El Bar Luis, junto al hospital de la Cruz Roja. Maps 2010 |
Lo cuenta Angel, administrador de Porque somos donostiarras!!!
“Una historia tenebrosa de San Sebastián que quedó sin resolver” vs “Lo que tuvimos que vivir y aguantar, y los asuntos que quedaron en el tintero”Estamos en el n.5 de la calle Matía, en pleno cogollo del barrio del Antiguo. Hace ya unos cuantos años, cuando vivir era, para muchos, una tarea muy difícil y habíamos hecho de la barbarie algo cotidiano en nuestro día a día. Hablamos de los 80, los “años de plomo”. Los años en los que, unos pocos, alteraron las vidas de todos sin tener en cuenta sus ideas ni sus opiniones. Años duros.El bar Luis, junto al hospital de la Cruz Roja, era un bar “de los de siempre”. Regentado por un matrimonio (Luis Giménez y su esposa Katy), a quienes ayudaba una hermana (?) de ésta. Gente (creo recordar) que había arribado a San Sebastián para trabajar y vivir. Una familia tranquila, apacible, cariñosos todos ellos. Un bar de amigos, de familias, sin estridencias ni modernismos, cálido, muy humano.
A la dcha., el H. de la Cruz Roja Era uno de los bares de los de “quedar”. No había móviles ni internet. Quedabas con tu gente por teléfono, y allí que ibas, sin mandar ubicaciones ni mensajes.No era un bar de relumbrón. No era un bar de “hacerte rico”, sino un bar de los de bregar cada día, muchas horas, para sacar las alubias y el jornal. Ellos (Luis, su esposa y su cuñada) eran gente humilde y trabajadora. Gente de bien. Gente que jamás levantaba la voz. Cálidos y amables.Una noche, Luis procedió al cierre del establecimiento, como hacía todas las noches, para ir a gozar del merecido descanso de los que están cada día al cargo de sus negocios. Y ahí se acaba todo lo que se sabe de esos momentos. Pero Luis apareció muerto (creo) en el portal contiguo al del bar. Y no era una muerte natural. Murió apuñalado.
Maps 2018 Y nada más se supo de ello. El estupor y la incredulidad eran las dos reacciones más aparecidas en todo el barrio. Nadie se lo podía creer, pero así sucedió. Y parece ser, así quedó, porque nunca se supo nada más. Ni el móvil del homicidio (apuntaron a un robo, pero... quién esperaba encontrar mucho dinero allí???). Y fueron pasando las horas, los días, meses y semanas, y así quedó el “sucedido”, sin solución ni respuestas.Alguien cercenó la vida del buen y amable Luis, cortó la vida de su esposa, su cuñada... dos hijos quedaron bruscamente sin padre ... y nada más se supo. Alguien sin escrúpulos, puede que en busca de dinero rápido, y logrado o no, y sin neuronas capaces en su cerebro, segó la vida de Luis.Se recuerdan, con dolor, las continuas muertes de aquellos años. Y hace unos días, pasando delante del bar, que aún conserva gran parte de la estructura de siempre, me acordé de Luis, de su esposa y de su cuñada, y de su hija, que a veces también estaba allí echando una mano a la familia. Luis, con sus gafas y su delantal, atento, profesional, bueno.Y pensé que también merecía un recuerdo amable
San Sebastián. La vieja iglesia de San Sebastián "el Antiguo" y alrededores, antes de construir el palacio de Miramar (La Ilustración Española y Americana, 15-09-1890) |
He seguido tu historia y me he encontrado esto, de Jon Guezala, 21.10.2017, en Noticias de Guipúzcoa:
"A excepción de un televisor de pantalla plana, el bar Luis sigue exactamente igual que hace 27 años, cuando Iñaki Etxeberria entró a trabajar en él por primera vez. El primer dueño del bar, Luis Jiménez, falleció repentinamente y la viuda de Jiménez, Catalina Aparicio, contrató en 1990 a Iñaki, quien desde entonces siempre ha estado al frente del bar."
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Y Angel se indigna:
Tiene “bemoles” que un periódico publique eso. Luis no murió repentinamente. Le asesinaron cuando cerró el bar y salía para su casa, en la misma calle Matía. Un mal encuentro, un descerebrado que calculó muy mal, un absoluto indeseable que acabó con la vida de un hombre bueno. Rompió una familia que lo único que hacían era trabajar en el bar y sacar a sus hijos adelante. Su mujer, Cati, y su cuñada, trabajaban con él en el bar. Muy buena gente, te lo aseguro.
Foto de Angel
Y en la Prensa Histórica, concretamente en el Diario de Burgos, Sábado, 8 de Febrero de 1986, en Sucesos Nacional, encuentro la noticia:
Apuñalan al propietario de un bar en San SebastiánSan Sebastián (Efe).— Luis Giménez, de 58 años de edad, propietario del bar «Luis» de San Sebastián, ha resultado muerto a consecuencia de las puñaladas asestadas por desconocidos cuando procedía al cierre de su establecimiento.En protesta por el suceso, los propietarios de los bares del barrio del Antiguo, donde se produjo el mismo, acordaron cerrar ayer sus locales y entrevistarse con el alcalde de la ciudad, Ramón Labayen para solicitarle la adopción de las medidas necesarias para evitar estos hechos.Luis Giménez fue abordado por los auto-res de las puñaladas la noche anterior, después de haber cerrado la persiana de su establecimiento, en la puerta que da acceso al portal de una vivienda, donde fue encontrado un cuchillo de cocina.Al no existir testigos presenciales, se desconocen las circunstancias en que ocurrieron los hechos.La víctima fue inmediata mente trasladada al Hospital de Cruz Roja, situado a escasos metros de allí, en la calle Matía, donde ingresó cadáver.Fuentes de la Policía Municipal donostiarra indicaron ayer que se ha detenido a dos personas, unas de la cuales podría ser el presunto autor del suceso, aunque en estos momentos se está investigando sobre el asunto.Las mismas fuentes comentaron que un cliente del bar vio cómo, en la tarde de ayer, una persona «que se encontraba bastante bebida» acudió al bar y Luis Giménez se negó a servirle.
Autoridades, junto al H. de la Cruz Roja Después del suceso, la Policía Municipal localizó, en una villa abandonada existente en la misma calle en la que se encuentra el bar «Luis», a una persona que respondía a las características del anterior.En la villa se encontró un cubo de agua coloreada de rojo y unas ropas manchadas de sangre, por lo que se sospecha, según las mismas fuentes, que pudiera estar relacionado con el suceso.
Así pues, sí hubo detenciones y las sospechas parecen evidentes.
Y hasta aquí llega la prensa histórica. Aunque supongo que en periódicos del País Vasco habrían continuado las noticias.
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