"Combat de taureaux à Pampelune" 1829 Charles (de) Séchan |
No hace muchos años di con esta imagen -recortada y con bastante peor calidad- y me pareció leer "Pampelune" y "1829" en el texto del ángulo inferior izquierdo. Y empecé a elucubrar que, si era Pamplona y en aquel año, ese desastre de corrida podía haberse producido en la Plaza del Castillo. El toro, una alimaña, bien podría ser un carriquiri.
Al no estar seguro, no me atreví a incluir la imagen en la entrada correspondiente. Pero la fui pensando.
"Combat de taureaux à Pampelune" es, además de una obra de arte muy cotizada, el primer testimonio gráfico de actividad taurina en Pamplona.
Título, autor y dueño
Charles (de) Séchan |
Charles Séchan, nació en París, en 1803. Tendría 26 años cuando estuvo en la Plaza del Castillo, en julio de 1829.
La suerte ha llamado a la puerta de la Ciudad y, estos pasados Sanfermines, un galerista, Michel Menéndez, que ha puesto su nombre a la galería de la calle San Antón, nos asegura que este cuadro ha sido "la atracción de la exposición". Así pues, este cuadro lo tenemos ahora en Pamplona (yo lo he visto esta misma mañana).
Plaza del Castillo, una tarde de Julio
Además de en Sanfermines, se celebraban festejos taurinos por Santiago (25 de Julio) y San Abdón y Senén (30 de Julio). En cualquier caso, la escena del cuadro se produce en Julio.
Presidencia en la Casa del Toril |
Mirando el cuadro de Séchan, no es complicado ver dónde quedarían las escalericas (hueco tras el picador relajado) y que el palco de autoridades estaba en la primera planta de la Casa del Toril (a la derecha; actualmente, nº 37), desde la que la Corporación Municipal presidía el festejo.
Y viendo la longitud y dirección de las sombras, el sol ha pasado el mediodía y se encuentra al sudoeste. Es pues una tarde de julio.
Ganadería navarra, dehesa y sotos
"Toros en el Mochuelo" Prudencio Pueyo h.1890. |
Unos días antes de las corridas, los astados se trasladaban, a pezuña y por caminos discretos, desde la dehesa, conducidos por vaqueros —como se llamaban antiguamente a los pastores de reses bravas— y arropados con mansos, hasta un soto próximo a la ciudad.
Durante siglos se utilizaron los de Esquíroz, Barbatáin, Mutilvas, Cizur Menor, Mendillorri y, preferentemente, el pueblo de Salinas de Pamplona, que, además de buenas hierbas, disponía de corrales para recoger las reses.
En el siglo XIX, al que corresponde el cuadro, pastaban en los sotos de Mutilva y la Cadena (San Juan), hasta 1893, en que se acomodaron en un gran corral de piedra (en el que se instalaron pesebres y puertas) construido en el soto del Sadar o Sario.
La noche anterior
El día de la corrida, «a la hora del alba», partía la torada desde el soto, conducida por un pastor a caballo y varios más de a pie. Lentamente, enfilaban por caminos discretos hasta la Vuelta del Castillo, siguiendo por las proximidades de la Puerta de la Taconera hasta la Cuesta de la Reina. Bajada ésta, ascendían levemente hasta el portal Nuevo, y por la Bajada de las Tenerías (hoy del Portal Nuevo) alcanzaban el corralillo de Santo Domingo, desde donde saldrían, a las seis de la mañana, hacia la plaza del Castillo
La Entrada
Izda: Casa Viscor (tras.), vista desde Chapitela; dcha: vista desde Mercaderes |
Mientras la Plaza del Castillo fue plaza de toros (hasta 1843), la Entrada salió de las inmediaciones del Portal de la Rochapea y entró por Chapitela.
Un jinete iniciaba la carrera, a su vera cabalgaba un empleado municipal tocando el cornetín, seguían a corta distancia los toros arropados por mansos y manejados por pastores.
Hacia el último tercio del siglo XIX los jinetes fueron yendo reemplazados por los mozos, convertidos en guías de las reses bravas.
Pero en la época del cuadro (1829), todavía no existía el encierro tal como lo conocemos ahora.
También Juanito Gómez firmó sobre la Casa de los Toriles. 1953 AMP |
2 comentarios:
20:32 (hace 1 hora)
Muchas gracias Pachi Impresionante tu escrito y tu labor Un abrazo
El dueño de la acuarela (Patxi Razquin) ha escrito en un grupo de Facebook lo siguiente:
"Era una acuarela y la compré a un tal petit en una casa de Francia que estaba en un bosque".
Más misterio imposible
Publicar un comentario