viernes, 17 de septiembre de 2021

¡Salve, Madre! (a la Virgen del Horizonte)

Cuando, el 28 de agosto, fuimos a visitar a la Virgen del Horizonte, la solitaria de Garitón, había un hombre rezando en silencio ante ella. Le saludamos y nos situamos a su izquierda, un par de pasos detrás de él.
No soy de rezar en silencio, pero sí de cantar. Y entoné suavemente (cosa rara en mí) el "¡Salve, Madre!". 
Craso error, imprudencia total. Esa salve es la que más adentro me ha llegado desde niño y casi nunca he podido con ella. Y menos ahora, con más de 70 años y cada día más sentimental. Sabía que me iba a romper.
A trancas y barrancas, fui desgranando los primeros versos:

Salve, Madre,
en la tierra de tus amores
te saludan los cantos
que alza el amor.
Reina de nuestras almas,
flor de las flores,
muestra aquí
de tu gloria los resplandores,
que en el cielo tan sólo
te aman mejor.

Envalentonado, acometí la plegaria:

Virgen Santa, Virgen pura,
vida, esperanza y dulzura
del alma que en ti confía;
Madre de Dios, Madre mía,
mientras mi vida alentare,
todo mi amor para ti;
mas si mi amor...

Ahí me rompí, no podía continuar.
Y entonces, aquel hombre que había estado en silencio y de quien no estaba muy seguro de que mi canto no le molestara, me dijo con todo su interés:
- ¡Sigue, sigue!
Piropo que aún me emocionó más y ya fui incapaz de rematar lo poco que me quedaba:

mas si mi amor te olvidare,
Madre mía, Madre mía,
aunque mi amor te olvidare
tú no te olvides de mí.

Estaba claro que aquello no podía quedar así, tan deslucido, y hoy he preparado este vídeo con la esperanza de que aquel desconocido pueda verlo algún día.
 
Esta Virgen del Horizonte, la solitaria de Garitón, es muy poco conocida, incluso en Pamplona. Por eso, os invito a conocer su origen y ubicación, por si queréis hacerle una visita:

1 comentario:

Pérez de Zabalza dijo...

Todos son recuerdos del interior de cada uno