viernes, 5 de abril de 2024

Volver a Ejea: M. Peruga y Puro relajo

Me ha hecho mucha ilusión ver a Marta Peruga (pincha, aquí lo cuenta todo) interpretar "Volver a Ejea", acompañada de Puro Relajo. Es una habanera que trabajé a fondo hace ya 10 años porque tiene detrás mucha historia
Las habaneras son nostalgia, saben a sal y huelen a mar. Y ésta de José Luis Urbén, dedicada a Ejea de los Caballeros, no podía ser menos.

¿Cuántos pueblos (perdón, en este caso villa) pueden fardar de tener dedicada una habanera? Pues Ejea de los Caballeros, para sana envidia de todos, es una de esas villas.
Es además una habanera reciente: según leo, la compuso José Luis en 1995, aunque el primer disco aparece en la BNE en el 2001.
Y desde el comienzo arrasó. Y no me extraña, porque es una habanera muy hermosa. Hasta el punto de que muchos pueblos (especialmente los que riman con Ejea. Y otros aunque no rime) la hicieron suya. Incluso hubo quien hizo un plagio tan descarado que... pero mejor, por una vez, olvidar.
José Luis Urbén hizo tanto la letra como la música básica, aunque los arreglos musicales son de Alberto Artigas. Y José Luis también la canta. Y la canta con tanta verdad que, entre las muchísimas versiones que de ella he escuchado, es la que canta "el de Villanueva" con la que me quedo. Y que él amablemente me ha enviado.
¿Y cómo, siendo de Villanueva, en la comarca de Zaragoza, le hace una canción a Ejea, en la de Cincovillas? Es que esta deliciosa habanera tiene su historia... Y el barco que aparece en portada nos ayuda a entenderla.

Tomás Aparicio
(pincha)
Fue un joven de Ejea que a finales del XIX se alistó para ir a la Guerra de Cuba, la de 1895, esa del desastre del 98. Él no tenía obligación de ir, pero, quizás por afán de aventuras, o tal vez por necesidades económicas (o, lo más seguro, por una mezcla de ambas), sustituyó en el servicio a otro joven de familia acomodada, que pagó lo estipulado a la familia de Tomás.
Una vez en la isla (no sabemos si por heridas de guerra o por haber contraído alguna enfermedad), el joven ejeano fue hospitalizado. Analfabeto como era, este joven agricultor pidió ayuda a las monjicas que llevaban el hospital para que le enseñaran a leer y escribir y, así, poder ponerse en contacto con su familia. Tan bien le enseñaron y tan bien aprendió que llegó a mandar algunas cartas escritas incluso en verso.
En ellas contaba a sus seres queridos cuánto echaba de menos su tierra, sus amigos, su familia y cuánto añoraba poder volver algún día a su Ejea del alma.
Pero ese día no llegó nunca. Consta que murió en Cuba, en los primeros días de 1901.

Pero las cartas sí se conservaron. Y cayeron en manos de José Luis, descendiente de la familia de Aparicio.
Y... pero mejor lo escuchamos:


Volver a Ejea (habanera)
José Luis Urbén
Hoy, que puedo cantar,
canto a mi tierra
cantos de este lugar,
canto habanera.
No permita el Señor
que aquí me muera,
que quiero regresar
pronto a mi tierra.
Soy de una tierra hermosa,
soy de Ejea,
que es de las Cinco Villas
la primera.
Donde los Caballeros
son de veras;
donde encontré el amor
por vez primera.
Donde mi madrecita
llora y reza;
¡la Virgen de la Oliva
la proteja!
Y una guapa mocica,
tras su reja,
sueña con escuchar
mi rondadera.
En ese lugar nací,
ésa es mi tierra;
en ese lugar morir
también quisiera.
Y el alma me partiría,
si supiera
que ya no podré jamás
volver a Ejea.

1 comentario:

Mª Jesús Hernández dijo...

Una historia muy conocida para mi por mi relacióncon José Luis, que siempre es bonito recordar.
Sus comienzos en la jota, en la década de los 80 los hizo en el grupo de mi suegro "Los Mañicos".
Pepe Alustiza daba clases de rondalla en Villanueva y así se conocieron y vino al grupo. Desde entonces somos buenos amigos.