lunes, 29 de abril de 2024

La balada de Pedro (Sánchez) Navaja

No hay derecho! No se puede poner la miel en los labios y luego no dimitir. La gente le va a coger más manía todavía
14 VALLADOLID
Viernes 26.04.24 EL NORTE DE CASTILLA
ÓXIDOS Y VALLISOLETANÍAS 
La balada de Pedro Navaja
JOSÉ F. PELÁEZ
Ninguno nos sumió en este desprestigio internacional ni dijo que iba a suspender su agenda durante cinco días para pensar. La dejación de funciones no era una opción por entonces, sino un delito

La extrema derecha hizo la vida imposible a Suárez —de centro derecha— y maniobró hasta obligarle a dimitir. A Calvo Sotelo —también de centro derecha— la extrema derecha directamente le dio un golpe de Estado. No parece poca cosa. A Aznar —de centro derecha— fue peor, a este le pusieron una bomba. ¡Una bomba! Y esta vez no fue la extrema derecha sino ETA. Querían matarlo, no sé si queda claro. A quien sí que mataron en ese atentado, por cierto, fue a Margarita González, una ama de casa que cometió el delito de vivir justo enfrente del lugar en el que explotó el coche bomba. Sus asesinos siguen sueltos y ahora son demócratas progresistas. Pasean por las calles y, posiblemente, no tardando vayan a ser los jefes de la policía o de la sanidad. No deja de resultar inquietante que te gestione la pierna protésica el mismo que te puso la bomba lapa que te hizo perderla. A Rajoy —de centro derecha—le pegaron un puñetazo, le incendiaron las calles y un juez incluyó en una sentencia un párrafo que luego borró y sobre el que se justificó una moción de censura. Creo que a eso mismo ahora lo llaman lawfare'.
Sánchez y Begoña Gómez. REMO CASILLI-REUT.
No parece que ninguno de los anteriores montara numeritos ni hiciera el ridículo que está haciendo Sánchez. Ninguno dio este espectáculo ni se tomó «un espacio para pensar», como esas adolescentes tontas que exigen «tiempo para ellas mismas» o que necesitan desconectar cada mes y pico. Ninguno nos sumió en este desprestigio internacional ni dijo que iba a suspender su agenda durante cinco días para pensar. La dejación de funciones no era una opción por entonces sino un delito. Ninguno dijo esa barbaridad de «voy a pensar si me merece la pena», como si ser presidente del Gobierno fuera una alternativa entre varias, como esperar al bus o ir andando. Esto es una vocación y no algo que haya que disfrutar, como un parque de atracciones. Habla como si ser presidente del gobierno fuera algo agradable y no un sacrificio voluntario para servir a ese pueblo al que te debes. Pues claro que no merece la pena. Nada serio en la vida merece la pena si lo valoras como la compra de un Opel Corsa.
En cualquier caso, yo no sé qué pasaría si a Sánchez le pegaran un día por la calle. O le pusieran una bomba. O le dieran un golpe de estado. Porque el resto, cuando se enfrentó a eso no culpó al mundo entero como Calimero. Se enfrentaban a la extrema derecha sin deslegitimar la alternancia. Aunque la extrema derecha es ya un concepto difuso que incluye a los jueces, a los empresarios, a la Iglesia, al CGPJ, a los medios que osan criticarle o sugerir algo que no le gusta —esto es, al New York Times, al Guardian, al Financial Times o a Le Monde, entre otros— a altos funcionarios, a las asociaciones de jueces y fiscales, al mundo del toro, a la España rural y los tractores, al Real Madrid, a la CEDE, a los más de noventa colectivos y organizaciones que han difundido comunicados advirtiendo de que el acuerdo de PSOE con Junts vulnera el Estado de derecho y la separación de poderes, entre ellos los inspectores de hacienda, de trabajo, los cuerpos de letrados y auditores del Tribunal de Cuentas o el cuerpo diplomático, por citar a algunos. También la Comisión de Venecia, por su crítica y oposición a esta Ley de Amnistía, diga lo que diga Bolaños y sus fake news. Y también extrema derecha el letrado mayor del Congreso. Y los del Senado. Por supuesto, el ejército, la Guardia Civil, la Policía Nacional y los niños que hablan castellano en Barcelona. Y Felipe, Guerra, no sé cuántos ex ministros del PSOE, Page, Quijano, Sabina, Calamaro y, por supuesto, la extrema derecha, que tiene una cuota pequeñísima en el listado y que no incluye a Junts, es decir a la extrema derecha.
