domingo, 2 de octubre de 2022

Isabel II y las abejas bilingües de Navarra

John Chapple, apicultor de las colmenas reales, fue el encargado
Con motivo de la muerte de Isabel II, los medios se han hecho eco de la costumbre europea de comunicar a las abejas el fallecimiento del "amo (o ama) de la casa". En Navarra -donde, por lo visto, las abejas son bilingües- se ha seguido esta tradición hasta fines del XIX, tanto en vasco («¡Erliak, erliak! Gaur il da etcheko nausia»), como en castellano («¡Abejas, abejas! Ha muerto hoy el amo de la casa»)

Tras golpear suavemente cada una de las colmenas, John Chapple, el apicultor encargado de las colmenas reales, susurró lo siguiente:
‘The mistress is dead, but don’t you go. Your master will be a good master to you.” (La dueña ha muerto, pero no os vayáis. Vuestro dueño será un buen amo para vosotras).

Un Viático en el Baztan, de Javier Ciga
Javier Larráyoz Zarranz encontró en Zulueta (Valle de Elorz, Navarra) el testimonio de que, hasta finales del XIX, se avisaba a las abejas de la muerte del dueño de la casa

Aviso de la muerte en la Valdelorz (Javier Larrayoz)
A ver si lo consigo (02.10.22, conseguido)
(...) El encargado de avisar al cura y al médico de la gravedad del enfermo es un familiar del mismo. Si por cualquier circunstancia se encuentran aquéllos impedidos, cualquier vecino se presta a llevar el recado.
Si el viático se lleva al enfermo en forma solemne, acuden a él todos los vecinos del pueblo que puedan hacerlo. Como previo aviso, se dan unos toques con la campana de la parroquia. 
La asistencia que recibe el paciente durante su enfermedad de parte de parientes y vecinos, es la que aconseja la caridad cristiana. (...) 
La cruz parroquial es conducida a la casa mortuoria por alguno de los vecinos de la casa a la que le corresponde «la sacristanía». (...)
EI fallecimiento de una persona se comunica a los parientes y así como a los amigos de mayor trato, por medio del teléfono. Y para que todos los demás queden enterados suelen publicarse esquelas en los periódicos de la provincia. (...)

Aviso a las abejas, en Zulueta, Valle de Elorz (1880 ca.). Y llegamos al dato más curioso, actualmente ya no en vigencia, pero que, al menos en un pueblo del valle, lo estuvo hasta finales del XIX: El aviso a las abejas del fallecimiento del amo de la casa. El único pueblo del valle, y tal vez, de toda la cuenca de Pamplona de donde hay testimonios que pervivió tan peregrina práctica es la aldea de Zulueta. 
Don Casimiro Saralegui Lorea nos refería que, regentando la parroquia de Imarcoain, por los años treinta, la anciana Carmen Larrañeta, vecina de aquel pueblo, pero natural de Zulueta, le relató que siendo niña, conoció esa práctica en su aldea natal . 
Zulueta 1982 AGN
A este testimonio hay que añadir el del hermano de la citada, el nonagenario Pantaleón Larrañeta y Atondo, natural y feligrés del mismo Zulueta. También recordaba haberlo presenciado en su niñez. (Nos lo refería esto el año 1964.) Y, como nuestro interlocutor había nacido en 1872, cabe suponer que hacia 1880, todavía estaba en uso en Zulueta el rito en cuestión.
Su relato viene a decir así: 
En cuanto el cabeza de familia exhalaba su postrer suspiro, uno de sus hijos -generalmente el primogénito-, vestido con la tradicional capa enlutada -entonces tan en uso-, marchaba a comunicar a las abejas el suceso, diciendo, mientras daba suavemente con los nudillos en las colmenas : 
«¡Abejas, abejas! Ha muerto hoy el amo de la casa».
En los tiempos de la infancia de Larrañeta, lo decían en castellano, pero cabe suponer que, en siglos más remotos lo dirían en vascuence, como aún se acostumbra en algunas zonas de la montaña: 
Toques suaves, Holanda
«¡Erliak, erliak! Gaur il da etcheko nausia» ("¡abejas, abejas! Hoy ha muerto el amo de la casa"). 
Es de advertir que, tanto la voz con que se daba el aviso, como los toques a las colmenas se habían de hacer mesuradamente. Tenían, sin duda, muy en cuenta aquel dicho euskeldún (recogido en el caserío Etxebeltz, de Atáun): 
«Erlei itze ein bear zayo; erleak ezautzen du personea eta eztio eltzen ondo itzeiten dionari~ ( = A la abeja hay que hablarle; conoce a la persona y no pica al que le habla bien».) (...) 
¿Qué significado puede tener esa ceremonia? Según algunos de los que aún la practican por la Montaña, es para pedir a las abejas que produzcan más cantidad de cera. ¿Para qué? Para la luminaria sobre la sepultura del difunto. 
De todos modos, resulta bastante exclusivista esa costumbre. Se comunica sólo la defunción del amo y no se menciona la del resto de la familia. No hay noticia de que por aquí se «comunicase» dicha defunción al resto de los animales domésticos.

