martes, 21 de septiembre de 2021

San Antón 40

Placa de Coliving Students, en San Antón 40
Cuando pases por San Antón 40, no dejes de admirar el buen trabajo que han hecho ni de leer este interesante letrero:
El fuego de San Antón
La orden de San Antón se fundó en el Medievo para atender y curar a enfermos aquejados de una dolencia de carácter epidémico, el cornezuelo del centeno. Sus hospitales acogían a los peregrinos del camino a Santiago. Aquí encontraron al santo protector, el tratamiento médico y un pan elaborado con harina de trigo, que aseguraba su sanación.
Herederos de este espíritu de salud, cuidado y acogida, recibimos a nuestros estudiantes en el camino de su formación.
San Antonio Abad
La calle San Antón hace referencia a San Antonio Abad, fundador del movimiento eremítico, que vivió en Egipto entre los siglos III-IV. O mejor, a los Hospitalarios de San Antonio, orden fundada en el siglo XII bajo su advocación. La iconografía lo refleja, representando a san Antonio con el hábito oscuro de los Hospitalarios y la tau o la cruz egipcia que vino a ser su emblema.

Ergotismo
Pan blanco, el remedio
La orden de los antonianos se ha especializado desde el principio en la atención y cuidado de enfermos con dolencias contagiosas: peste, lepra, sarna, enfermedades venéreas y sobre todo el ergotismo, llamado también fuego de san Antón o fuego sacro o culebrilla. 
Está causado fundamentalmente por el ergot o cornezuelo (Claviceps purpurea) que contamina el centeno, principalmente.
Una de las sustancias producidas por el hongo es la ergotamina, de la cual deriva el ácido lisérgico. Los efectos del envenenamiento pueden traducirse en alucinaciones, convulsiones y contracción arterial, que puede conducir a la necrosis de los tejidos y la aparición de gangrena en las extremidades principalmente. La enfermedad empezaba con un frío intenso y repentino en todas las extremidades para convertirse en una quemazón aguda
Se establecieron en varios puntos del Camino de Santiago, a las afueras de las ciudades, donde atendían a los peregrinos afectados con pan de trigo. 
Durante la Edad Media además tenían la costumbre de dejar sus cerdos sueltos por las calles para que la gente les alimentara. Su carne se destinaba a los hospitales o se vendía para recaudar dinero para la atención de los enfermos.

Convento e iglesia de San Antón en Pamplona
Según Arazuri, no se sabe cuando se fundó la antiquísima iglesia de San Antón en Pamplona. Los datos más antiguos que conocemos de aquella iglesia datan de 1357.
Los restos del baluarte de San Antón, año 2000
Juan José Martinena  nos dice que dos siglos después, en 1571, los antonianos fueron indemnizados por tener que dejar iglesia y convento para permitir la construcción de la Ciudadela. El hecho de que uno de sus cinco baluartes fuera bautizado con el nombre de San Antón, hace sospechar que fue en él donde quedó ubicada la iglesia.
A finales del siglo XVI el convento e iglesia de San Antón se instalaron en la calle de las Ferrerías y Zapaterías Viejas, que empieza a llamarse "calle de San Antón", denominación que se asienta en el siglo XVIII y desplaza a las anteriores.
En 1787, Pío VI suprimió aquella antigua orden de San Antonio Abad. El 10 de julio de 1795, Carlos IV concedió a los trinitarios, interinamente la iglesia y parte de la casa de San Antonio. El 16 de octubre de 1799 los trinitarios obtuvieron en propiedad el antiguo convento de San Antón. 
En 1835, con la Desamortización, desapareció aquella casa de trinitarios que durante tantos años fue de San Antón y dio el título a la actual calle.  
San Antón 40 (DN 10/09/2020)                                                                           por ADRIANA OLLO
Un inmueble del año 1400, en el número 40 de la calle San Antón, supone el estreno de la firma Lloguering Students en Pamplona, que oferta un total de 8 apartamentos con 3 habitaciones cada uno, dotados con las dotados con las últimas medidas de seguridad físicas y sanitarias.
“En todas las plantas hay lámparas ultravioleta para esterilizar las estancias. Además, una pantalla toma la temperatura a cada persona que accede al edificio y si no es residente y tiene fiebre se bloquea el ascensor para impedirle la entrada, y si es residente le avisa dónde tiene la farmacia más cercana y le facilita teléfonos de médico y centro de salud”, explica Rosa Ceravalls Pujol, gerente de Lloguering Students.
El edificio ha sido prácticamente demolido interiormente, aunque la nueva residencia conservará algunos detalles que el proyecto, de los arquitectos Michel y José Arauzo, ha mantenido. Entre estos, parte de la escalera original, paredes de ladrillo en algunas de las cuales se aprecia la antigua existencia de una chimenea o pinturas, así como las vigas de madera. Además, en el proyecto conviven los sistemas más novedosos como el suelo radiante y refrescante totalmente sectorizado, con las antiguas carpinterías exteriores de madera convertidas ahora en puertas interiores, por ejemplo.
Fonda La Silveria. Hace un siglo, en 1914, este edificio de la calle San Antón albergó la fonda La Silveria, una “casa para viajeros” con “habitaciones amuebladas para familias” y especializada en “huéspedes estables”, tal como recogía la publicidad del negocio. El propietario era Lorenzo Tiberio, por entonces jefe del servicio de Carteros de Pamplona, que decidió poner a la fonda el nombre de su mujer, Silveria Etayo.
Aquí puedes ver la Galería de Fotos (pincha) que Diario de Navarra dedica a esta Residencia de Estudiantes

1 comentario:

Carmelo dijo...

De qué manera nos ilustras, Pachi.
Qué gusto de información, que yo desconocía totalmente.
De la E.M. a la Modernidad, de la mano de San Antón.
Navrazon Pachi, muy bueno este post.