martes, 23 de abril de 2024

Los que ya no votan (Fernando Savater)

El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi.  Ilustración Alejandra Svriz
«El proyecto nacionalista no es que Euskadi salga de España, sino que España salga de Euskadi»
«A los bildutarras no basta con pedirles que condenen el terrorismo: habría que pedirles -a ellos y a sus mentores peneuvistas- que renunciasen públicamente a llevar a cabo la limpieza étnica que pretenden, que es su objetivo y su razón de ser»

Los que ya no votan
Fernando Savater El Subjetivo 21-04.2024
En las elecciones de hoy domingo en Euskadi van a faltar muchos votos de ciudadanos que bien quisieran poder participar. 
Pero no lo harán -precisamente porque no pueden- los que lo tienen radicalmente imposible: son los asesinados por la banda terrorista ETA, a la que el joven candidato Ochandiano llama asépticamente «grupo armado», quienes tendrían el mayor interés en hacerse oír en el tumulto sectario y frívolo de los comicios pero ya nunca volverán a ser escuchados. 
Tampoco votarán las decenas de miles que han debido abandonar el País Vasco –tan verde, tan bonito, donde se zampa tan bien- porque no querían sufrir más amenazas, o el ambiente de verbena sanguinaria se les hacía irrespirable o no soportaban la idea de que sus hijos se educasen entre jaleadores de asesinos y enemigos de su lengua materna. 
Luis Rodríguez Aizpeolea
Y muchos no votarán porque, ¿saben ustedes?, ya para qué, si todo el pescado está vendido, si los oportunistas que son siempre mayoría saben que para prosperar hay que poner cara triste ante las víctimas –siempre que no sean demasiado de derechas- pero hacer negocios con los verdugos o sus amigos, que son los que van ganando. 
Ahora son otros tiempos, ETA ya no mata a sus adversarios (ahora los «cancela» socialmente, se han hecho más modernos) y Bildu –con su Sortu dentro- ya es visto por los jóvenes como un partido perfectamente normal, lo que pone muy contento a Azpiolea.
¿Que muchos van a quedarse sin votar? Pues bueno, pues mejor. Como claramente ha dicho el archipámpano Ortuzar, cuyo objetivo político es que los vascos sigan siendo vascos durante siglos y siglos (no sé cuántos siglos se propone vivir él), el proyecto nacionalista no es que Euskadi salga de España, sino que España salga de Euskadi. 
En eso se diferencia un poco –sólo un poco- de los bildutarras, que pretenden echar a los españoles o a los que no fingen haber dejado de serlo, para concretar su limpieza étnica. Hay que llamar a las cosas por su nombre: limpieza étnica. Ese es el último objetivo de los nacionalistas, que unos quieren conseguir gradualmente y otros imponer por la fuerza. 
Ortúzar, con su hija Garazi
Pero sea cual fuere el método empleado, no es un propósito limpiamente democrático y se equivocan quienes creen que lo único malo de los etarras fue la violencia que utilizaron. No, almas de cántaro, no basta con pedirles que condenen el terrorismo (cosa que por otra parte tampoco piensan hacer porque para ellos y sus votantes es el certificado de su fe): habría que pedirles a ellos y a sus mentores peneuvistas que renunciasen públicamente a llevar a cabo la limpieza étnica que pretenden, que es su objetivo y su razón de ser. Si se acepta que esa limpieza étnica es lícita ideológicamente en un Estado democrático, ya da igual que no se condene la violencia porque habrá que resignarse a ella de un modo u otro. ¿O es que va a exigirse a esa España y esos españoles que deben irse -según los criterios nacionalistas- de Euskadi, que renuncien a su tierra mansamente y sin rechistar? 
Oiga, perdone, que no todos somos socialistas sanchistas: lamento darles la mala noticia de que no pensamos resignarnos.

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