Aviso a las abejas en Navarra
Fuesa (GEN)
En algunas zonas de Navarra, sobre todo en la Montaña, es costumbre avisar de la muerte a las abejas. Así en Valcarlos, Romanzado, Urraúl Bajo, Zulueta y Puente la Reina se han recogido testimonios de este rito que parece relacionado con la necesidad de cera abundante para la fuesa
Al incumplimiento de este requisito se achaca en Valcarlos el haberse quedado sin abejas.
En Valcarlos también se pedía cera al decir: “Erletxuak, erletxuak / egi zute argizaia / nagusia il da / ta bear da elizan argia”. (Abejitas, abejitas / haced cera / el amo ha muerto / se necesita luz en la iglesia). 
También en Valcarlos se daba aviso al ganado vacuno.
En Baztán, por ejemplo, cuando alguien moría, la señora de la casa iba a las colmenas e informaba a las abejas de la defunción, diciéndoles además que debían fabricar más cera para los cirios que debían alumbrar al difunto durante el velatorio y el funeral.
En Napal se avisaba la muerte de cualquier miembro de la casa: “Abejitas, ha muerto X, haced mucha cera para su sepultura”. 

Resto de España y Europa (Vídeo)
Paño negro sobre la colmena. Holanda
En Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco se sigue teniendo recuerdo de esta costumbre, no así en el resto de España, Portugal, Italia e islas mediterráneas.
Lo de Villanueva de Arosa, en Galicia, es increíble. En el velatorio, bien entrada la noche, los familiares y amigos del difunto se trasladaban a la habitación en la que estaba el cadáver y en torno a él formaban un corro, se cogían de la mano, y sin decir una sola palabra empezaban a dar vueltas y vueltas alrededor del muerto, aumentando progresivamente la velocidad de los giros y sin dejar de imitar con la boca el zumbido del abejorro. Durante el tiempo que duraba esta extraña ceremonia no se podía dejar de dar vueltas y tampoco se podía hablar, pues el que así lo hiciera corría el riego de ser el próximo en morir.
Recolección de miel Cueva de la Araña (Valencia)
En muchos lugares de Europa (Inglaterra, Francia, Alemania, Holanda, norte de España…), hay una tradición, según la cual las abejas son consideradas parte de la familia. Y por tanto, deben ser informadas de todas las muertes de la familia y acontecimientos especiales. De lo contrario, abandonarán sus colmenas y se irán. 
La fórmula para informarlas varía poco de un lugar a otro. Un miembro de la familia camina sombríamente hacia ellas, y cubre las colmenas con un paño negro para ponerlas de luto. Porque las abejas se supone que sienten el dolor a causa de la muerte de su amo. Y al igual que los amigos de su amo, deben llevar las señales de luto. El informante toca tres veces en cada colmena con la llave de la casa y dice; «abejas, abejas, abejas, vuestro amo ha muerto». Y añade: «vuestro nuevo amo es (quien corresponda)”.
Este increíble vídeo, de 1926 ca., refleja esta tradición en Holanda.

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