martes, 14 de septiembre de 2021

Dónde está(ba)n la llaves, matarile rile rile...

Dos llaves ‘de uso’ antiguas que corresponden a las puertas de San Nicolás
y Taconera y fueron desmontadas a principios del siglo XX CEDIDA
DIARIO DE NAVARRA 14/09/2021
Traperos de Emaús se encarga de la recogida selectiva de las Mancomunidades de Navarra y, en su labor de recuperación, en 2020 se hicieron cargo de más de 11.000 toneladas de residuos que intentan, en la medida de lo posible, reciclar y reutilizar. 
Y a veces, entre los desechos, hacen hallazgos de valor histórico, cultural o artístico. Es el caso de dos llaves ‘de uso’ antiguas que corresponden a las puertas de San Nicolás y Taconera, portales que, con otras cuatro entradas monumentales, cerraban el perímetro fortificado de la ciudad, y que fueron desmontadas a principios del siglo XX para ser reubicadas años después.
Este lunes (13 de sept.) Marta Lacueva Armendáriz y José María García Bresó -directores y miembros del equipo de coordinación general de Traperos de Emaús Navarra-, Amaia Olaverri Malo -de ese mismo equipo- y Alba García -responsable de recogidas especiales dentro de la entidad- han querido devolvérselas a Pamplona en una recepción en la Casa Consistorial presidida por el alcalde Enrique Maya. En ella han participado otros miembros de la Corporación municipal y han estado también presentes Félix Segura, jefe de sección del Archivo Real y General de Navarra y Susana Irigaray, directora del Servicio de Museos del Gobierno de Navarra.
Las llaves fueron encontradas por un equipo de Traperos de Emaús Navarra en una recogida domiciliaria (¿cómo llegaron a un domicilio particular?) y se detectó su presencia en el momento de la separación de residuos. 
Una, la de San Nicolás, está unida a un llavero de bronce grabado con el nombre del portal que abría; la otra está inserta en un llavero de madera y cuerda, con una leyenda en papel pegado que la asocia con el antiguo portal de Taconera. Traperos se puso en contacto con las direcciones del Archivo Real y General de Navarra y del Museo Etnográfico de Navarra que, tras un análisis inicial, pudieron constatar que se trataba de dos piezas únicas, originales y de gran valor para Pamplona. Dada esta importancia, dieron traslado del hallazgo al consistorio para que este pudiese adquirir las llaves para su custodia y conservación.
El Ayuntamiento de Pamplona ha querido con este acto poner en valor la encomiable labor que hace diariamente Traperos de Emaús con la recogida de residuos, así como su labor de concienciación con la protección del medioambiente apostando por la reutilización de muebles y enseres y, como en este caso, también el trabajo que realizan por la conservación de nuestro patrimonio. Como agradecimiento a esta entrega, el alcalde ha hecho entrega a los representantes de Traperos de Emaús Navarra de una reproducción de la Fachada de la Casa Consistorial.

Seis portales, siete llaves
Las llaves de los Portales de la ciudad (Mikel Thor)
Cada uno de los seis portales que tenía Pamplona en su recinto amurallado, tenía una llave. Cuando el portal se cerraba al anochecer, el portalero debía llevar la llave al Regimiento (Ayuntamiento) que la custodiaba hasta la mañana siguiente. Desde 1560 era costumbre entregar simbolicamente las llaves a los reyes que visitaban la ciudad. Estas 6 que conserva el Ayuntamiento son una copia del año 1828. Se hicieron con ocasión de la visita de Fernando VII a Pamplona. Para ello se tuvo que pedir permiso de reproducción al virrey de Navarra que custodiaba las originales, que habían sido confiscadas por las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia. Hubo reclamaciones del Ayuntamiento al virrey para la devolución de las originales, pero éste nunca las devolvió. Tres son doradas simbolizando riqueza y otras tres bruñidas, de hierro, simbolizando fortaleza.
La llave del centro es de la Casa del Toril, cuyos bajos eran usados como toriles en celebraciones taurinas en la Plaza del Castillo hasta 1843. El balcón de la primera planta era el palco de autoridades. Es el edificio más antiguo de la Plaza.
(Foto Unav.edu).
En el zaguán de la Casa Consistorial, entre otros objetos íntimamente relacionados con la historia o el ceremonial de la ciudad, como el facsímil del Privilegio de la Unión (carta fundacional), o las tres mazas de plata que desfilan en los actos protocolarios, hay una vitrina que exhibe reproducciones de las llaves de las seis puertas que regulaban el paso a través del perímetro amurallado de Pamplona: Rochapea, Portal de Francia, Tejería, Taconera, San Nicolás y Portal Nuevo. Fueron fabricadas por el cerrajero Marcos Vergara en 1828 para Fernando VII y Maria Josefa Amalia de Sajonia como regalo protocolario y, ya entonces, reproducían otras anteriores: las que confiscaron los franceses a los portaleros en 1812 y que estaban bajo custodia del virrey de Navarra.
A Franco se le dio la del Toril
Pero consta la existencia de llaves (¡qué curioso!) en la muralla desde 1560. 
Algunas de las palabras que acompañan a las llaves encontradas por Traperos son un tanto indescifrables, pero en el llavero de bronce consta la inscripción grabada ‘Puerta de San Nicolás’. 
En el llavero de madera y cuerda está escrito a tinta “Llave del 1er rastrillo exterior derecha de la puerta de la Taconera n° en el inventario 14 y en el llavero el n° 1 ......... (palabra ilegible). Nota: existe tal ... (palabra ilegible) rastrillo únicamente una barrera elevada con listones sin que se vean señales de haber habido cerraduras". 
Ahora, las ‘llaves de uso’ recuperadas por Traperos de Emaús deberán ser estudiadas, catalogadas y depositadas en el Ayuntamiento para su custodia como elementos patrimoniales de la ciudad.
Los portales de Taconera y San Nicolás fueron desmontados en 1906 y 1907, respectivamente, y su reconstrucción corrió diferente suerte. El de San Nicolás se volvió a ensamblar en 1929 en la actual calle Bosquecillo, dando entrada al parque de la Taconera, y los escudos del Portal de Taconera estuvieron durante años en los jardines de Antoniutti, hasta que en el año 2002 se reconstruyó la puerta completa en su lugar original.
En la vitrina del zaguán, que inicialmente estuvo en el despacho de Alcaldía, hay una séptima llave, diferente a las demás: la de la Casa de Toriles municipal. Ese inmueble era desde el que la Corporación presidía los espectáculos taurinos. La llave es de factura barroca y fue realizada en el siglo XVIII, una época en la que las corridas de toros se realizaban en la Plaza del Castillo.

4 comentarios:

Carmelo dijo...

Jolín, Pachi, de qué manera nos ilustras sobre nuestra ciudad, qué maravilla.
Magnífico, muchas gracias, Pachi, buen trabajo.
Navrazon

44621044 dijo...

Preciosa historia
Y gran aporte al saber

José Manuel Ayesa Dianda dijo...

Excelente información, pero un tanto extraño este aparecer de las llaves, sin saber de donde proceden. Supongo que alguien iniciara una investigación. Gracias Pachi.

J-A. Zubiaur dijo...

Gracias por la divulgación de un hecho insólito e histórico para la ciudad.