Ahora al menos, aunque castrada, ya sacan la bandera de Navarra. Foto J. Nagore |
04.07.78 (M.V.P.) |
Patxi Larrainzar dijo en su ¿homilía? que Navarra era Euskadi y que los que intentan "cortar las manos enlazadas de todos los navarros y los vascos" son los de la Laureada. Como si el estatus actual de Navarra, Comunidad diferenciada dentro de España, fuera inexistente. Todo ello aderezado con un tufazo xenófobo de corte sabiniano: "...y menos cualquier intruso que viene a doblegarnos".
Y en 2004 un Gobierno de UPN transforma el Colegio Ave María en Modelo D público y le pone el nombre de "Patxi Larrainzar". ¡Toma Ya!
Diario de Navarra, martes 11 de Julio de 1978 (pág. 20)
Para las doce de la mañana numeroso público se había congregado en la explanada situada frente a la fachada del cementerio, donde había sido colocado un podio y sobre él un altar. Momentos antes de la ceremonia que comenzó a las doce y siete minutos del mediodía fue colocado un cartel en el que habían sido colocadas dos fotos, de aproximadamente un metro de alto por medio de ancho, de Germán Rodríguez, una de ellas realizada mostrando el rostro del cadáver con el impacto de hala en medio de la frente. Esta fotografía fue retirada (y sustituida por una ikurriña) a los pocos segundos por petición expresa de sus dos hermanos que se encontraban allí presentes.
En el cartel asimismo figuraban los versos «Mañana, cuando yo muera. no me vengáis a llorar. Nunca estaré bajo tierra, soy viento de libertad», versos que compuso (falso, son de Che Guevara), Txiki Paredes Manot, antes de ser fusilado en Barcelona en setiembre del 75. En el mismo cartel podía leerse «Herriak ez du barkatuko» («El pueblo no perdonará»), frase que también figuraba en pegatinas que llevaban numerosas personas. Asimismo habían sido colocadas varias fotos, de tamaño más pequeño, de otros heridos el mismo día. En un lateral del podio, entre dos árboles, se colocó una gran ikurriña con crespón negro.
40º Aniversario |
Por los altavoces, y al objeto de que todos pudieran seguir la ceremonia religiosa, se pidió a los asistentes que se sentaran en el suelo, haciéndolo así todos ellos, incluidos los familiares que, vestidos de luto, estaban presentes. Los mozos de las peñas, siguiendo las consignas dadas, acudieron en su mayoría con atuendo sanferminero, aunque muchos de ellos sin pañuelo y faja, y con brazaletes o cintas negras. También el público en general llevaba cintas negras en la camisa.
La mañana era calurosa y los árboles contribuían a paliar el calor. La explanada, delante del altar, se llenó por completo y fueron miles los que siguieron la ceremonia en los alrededores, tanto en el desnivel de la Sociedad Deportiva San Juan como desde el camino de acceso al cementerio.
La homilía
Larráizar y Lezáun |
«Nunca tan pocos han hecho sufrir, han escarnecido. han desafiado a tantos -comenzó parafraseando la famosa frase de Churchill-. Ojalá que podamos decir que nunca tantos han sabido responder con tanta entereza a ese desafío. Hace mucho tiempo que los navarros tenemos la sensación como si alguien nos estuviera acechando y apuntando a la frente con un fusil, como si alguien, empleando todos los trucos sucios de una irrisoria democracia. quisiera cortarnos el aliento y andadura que ahora los navarros empezábamos a recobrar. Es como si alguien estuviera intentando cortar las manos enlazadas de todos los navarros y los vascos. ¿Qué es lo que quieren esos hombres, esos obscenos pájaros de la noche sembrando el terror y la confusión?
Todos los conocemos. Son los que cubren las cadenas del escudo con follaje verdulero, que están pudriendo nuestros sueños, porque no nos dejan ser lo que queremos ser, los que hoy desangran a nuestros hijos con un tiro en la frente. En el mismo día en que hacíamos un racimo nuestros hermanos navarros y uníamos nuestra sangre con los demás pueblos vascos y otros pueblos, nos han roto a tiros la copa de la fiesta, nos la han llenado de sangre juvenil. Ha de quedar grabado entre nosotros este enjambre de disparos que segó la vida de German y que quiere segar la vida de un pueblo libre».
Continuó con un elogio al difunto y pasó luego a explicar cómo «la venganza de Dios es responder a la muerte oreando vida. Nosotros debemos responder con la unidad, al igual que los árboles que se unen por las heridas. Hoy esto es nuevo motivo para la unión de los navarros y de todos los vascos. Que la provocación planificada alevosamente se encuentre con la respuesta de nuestra tierra orgullosa. Que el toro navarro ocupe la plaza entera para demostrar que nadie nos hace morder el polvo humillándonos, que nadie nos. engaña, y menos cualquier intruso que viene a doblegarnos». Señaló a continuación que «Sabemos recoger el reto y la alegría en la fiesta, este pueblo .sabe llorar y sabe reír». Terminó aludiendo a que el dilema ahora era el de «Navarra libre o Navarra esclava. Esta fue la lucha de Germán y su sueño. Que sea también nuestra herencia recibida».
La arenga de Larráinzar debió de calar hondo. Después del entierro, hubo una manifestación tras la que algunos grupos corearon por el Casco Viejo «ETA, ETA, ETA, más metralletas, ETA mátalos...»
Y fue en el 78 (pincha imagen) cuando ETA comenzó a matar a mansalva.
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