martes, 7 de septiembre de 2021

Pablo Rada, de Caparroso

Pablo Rada Ustárroz nació en Caparroso, el 30 de junio de 1901. Hijo de Juan de Dios Rada Rodrigo y Raimunda Ustárroz Álvarez, tuvo ocho hermanos. Los padres se volcaron en su educación, en la medida de sus fuerzas, dada su condición de modestos artesanos de carpintería artística. Ambos murieron pronto, sobreviviéndoles cinco hijos: Tomás, carpintero; Pablo, mecánico; Teresa, que se hizo cargo de los más pequeños; Saturnino, mecánico y Pepe, sastre.
Los maestros del pueblo manifestaban que los hermanos Rada siempre se distinguían en la escuela por su aplicación y por su afición a las matemáticas. Pablo, desde pequeño mostró afición a la maquinaria trabajando en un taller de su pueblo desde los 11 años y posteriormente en los talleres de Múgica y Arellano de Pamplona, en las Industrias Electromecánicas de Bilbao, y en la Azucarera de Marcilla. Debido a la temprana edad en la que empezó a trabajar, sólo podía asistir a la escuela nacional nocturna.

En pleno vuelo...
A los 19 años se marchó a Valencia, matriculándose en la Academia Cervera que le permitió terminar sus estudios de perito mecánico, empezando a trabajar en una naviera mallorquina hasta que fue llamado al servicio militar y destinado, el 10 de febrero de 1924, al 11° Regimiento de Artillería Ligera en Burgos. Pocos meses más tarde solicitó su traslado a la Aviación Militar.

El 1 de julio de 1924 ingresó en la Escuela de Mecánicos de Aviación en Cuatro Vientos con la XI Promoción. Al terminar sus estudios hizo un breve curso en la Escuela de Tiro y Bombardeo Aéreo de Los Alcázares y fue destinado a la Base de Hidros de las Fuerzas Aéreas de Atalayón (Melilla).

Durante las operaciones de Alhucemas voló en el Dornier Wal con Ramón Franco y de estos vuelos surgió una amistad y compenetración que tendría gran trascendencia, tanto en el aspecto profesional como personal, para ambos.
A pesar de su corta experiencia, Ramón Franco se decantó entre otros muchos mecánicos por Rada para el vuelo del Plus Ultra por razones que él mismo justifica en su libro De Palos al Plata: "Podía haber encontrado mecánicos mejores que Rada, porque todo es susceptible de mejora, pero lo que yo necesitaba para mi vuelo lo tenía Rada: confianza ciega en mí, salud fuerte, inteligencia, peso reducido, desinterés, sacrificio, arrojo hasta la temeridad, hombre de pocas palabras como soy yo; y por otro lado, necesitaba recompensar a este muchacho, que conmigo había compartido los peligros de la guerra, a quien en vuelo muchas veces las balas contornearon su silueta; que otras veces, con grave peligro, se salía en vuelo por las alas y cubierta a evitar que una pequeña avería reparable pudiera convertirse en algo irreparable, sin preocuparse ni de quemaduras producidas por el escape, ni de que una hélice pudiera alcanzarle como le pasó en una pierna, que lo tuvo un mes sin poder volar".
De su actuación durante el vuelo del Plus Ultra, el periodista Alonso escribió: "Rada va pendiente de todo el mecanismo del motor, de trece depósitos de gasolina, de la temperatura de los motores, de los niveles. Aquello es un infierno, un infierno apestando a gasolina. Rada, que se puede decir pulsa al aparato como un médico al enfermo, avisa al piloto del funcionamiento de los motores. Esto en vuelo. En tierra prosigue su agotadora tarea. Revisa los mandos, petrolea los motores, limpia las bujías... ¡Para que luego digan que la misión de Rada es una cosa subalterna! ¡Si, si! ¡Cualquier cosa! De otra parte es un muchacho activísimo, de acero, incansable al trabajo".
Aquí podéis ver la letra
Cambiando la hélice
En cuanto a su actuación en tierra, ya conocemos el buen recuerdo que dejó entre las muchachas cariocas, comentadas por la incipiente prensa rosa del momento. En la ciudad porteña el acoso de sus admiradoras fue increíble, el diario La Razón de Buenos Aires decía: "Rada es, en efecto, la figura más popular de la expedición. Esta predilección del público argentino debe llamar un poco la atención de nuestros huéspedes, que vienen de un país que conserva, entre otras tradiciones las de jerarquía, privilegios y prejuicios de casta. Los argentinos hemos incorporado a nuestra vida otros usos y nuestro pueblo es particularmente sensible a las grandes acciones de los héroes modestos, hijos de su propia obra. Por eso Rada se ha convertido en un símbolo popular, que es el trabajo triunfante, la pericia obrera llevada a los resultados más espléndidos. De ahí que se perciba fácilmente un movimiento espontáneo en todos para premiar a este esforzado muchacho, que es un alto exponente de su raza, a la clase laboriosa del país que virtualmente representa entre nosotros".

