Sánchez, además de soberbia, pecó de ingenuidad. No sabía que los puigdemones eran más cansos que el Juanico del Señor Tomás.
Pero, al césar lo que es del césar, Sánchez puede sentirse orgulloso porque se lo propuso y lo consiguió. Y no será porque no haya tenido que vencer resistencias y obstáculos. El 23 de julio, por la noche, mostró su determinación a convertir a Puigdemont en uno de los suyos. Habrá quien diga que es él quien ha acabado convirtiéndose en uno de los puigdemones, pero son insidias.
— Diego Chopenawer (@dchopenawer) March 16, 2024
Pues eso, date por jodido, Sánchez. Date por jodida, España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario