizado Goñi Beásoain, Canónigo de la Catedral de Pamplona.
Por favor, a toda pantalla:
Como veis, ni rastro de esa inscripción.
Actualización Agosto 2021
Goñi Beásoain DN 2015 (pincha) |
Recibí en esas fechas un correo de de Goñi Beásoain en el que me decía que "Goñi Gaztambide tuvo una disputa con Ricardo García Villoslada al respecto de la lápida que usted menciona, y de la que Goñi Gaztambide habla en su obra "Historia de los obispos de Pamplona". Puede encontrar también información sobre la lápida y la mencionada disputa en la obra de Jesús Arraiza Frauca "San Fermín. El santo, la devoción, la fiesta".
Pero ninguna imagen de la inscripción "Firminus M." en dicha lápida.
En conclusión, como en las "Crónicas Valdorbesas":
"Cuando se afirma algo extraordinario y, pudiendo hacerlo, no se presentan pruebas, pongámonos en guardia: nos quieren tomar el pelo".
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