Y si no es por la tripa de Rada se quema el avión
Muchos diarios, clubes o casas regionales organizaron comidas y abrieron suscripciones para obsequiar a los tripulantes, algunos exclusivamente para Rada como el diario La Libertad que recaudó 150.000 pesetas. De regreso a España los obreros de Huelva le regalaron "un martillo de oro como símbolo del trabajo"; la casa Ford le regaló un automóvil Lincoln valorado en 50.000 pesetas y lo nombró su representante para España; el diario El Liberal "una cantidad no despreciable"; el Diario de Navarra abrió una suscripción para comprarle la casa donde había nacido; y el diario ABC recaudó 1.082.530 pesetas para repartir entre todos los tripulantes.

Según el diario La Tradición Navarra del 15 de abril de 1926 "las cantidades que hasta ahora le han correspondido a Rada por suscripciones abiertas a su favor ascienden a 600.000 pesetas, más otro tanto por las abiertas para toda la tripulación".

En numerosas fotografías Rada aparece con figuras del toreo, como el matador de toros navarro Cándido Tiebas y Ángel Luis Bienvenida, con quien actuó en numerosos festivales. Según algunos testimonios de la prensa, posiblemente animados por la emoción del momento, afirmaban que Rada tenía grandes facultades y pudo ser figura del toreo de haberse dedicado a ello.

En 1928 inició una nueva aventura aérea con Ramón Franco, Ruiz de Alda y González Gallarza, al intentar dar la vuelta al mundo en un hidroavión cuatrimotor. Despegaron de Cádiz el 1 de agosto, pero debido a la rotura de una tubería de combustible se pararon dos motores, lo que les obligó a realizar un amerizaje de emergencia frente a las costas portuguesas. Una vez reparada la avería y cuando se disponían a despegar de nuevo observaron que, a través de un gran agujero del casco, había entrado gran cantidad de agua, lo que impedía continuar el vuelo a pesar del gran esfuerzo realizado por Rada achicando el agua que le llegaba hasta el pecho. Como consecuencia de este ímprobo trabajo cogió un reuma articular que le tuvo postrado en cama varios meses.
Banquete Centro Navarro de B.A. 18.02.1926

Al terminar esta fracasada aventura, Rada se licenció del ejército y regresó con su familia a Caparroso para recuperarse de su enfermedad; se había casado el año anterior.

Una vez recuperado regresó a Madrid, obteniendo el título de piloto privado, continuando con su taller de coches y la representación de Ford. Mantuvo su amistad con Ramón Franco y ambos participaron en política, afiliándose a partidos republicanos de izquierda, tomando parte en la sublevación de Cuatro Vientos cuyo fracaso les obligó a huir a Francia.

Al proclamarse la República, en 1931, regresaron a España y fueron recibidos como héroes. Se presentaron a las elecciones en una candidatura de izquierdas por la que Ramón Franco obtuvo su acta de diputado.

Iniciada la Guerra Civil, Rada realizó un curso de piloto militar y se incorporó a una escuadrilla de bombarderos Potez-54 en el bando republicano. Posiblemente afectado por el asesinato de Ruiz de Alda y el pase de Ramón Franco al bando sublevado, decidió exiliarse en Francia, Colombia y finalmente en Venezuela, donde montó un taller mecánico con su hermano Saturnino.

Aquejado de una grave enfermedad regresó a España y a su llegada fue ingresado en el sanatorio de la Armada en Los Molinos (Madrid), donde falleció el 18 de abril de 1969 (con casi 68 años), siendo enterrado en el Panteón de la Armada Española, cercano a dicho sanatorio.

5 comentarios:

Pérez de Zabalza dijo...

Impresionante relato de una vida escepcional de su epoca

angel dijo...

Conocía algo sobre Pablo Rada, ahora ya conozco lo que me faltaba, gracias por tu dedicación a profundizar en los temas y ponerlos a nuestro alcance.

Pablo Rada dijo...

Muchísimas gracias, por publicar esta exhaustiva información de mi abuelo, para mí siempre ha sido un orgullo ser su nieto, y me dedico a la aviación por ello.
Un fuerte abrazo Pachi.

Pablo Rada (Tercero)

Maria Luisa Aguayo Arrizurieta lo dijo...

Gracias Pachi Por Tú Sabiduría. Un Abrazo

Maria Luisa Aguayo Arrizurieta lo dijo...

Gracias Por Tú SABIDURÍA.