Si me queréis, 'irsen'
Lo que hemos visto es que un juez abre diligencias a su mujer y Sánchez, cual vedette, casi se pone a cantar una seguiriya jonda como el corazón de un gitano de la cava. Parece la Pantoja. Yo no sé qué haría si le imputaran un delito o directamente si la condenaran. Parece querer decirnos que su familia no se puede investigar, que está aforada, que es inimputable, que están por encima de la Casa Real, que son más que la Infanta Cristina o que Iñaki Urdangarin en su momento y, por descontado, más que usted o que yo. O aún peor, que si el que te demanda es alguien que no es de nuestro agrado, como por ejemplo Manos Limpias, ya no se debe tomar en consideración la demanda. O sea, que los derechos, según de quién. Y según contra quién. Sus terminales mediáticas hablan de un golpe de estado por parte de la derecha solo por el hecho de que la justicia investigue algo que huele fatal, como son los negocios de su mujer y sus posibles vínculos con varias tramas de corrupción y mordidas. Las mismas terminales sugieren salir a la calle para defender la democracia', como si los que estamos hasta las narices de Sánchez no fuéramos demócratas. No hay nada más puramente fascista. Otros directamente sugieren tomar el Poder Judicial e intervenir los medios no afines, es decir, dar ese golpe de estado que dicen estar sufriendo. No sé qué va a hacer Sánchez, pero pase lo que pase, no tengo muy claro cómo va a salir el PSOE de esta deriva antidemocrática y trumpista. Y lolaflorista: «Si me queréis, 'quedarsen'».
Vive con cuatro palacios, dos Falcon,
total impunidad, ¿a dónde iba a ir?
Siguiendo con el PP, a Cifuentes le montaron una campaña indecente que la obligó a retirarse de la política sin condena de por medio. Rita Barberá acabó suicidándose por el acoso y las injurias. Camps fue declarado inocente a pesar de sufrir la madre de todas las campañas. Ayuso sufre un infierno diario sin haber sido imputada nunca ni ella ni su entorno. José Manuel Soria se vio obligado a dimitir por un caso hoy archivado. No he visto a ninguno hacer el ridículo así. Ni a Demetrio Madrid, ni a Oltra, ni a Colau, por hablar de gente de izquierdas. Este es un caso único y delirante.
Pedro Navaja 1984
No me proporciona ningún placer ver sufrir a nadie. Tampoco al presidente. Los linchamientos son duros y son la consecuencia de la degradación de la política y del debate público, del populismo, de la infantilización de la sociedad, de la incultura y el aborregamiento, de las 'fake news', de los relatos falsos, de los marcos mentales, de las ventanas de Overton, del odio, de la decadencia de una sociedad que confunde sensibilidad con sensiblería, vulnerabilidad con fragilidad y que desprecia los hechos para entregarse por completo a la propaganda sectaria y fundamentalista de la tribu y sus tam-tams en forma de balada. No sé qué va a hacer Sánchez el lunes. Pero que acabe dimitiendo por no poder aguantar el ritmo que él mismo ha impuesto hace que se me venga a la cabeza eso de «Pedro Navaja, matón de esquina, el que a hierro mata, a hierro termina».

2 comentarios:

Anónimo dijo...

👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻

Anónimo dijo...

BRAVO!!!!!!