miércoles, 26 de mayo de 2021

Un alumno muy especial


Desde hace ya unos años he venido enlazando algunas entradas de Desolvidar con la noticia de que Franco intentó aprender vasco. Pero los enlaces no han podido ser -quizás porque la borraron- con la fuente original (IzaroNews) sino con dos foros, uno del Diario de Noticias y Foro coches.
La noticia en IzaroNews viene firmada por un tal Patxi Igandekoa (leed para aclararos; curiosamente utiliza la foto de Charles Proteus Steinmetz).
IzaroNews, a su vez, es un diario digital creado por quien fue el principal asesor de Xabier Arzalluz en sus años como presidente del PNV. Según leo en El País del 30 SEPT 2006, "el Tribunal Nacional del PNV ha decidido expulsar del partido a Javier Vizcaya, quien fue jefe de prensa de la formación entre 1986 y 2004, con Xabier Arzalluz como presidente, y uno de los principales asesores de éste".
El fallo del tribunal peneuvista responsabiliza al expulsado, militante de la formación desde 2001, de realizar actuaciones "injuriosas", "difamatorias" y "con desprestigio" para el PNV por medio de su vinculación a la página web izaronews.com (no pongo enlace porque, ahora, te lleva a una página de "contenido sensible"). 
Da pues la impresión de que "Patxi Igandekoa" es el pseudónimo de Javier Vizcaya (pero, como habéis leído, éste lo negará).
Otro aspecto que induce a la desconfianza es que la noticia sobre la vascofilia de Franco que aporta Patxi Igandekoa apareció un 28 de diciembre (Día de los Inocentes) de 2013. Pero, aparte de la jocosa fecha y de que a Dionisio Ayestarán, el profesor de lengua vasca que tuvo Franco, se lo ha tragado la tierra (o el PNV, Euskaltzaindia...), no hay en su contenido nada que ponga en duda su veracidad. Más aún, en los ocho años transcurridos desde su publicación, nadie la ha desmentido ni ha cogido el toro por los cuernos, que los tiene, y bien afilados.
Como últimamente están desapareciendo de la Red demasiadas cosas, prefiero prescindir de los enlaces a esta curiosa noticia -que rompe muchos prejuicios- y la publico, tal cual, en Desolvidar.
Con todas las reservas...


Fallece a los 94 años el profesor de euskera de Franco
Isla de Ízaro
Patxi Igandekoa.-
Ayer 27 de diciembre (2013) falleció Dionisio Ayestarán Murua, bilbaíno nacido en Legazpia en 1919. Su pérdida nos afecta de un modo especial porque además de euskaltzale ilustre y figura relevante de la Filología Vasca –habiendo desempeñado en una época de su vida uno de los 23 cargos titulares de Euskaltzaindia- era también asiduo a los encuentros informales de este medio. Sus conocidos y amigos, a los que deja atrás en un momento inesperado, pero para el que llevaba tiempo preparándose con entereza, tenemos el consuelo de saber que su agonía no ha sido larga, y que hasta el último momento conservó la capacidad de valerse por sí mismo y la lucidez con la que nos sorprendía a todos aquellos que tuvimos el privilegio de conocerle y departir con él.
Descanse en paz, pues, el amigo Dionisio. A modo de homenaje reproducimos algunos fragmentos de una entrevista realizada hace algunos años en Izaronews sobre un curioso episodio vivido por él durante la década de los 40.

Izaronews.- ¿Puedes contarnos algo de tus experiencias en la guerra y durante la época posterior?

Dionisio.- Bueno, yo estaba en Madrid haciendo el último año de mi servicio militar. Fui de aquellos que por no haberse ofrecido voluntarios para la “cruzada” tuvieron que cumplir los reemplazos de otros que habían caído en el frente o habían sido licenciados del ejército fascista al final de la guerra. Primero había estado en un batallón de gudaris. Luego, tras la caída de Bilbao, me incorporé a las tropas nacionales. Aquello no estaba mal, pues pasé el resto de la contienda en Garellano. Incluso iba a dormir a casa de mis aitas. Pero entonces, en mayo de 1939, cuando todo parecía haber terminado, me trasladan a Madrid y allí me quedé hasta mi licenciamiento definitivo en 1947. Para mí fue terrible porque aquello duraba un año tras otro y no veía el final. No podía buscar trabajo, se me fue la novia… en fin, ahora me río de aquello, pero entonces fue todo un drama.

Izaronews.- ¿Cómo es que llegaste a dar clases de Euskera a Franco?

