jueves, 12 de mayo de 2022

Una placa para Juan A. Eseverri, linchado y olvidado

Posiblemente, la placa que tendrá Juan Antonio en la calle Chapitela
"A eso de las 7,30 numerosos jóvenes de extrema izquierda empezaron a cruzar automóviles en la calle Chapitela cuando pasaba por allí —vestidos de paisano— el subteniente de la Guardia Civil, comandante de puesto de Villava Juan Antonio Eseverri Chaverri.
"Los de siempre" en Chapitela en 2017
Eseverri les llamó la atención, de forma mesurada, para que dejasen los coches en situación normal, no haciéndole caso. Como insistiese, uno de los presentes le dio un fuerte golpe que, sin derribarle, le hizo tambalear. Al abrírsele la americana, se le vio la pistola que llevaba debajo de dicha prenda (...). En ese momento se oyó un grito de «lleva pistola, son guardiaciviles» y divididos en dos grupos atacaron al subteniente y al otro guardia respectivamente.
Un grupo de personas acorraló a Eseverri con palos y barras de hierro. El subteniente sacó el arma e hizo un disparo al aire. Sobre él cayeron parte del grupo con el propósito de darle muerte y Miguel Angel Valencia Ganuza rápidamente le inmovilizó el brazo obligando a bajarlo hasta el punto de que otros dos disparos fueron hacia el suelo. Otro procesado que no está a disposición del Tribunal con pistola al cinto y mano de hierro en la derecha, animaba más a Jesús Suescun Irujo quien blandía un estilete de 15 cm. a que le agrediera con él diciéndole «si no pinchas al «pasma» me meto con tu padre».
Juan Antonio Eseverri
Suescun, siempre según la versión del Fiscal, le asestó con el estilete varios viajes al tiempo que se oían voces de «darle más, matarle». Una voz femenina gritaba «por favor, dejarle». El resto del grupo, le golpeaba en la cabeza, hombros, tórax y otras regiones hasta que dejó caer la pistola, dobló las piernas y cayó al suelo con abundante sangre. Un joven de 15 años, J.M.M.M. que. fue puesto a disposición del Tribunal Tutelar de Menores se acercó al subteniente, le propinó un patadón y cogió la pistola".
***
Jesús Suescun Irujo, el principal acusado y para quien el fiscal pedía 18 años, fue condenado a 6. Pero a los 3 años y medio del "homicidio" ya obtuvo la libertad condicional (18 de noviembre de 1981) y cuenta DN del 28/09/1983 que la tarde anterior ya había sido otra vez detenido por manifestación ilegal, hostigando a la fuerza pública.
"No se tipificó como asesinato porque no hubo premeditación ni alevosía". Por lo visto, llevar a una manifestación un estilete de 15 cm. era por si había que abrir alguna carta.
Calle de Manuel, en Lecairu
Juan Antonio Eseverri no sufrió -dicen- un atentado de un grupo terrorista organizado. Y que, por tanto, no se puede catalogar a Eseverri como víctima del terrorismo.
Más aún, la Jefatura de Información de la Guardia Civil contabiliza 210 guardias civiles asesinados. A cuatro no los registra por no ser ya guardias cuando fueron asesinados. Y a un quinto -Juan Antonio Eseverri Chaverri, apuñalado el 10 de mayo de 1978 en una manifestación en Navarra- tampoco lo registra como "asesinado" ya que la sentencia calificó su muerte como "homicidio".
Todas las víctimas del terrorismo navarras tienen su placa, recientemente colocada. Muchos tienen una calle, alguno hasta un parque dedicado... Ayer mismo me decía un amigo: "¿Sabes que vivo en la calle Manuel López González, en el Soto Lezcairu?".
Mapa del terror. Covite. ¿Chapitela?
Juan Antonio Eseverri Chaverri no tiene absolutamente nada. Ni placa ni calle. Ni siquiera aparece reseña de su linchamiento -en la calle Chapitela- en el Mapa del Terror, de Covite.
El Ayuntamiento de Pamplona y la Asociación Navarra de Víctimas del Terrorismo de ETA (ANVITE) firmaron en septiembre de 2020 un convenio de colaboración para llevar a cabo la colocación de placas a las víctimas. No estaría de más que acogieran también un recuerdo para el navarro (nacido y con familia en Sangüesa y trabajando en el cuartel de Villava) Juan Antonio Eseverri Chaverri en el lugar donde sufrió el linchamiento, la calle Chapitela.

1 comentario:

Pablo Larraz dijo...

Totalmente de acuerdo, Pachi, clama al cielo que este hombre no tenga un reconocimiento como víctima del terror y del odio. Qué sociedad enferma puede generar un odio de tal magnitud capaz de linchar a un hombre en el ejercicio de su trabajo. Hasta un menor golpeando... Ahora, lo más vomitivo la intoxicación y tergiversación interesada de los hechos en el informe que recoges en tu primera entrada. "Algo habrá hecho". Todavía hay gente que justifica aquel horror, y gente que con el "ahora estamos mejor", no es capaz de exigir cuentas morales a quienes alentaron, justificaron y ejercieron ese terror. No interesa, y el ansia de poder lo compensa todo. Vivimos en relativa paz, es cierto (no en toda Navarra), pero nuestra sociedades y buena parte de sus representantes sigue moralmente averiada.