Los SF-78 empezaron el 9 de Mayo

Lugar del atentado en la Cuesta de la Taconera. Placa y arbolico junto al Portal Nuevo

44 años después, todo el mundo recuerda a Germán Rodríguez (08-07-1978), nadie a Juan A. Eseverri Chaverri (17-05-1978) y muy pocos a Manuel López González (09-05-1978), ambos guardias civiles. Por lo menos, Manuel tiene una placa en la calle Taconera y un arbolico, al lado, junto al Portal Nuevo.

Las muertes de los dos guardias (manifestaciones, detenciones...) convirtieron a Pamplona en un polvorín para unos Sanfermines que estallaron el día 8.

El lunes 9 de Mayo, a las 00:45 de la madrugada, en la, entonces, Cuesta de la Estación, muy cerca del Portal Nuevo, un artefacto explosivo escondido en la base de una farola fue activado al paso del "Jeep" de la Guardia Civil -que volvía a casa tras prestar servicio en la Estación de la RENFE-, resultando heridos los cuatro guardias (uno de ellos hermano de la víctima mortal). La rotura de la aorta de Manuel López González determinó que éste muriera hacia las 7 horas de esa misma mañana del 9 de Mayo. Manuel tenía 23 años.

Su madre, Felipa, emprendió desde Cáceres un largo viaje a Pamplona y en la televisión de un bar de carretera supo que su hijo había fallecido. Era el tercer asesinato de ETA en Navarra, tras el del Comandante Ímaz (26.11.77) y el del Inspector José Manuel Baena (11.01.78).

La capilla ardiente, que se celebró en una oscura estancia de la Comandancia de Pamplona, coincidió con el tercer día de la "semana pro-amnistía", del día 8 hasta el 14 de mayo.

Tras el funeral, en la mañana del día 10, hacia las 13 h. se formó una manifestación, con gran parte de los asistentes al funeral (familiares, compañeros y amigos del asesinado), que se dirigió a la Plaza del Castillo y Plaza Consistorial, donde exigieron que ondeara la enseña nacional y que lo hiciera en el mástil central. Un ordenanza así lo hizo.

Pero los incidentes más graves se dieron por la tarde-noche de ese 10 de Mayo. Hubo enfrentamientos entre grupos violentos, fue atacada la sede de LKI... Lo más grave ocurrió en Chapitela. De regreso a su casa, Eseverri recriminó a quienes formaban barricadas. Un fuerte empujón, dejó ver que llevaba pistola. Lo acuchillaron y patearon. Siete días después, murió.

Con pena, he comprobado que no aparece como víctima del terrorismo en ninguna lista de víctimas navarras ni en los calendarios de Libertad Ya... Su linchamiento ni siquiera fue tipificado como asesinato, sino como homicidio, (porque, según la sentencia, no hubo premeditación ni alevosía). 

Detenciones, peticiones de amnistía, ocupaciones del Ayuntamiento... 

Al permanecer encerrados 8 jóvenes en el segundo piso del Ayuntamiento -desde donde normalmente suele lanzarse el cohete-, hubo que hacerlo desde el primero, observándose la ausencia de banderas y apareciendo los mástiles en los balcones del segundo piso completamente vacíos.

¿Quién mandaba, de hecho, en el Ayuntamiento? Os lo traduzco y lo veréis: "Consigamos Amnistía Arrankemos". En la 3ª pancarta, arriba: 4+3=1 (las cuatro provincias españolas, más las tres francesas forman una única nación: Euzkadi). Y detrás de las tres verticales, otra horizontal en la que por dos veces se lee "Amnistía".

¿Pero no se había concedido, tras la muerte de Franco, la amnistía?

Medio año antes, el 9 de diciembre de 1977 abandona la prisión de Martutene el último preso de ETA, Fran Aldanondo, tras la amnistía del 15.10.77. Por escasos días no hubo ningún preso de ETA. 

Pero la dinámica "atentados-presos-exigencia de amnistía-más atentados..." no se detuvo. Al revés. Fue precisamente tras la amnistía del 77, cuando ETA empezó a matar a tope: 1978: 65; 1979: 86; 1980: 93...

Y en la pancarta que provocó la nefasta actuación policial, otra vez la exigencia de Amnistía:

Pamplona,  8 julio 1978 “Amnistía total, presoak kalera, San Fermín sin presos”.