miércoles, 24 de agosto de 2022

Los labradores, por la mañana

Es increíble cómo funcionan memoria y desolvidos. 
Domingo 21 de agosto, aperitivo en la Vaguada. Al salir, mis cuñados Juamba y Javier, que tienen sendas huertas, se quedan contemplando unos rosales. Yo le comento a Nieves: "mira, los labradores". Y a ella -empezando por "los labradores"- se le desencadena  una canción que aprendió en el albergue de Vera de Bidasoa, allá por 1960 y que nunca nos la había cantado.
Albergue de Vera de Bidasoa
Torrecillas de la Tiesa (Trujillo, Cáceres)
El origen de esta preciosa jota puede estar en León, Castilla o Extremadura. Sea donde fuera, fue divulgada por la Sección Femenina hasta el último rincón de España.
Me ha encantado la versión que hacen en Torrecillas, Cáceres, además en la Calle del Labrador. No sé si titularla también "Orgullo de padre" (ver recitados del mozo, sobre todo el 2º).
La fiesta que Torrecillas celebra el 22 de febrero viene a raíz de un milagro. Es la fiesta local de Los Labradores. En los años 40 hubo una sequía que llevo a implorar a la Virgen para que lloviera tanto para las cosechas, como para el abastecimiento. A pesar de no estar pronosticada la lluvia, cuando la Virgen salió, no solo llovió sino que además nevó. Todo el pueblo salió hacia la iglesia para agradecérselo a la Virgen.
Quiero un hombre 
CONSEJOS DEL TÍO PERICO (Texto original)
por Luis Chamizo, en 1921
Quiero un hombre d’estos hombres
ya curtíos por el frío del invierno,
y tostaos por el sol del meyodía,
y bañaos po las aguas de febrero,
y besaos po la luna cuando duermen
en las eras, junt’al trillo, cara’l cielo.
Qu’estos hombres son los machos d’una raza
de castúos labraores extremeños
que inorantes de las cencias de los sabios
las jonduras d’otras cencias descubrieron
cabilando tras las yuntas
en la paz de los barbechos.






Estribillo
Los labradores, por la mañana,
el primer surco y olé,
es por su dama.
Es por su dama,
ramo de flores,
y a mí me gustan y olé,
los labradores.

Me gustan los labradores
sobre todo en el verano;
por la sal que ellos derraman
cuando golpean el grano

Aunque vivo junto al agua
no me miro en la laguna;
aunque soy hija de pobre
no me cambio por ninguna.

Me llamaste morenita
y yo te llamé ladrón;
el ser ladrón es deshonra
y el ser morenita no

Abrid puertas y ventanas
las que vivís en el pueblo;
el segador pide rosas
para adornar su sombrero

Ya salen los labradores 
en busca de las espigas; 
se llevan los corazones 
de las muchachas que miran

Allá va la despedida
la que dan los labradores
Surco arriba, surco abajo
y adiós, ramito de flores
Son asina los cachorros de la raza
de castúos labraores extremeños,
que, inorantes de las cencias d’hoy en día,
cavilando tras las yuntas, descubrieron
que los campos de su Patria
y la madre de sus hijos, son lo mesmo.

2 comentarios:

Aritz Lizarraga Olascoaga dijo...

Las jotas de fuera de la Valdebro no parecen jotas.

mina dijo...

Preciosa jota, indagando en los recuerdos. Aquel verano en el albergue de Vera de Bidasoa...