miércoles, 8 de marzo de 2023

Estropicio en la lápida de Francisco Trigo

2023 detalle del desaguisado
La lápida en 2010 (ilegible); 2015, bien arreglada; 2023, eccehomizada
Actualización 07.03.23
Oliver me manda este comentario, acompañado de una dolorosa imagen:
oliver dijo...
Ayer pasé por Huarte y vi la cruz en muy mal estado. Pintarrajeada y con un recipiente metálico atornillado. De pena. Al buscar datos apareció tu entrada del 2010. Te mando una foto.
Ayuntamiento de Huarte: Devuelva la dignidad a la cruz que recuerda a D. Francisco Trigo

Eccehomizada
La lápida no ha sido "vandalizada" porque el autor del desaguisado no ha intentado destrozarla gratuitamente. Me ha recordado, más bien, a lo que se hizo con el Ecce Homo de Borja: cuando manos inexpertas se meten en una tarea que les supera. Pero, a diferencia de Borja, no creo que lo de Huarte se convierta en una atracción turística. El Ayuntamiento de Huarte debería devolver a la lápida, si es posible, al estado de 2015. Y encomendarle al autor de esta fechoría algún trabajillo a su alcance, pero siempre bien dirigido por un maestro. Ahora bien, hay que reconocer que la piedra, en la parte del texto, la ha dejado como mármol de Carrara.
Y que, por favor, antes de ponerse a hacer nada, lea estos comentarios que llegaron a la entrada original:
RIPODAS TRIGO dijo...                                                            9 de septiembre de 2012, 19:42 
En el extranjero desde hace mas de 35 años y buscando trozos de familia por Internet, le agradezco profundamente por el desolvido de la lapida de mi tío que ya conocía de pequeño y que creía desaparecida con la construcción de la desviación Villava-Huarte. No conocí a mi tío puesto que nací en 1946.
Él procedía de Aranguren, de casa Mauricio, y venía una vez por semana a Pamplona en caballería para vender-comprar mercancías. Ese día la caballería se espantó, ignorando el motivo, y al caer se golpeó la cabeza contra el muro de protección. Sus hermanos y hermanas ya están en el otro mundo. Le quedan sobrinos en Pamplona y cercanías pero que ya no deben recordarlo.

Natalia azcona dijo...                                                                13 de noviembre de 2020, 11:05 
Buenos días. Agradezco enormemente este articulo sobre el tío de mi madre. Pienso que sus familiares no lo olvidan. Mi madre siempre me ha contado que esa lapida era del hermano de mi abuela. Muchas gracias por las fotos y la investigación. Ahora que ando investigando el árbol genealógico de mi familia me ha encantado encontrarme con este articulo. Gracias.

No hay mal que por bien no venga
He vuelto a mirar en las hemerotecas y, "gracias" a este desaguisado, esta vez sí he dado con la noticia:
DN martes, 20/04/1926 De Villava comunican que el sábado (17 de abril) por la mañana, a cosa de las doce, cuando se encaminaba a Huarte montado en una caballería el vecino de Imízcoz, Francisco Trigo, tuvo la desgracia de ser violentamente despedido de la caballería en un extraño que ésta hizo al espantarse, con tan mala fortuna, que se produjo heridas de tal consideración en la cabeza, que el infeliz dejó de existir el domingo de madrugada en Huarte a donde fué conducido inmediatamente y convenientemente asistido por el médico de dicha villa señor Butini. 

Vistas de Imízcoz (pincha)
Y ya, de paso, conocemos el lugar de Imízcoz, en el Valle de Arce, de donde era el infortunado Francisco Trigo.

El letrero mantiene el nombre tradicional
Lateral de la iglesia, un pequeño cementerio
La carretera nos abre a una plaza
Vemos una persona entre las dos casas de la izda., a media altura

Aquí tenéis un enlace a algunas fotos antiguas de Imízcoz

A la izda, la lápida en 2010. Ahora (2015) ya se lee cómodamente
Hay gente a la que también la pica la curiosidad. Gracias, Ekaitz!
Corría el año 63, el año en que mi hermano y yo aprendimos a nadar. Habíamos cogido tal afición, que nos íbamos andando desde la calle Aralar, 36 hasta El Tronco (a más de 4 km), en Huarte, cien metros, Arga arriba, del puente que está junto al Calvario, en la margen izquierda del río.
Salíamos de casa y, atravesando las casas de Ruiz de Alda (a veces ahí recogíamos a Ángel Arina, que murió en las Dos Hermanas), pasábamos despacito por aquellos chalets de la colonia Argaray que tenían piscina, y nos quedábamos mirando con envidia, poniendo cara de pena, y deseando que saliera la dueña y nos preguntara: "¡Chavales! ¿Os apetece daros un baño?". Así, casi todos los días del verano. Pero, ni siquiera un día tuvimos esa suerte.
Se llamaba así, El Tronco, porque en la orilla se levantaba un árbol seco que había sido cortado a metro y medio del nivel del agua. Era un verdadero trampolín y un auténtico reto el ser capaces de tirarse de cabeza desde allí arriba. Además tenía unas raíces al nivel del agua que eran comodísimas para agarrarse a ellas cuando querías salir.
Nuestro "tronco" no estaba tan apañado como éste de las inmediaciones
Hacíamos nuestro aprendizaje debajo de una pequeña presa, donde nos cubría hasta la cintura. Eso nos daba mucha seguridad. El día que consideramos que ya estábamos preparados, "a la de tres" (yo, que era el mayor, esperé un poco), nos lanzamos en el mismísimo Tronco, donde nos cubría enteros, y cruzamos hasta la otra orilla. ¡Ya sabíamos nadar!
En aquel lugar descubrimos que, tras la muerte de Juan XXIII, "el Papa bueno", el candidato a sustituirle era (según el listo del grupo) el cardenal Montini. Y acertó: enseguida ese cardenal se convirtió en Pablo VI. Mi hermano aún recuerda esa anécdota.
También descubrí que, a pesar de ser un lugar frecuentado por los seminaristas de la zona, aparecía casi siempre un grupo de chicas que, a mí al menos, me dejaban ojoplático, sobre todo una más jovencita que las demás. Era una delicia agarrarse a las raíces del Tronco, con ella al lado, aunque no nos dijéramos nada.
Un día el río bajaba que parecía chocolate. Habría habido una tormenta y no nos apeteció bañarnos. Así que fuimos a investigar los alrededores.
Cruzamos el puente que va al Calvario de Huarte y encontramos, pasado el puente, a la izquierda, una lápida medio tapada por la vegetación. Yo ya no me acordaba de lo que ponía, pero sé que me impresionó porque hablaba de la muerte de un señor que había caído de una caballería allí mismo.
Verano, juventud, amor... y muerte.
Hoy, justo 47 años después, he vuelto "al lugar del crimen" y, me ha costado, pero creo que he conseguido descifrar lo que decía esa lápida.

AQUI TUVO LA DESGRACIA
DE CAER DE LA CABALLERIA
D. FRANCISCO TRIGO
EL DIA 17 DE ABRIL DE 1926
A LOS 29 AÑOS DE EDAD
RECIBIENDO EL GOLPE QUE
A CUYA CONSECUENCIA
FALLECIO A LAS 12 HORAS
Actualización 2015
Al fin legible. Foto de Gema
Tiene toda la razón Ana (ver comentario) cuando me corrige la fecha: es 17, no 12 de abril, como había puesto yo incicialmente.

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