Me gustaría saber qué piensa el tibio de Fernando Ciordia de este artículo de Gracia Armendáriz -también en Diario de Navarra- en el que dice: "Aquí lo urgente no es tanto expulsar a los Indar Gorri del estadio de El Sadar como echar democráticamente a sus representantes políticos"
Los Indar Gorri, la versión barra brava de la izquierda abertzale
Los Boixos Nois del F.C. Barcelona, que comenzaron siendo independentistas y terminaron por hacer el saludo nazi, fueron expulsados del Camp Nou en 2003 por Joan Laporta. Ahora se dedican a su auténtica vocación: la delincuencia organizada.
Florentino Pérez hizo lo propio con los Ultrasur en 2014, que regresaron a las puertas de las discotecas.
A pesar de todo, unos y otros aún merodean por los estadios.
Dictan normas, de momento, sólo pa- ra Graderío Sur. Pero todo se andará |
En el resto de campos de fútbol también hay excedentes. Unos alzan la mano y otros el puño, como Los Bukaneros del Rayo Vallecano o Los Biris del F.C. Sevilla.
No podíamos ser menos, aquí disponemos de fauna autóctona. Como ocurre en otros estadios, donde la minoría encuentra en el fanatismo futbolero un escape a sus odios políticos, los Indar Gorri son la versión barra brava de la izquierda abertzale.
No descubro nada. El martes la selección femenina de fútbol jugó un partido contra la de Estados Unidos en un Sadar con récord de asistencia. Ante tamaña afrenta, los Indar Gorri publicaron un tuit-manifiesto para demostrar que han alcanzado el podio de los paletos. Cito:
“…hemos de señalar que, más allá de fingidas indignaciones, este partido no sería posible sin la colaboración de todos los partidos (políticos) que participan positivamente en el Estado español (sic). Además, lejos de bastarles con la selección española, la enfrentarán con otro país imperialista como EE.UU”.
Aquí lo urgente no es tanto expulsar a los Indar Gorri del estadio de El Sadar como echar democráticamente a sus representantes políticos.
Por cierto, España 2-Indar Gorri 0.
1 comentario:
Bravo por España, enhorabuena.
Todas las cosas bonitas, parece que siempre tienen que rodearlas una minoría de descerebrados.
Navrazon Pachi
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