«Todas, todos, todes» hasta por escrito. Eso es ya enfermizo IGNACIO GIL |
Ya que algunas ministras se han empeñado en estropearnos el lenguaje de todos (todes y todas), ¿por qué no toman ejemplo de Josemari Romera y empiezan por cambiar su apellido masculino? Quedaría precioso: Carmen Calva, Nadia Calviña, Dolores Delgada, Irene y Mª Jesús Montera... Y en vez de Robles, Margarita Encinas
"Los franceses plantan cara a la escritura inclusiva" por José María Romera
El ministro francés de Educación, Jean-Michel Blanquer, ha firmado una circular de obligado cumplimiento por la que se prohíbe el uso de la escritura inclusiva en los centros educativos.
Para borrar las diferencias de género, el francés escrito introduce en la palabra unos puntos colocados a media altura que separan sus morfemas masculino y femenino ("député·e·s"), al estilo del signo de la barra en castellano (diputados/as).
Bueno, aquí no es exactamente lo mismo. El español se muestra más creativo y ofrece un mayor número de posibilidades, desde la arroba (diputad@s) o la equis (diputadxs) hasta la e ((diputades), esa prometedora tercera vía vocálica que algunos hechos recientes han catapultado a la fama.
Tanto en un caso como en el otro, son soluciones que repugnan a la norma gramatical.
Pero mientras en el ámbito del habla hispana se multiplican alegremente, los franceses han decidido plantarles cara y ponerse del lado de la morfología. La noticia resulta alentadora, y no solo por lo que tiene de defensa del idioma; viene a manifestar que, afortunadamente, no todo el mundo se está volviendo loco.
Desde hace unos años se ha hecho circular la especie de que es lícito someter el lenguaje a tortura si es en pro de una causa superior. El fin embellece los medios, ya saben. Los educadores han contribuido en buena medida a esta moralización de las desinencias, en muchos casos convertida en coartada para la relajación en el respeto a unas normas gramaticales y ortográficas por ellos desconocidas.
Recuerdo el caso de un instituto cuya dirección suprimió las tildes de nombres y apellidos en los listados de alumnos para no provocar discriminaciones (¿entre tontos y más tontos, tal vez?), y otro de un tutor que en sus comunicados a las familias sustituía las marcas de género por diminutas florecillas cargadas de valores y energía positiva.
Los argumentos del ministro francés han sido concisos: la escritura inclusiva es impronunciable, dificulta la comprensión y, por encima de todo, atenta contra la gramática.
Si hoy despreciamos la gramática en la escuela, mañana vendrá alguien a impugnar las leyes físicas, abominar de las vacunas o sostener que la Tierra es plana.
Al tiempo.
1 comentario:
Cuanto imbécil hay por el mundo de las ideologías extremas, tan imbéciles que retuercen su ideología hasta el límite de parecer y aparentar ser estúpidos.
La economía procedimental y el buen uso del lenguaje es lo que debemos seguir transmitiendo s nuestros hijos, alumnos y sociedad en general.
Lo que pretenden las feminazis es volver loca a la sociedad, e ideologízarla. Se imaginan a los hijos de Iglesias y la nazi de su mujer hablando de niños, niñas, niñes y no sé qué otras estupideces más?
Vamos hombre, se han vuelto locos, acaso?
Lo que debemos hacer, en cualquier reunión o charla donde se nos hable como si fuéramos idiotas, es levantarnos y marcharnos.
Navrazon Pachi
Publicar un comentario