Dionisio.-
Mis superiores sabían que yo era euskaltzale y que incluso había publicado algunos artículos sobre filología y toponimia en una revista de estudios vascos editada por el Movimiento. Un día, a comienzos de 1946, me llama el comandante de mi batallón y me ordena acompañar a una pareja de guardias civiles que venía a buscarme, con tricornios, fusil al hombro y todo. No dijo nada más, lo cual me dejó preocupado, porque éste era un protocolo que lo mismo se seguía para hacerte gobernador civil que para llevarte a picar piedra al Valle de los Caídos. Pero la angustia de la espera no fue nada al lado de la sorpresa que me llevé al enterarme de para qué me querían realmente.

Izaronews.- ¿Y cómo transcurría una lección típica teniendo nada menos que al Generalísimo como único alumno?

Dionisio.- El Jefe del Estado se sentaba en un pupitre parecido a los que utilizaban en aquellos tiempos los funcionarios de los ministerios. Yo explicaba las nociones básicas de la lengua vasca ante una pizarra, de pie y manteniendo las distancias según se me había ordenado. Las clases tenían lugar en una antecámara de el Pardo cercana al despacho de Franco. Al principio estuvo presente un miembro de la Guardia Mora, por seguridad, pero después de dos o tres clases el Caudillo le ordenó salir y ya estuvimos siempre solos los dos.

Izaronews.-
¿Era Franco un alumno aventajado? ¿Aprendió mucho Euskera?

Dionisio.- Se lo tomaba con dedicación y escribía muchas notas. En los cinco o seis meses que estuve enseñándole aprendió bastante vocabulario y a hacer frases simples. Pero al llegar a los baldintzak (condicionales) se atascó. El sistema de verbos también le desorientaba por completo. En cierta ocasión le oí comentar que si supiera lo suficiente, él mismo se encargaría de reformarlo y hacerlo más parecido al español o al francés.

Izaronews.- ¿Le cobraste las clases?

Dionisio.- Ni se me hubiera ocurrido, pero me asignaron un modesto sueldo que complementaba la paga de soldado y ahorró a mis aitas el dinero que me mandaban de vez en cuando.

Izaronews.- ¿Por qué piensas que el Caudillo quería aprender el idioma de los vascos?

Dionisio.-
Yo no tenía ni idea. Tajantemente se me ordenó mantener silencio, no hacer preguntas ni hablar con nadie sobre aquel asunto. Ni siquiera con el capellán del regimiento bajo secreto de confesión. Al principio me hacía cábalas pensando que el tema nacionalista vasco tenía una importancia clave para la política del régimen, o que Franco necesitaba saber de qué hablaban los de la Comunión Tradicionalista cuando iba a sus actos. Muchos años después me enteré a través de un coronel del ejército de la verdadera razón. Y resultó ser todavía más sorprendente que todo lo que te haya podido contar hasta ahora.

Izaronews.- ¿Se puede hablar de ello… o es información clasificada?

Dionisio.-
No creo que perjudique ya a nadie. La cosa era que durante la Guerra del Pacífico el Euskera fue utilizado por los estadounidenses para desorientar a los criptoanalistas japoneses. Una vez os conté la historia de todo aquello en el baserri de Juan de Etxano. En vista del éxito que los marines tuvieron con aquel sistema, que estaba manejado por unos cuantos americanos de origen vasco residentes en Idaho, a los genios del Departamento de Estado en Washington no se les ocurrió otra cosa que emplearlo para establecer un canal de comunicación seguro con las embajadas norteamericanas en Europa, incluyendo la de Madrid. Ni por un momento se les pasó por la cabeza que al sur de los Pirineos había un montón de requetés capaces de entender y traducir hasta la última palabra que decían. Naturalmente Franco seguía con gran interés todo aquel tráfico de comunicaciones. Gracias a esto logró enterarse de algunas particularidades de la política de Washington que luego resultaron decisivas para la supervivencia del régimen. 
Como buen militar, el Generalísimo era un obseso del detalle, de ahí su interés por todo lo que tuviera que ver con la lengua vasca. Yo creo que también se aburría lo suyo. Tenía aficiones peculiares, como escribir guiones de cine, reparar motores de coche o qué sé yo. Era su forma de ser. Años después le instalaron una televisión en el Pardo y terminó distanciándose de todos aquellos pasatiempos.

Izaronews.- ¿Qué te parecería la idea de que Alex de la Iglesia, Santiago Segura o algún otro de esos cineastas friquis hicieran una película sobre tu vida como profesor particular de un dictador?

Dionisio.- ¡Por el amor de Dios! Si lo hacen, espero que al menos tengan la decencia de esperar a que me haya muerto.
Publicado el 28 diciembre 2013. Tags: Dionisio Ayestarán, euskera, Franco, Patxi Igandekoa

2 comentarios:

Pérez de Zabalza dijo...

Interesante historia y buena explicaciin

mirlos-gallos-y-halcones.blogspot.com dijo...

¿Euskera en la guerra del Pacifico? Navajo ya había oído que usaron ¡Qué más quisieran!