martes, 28 de octubre de 2025

La Leyenda del Chori (Puente la Reina, Navarra)

Ilustración DN 20/08/1988 artículo de Javier L. Andoño
Escudo de Puente, sin corona, para ver detalles
Es una lástima que no haya encontrado ningún dibujo, grabado o pintura del puente románico original de Puente la Reina. Según los historiadores, tuvo tres torretas -una en cada extremo y otra central- que fueron demolidas tras la Primera Guerra Carlista, en 1843. En la torreta central, en el punto más elevado del puente, había una hornacina que cobijaba a la Virgen del Puy, patrona de Puente la Reina hasta 1748, cuando se trajo a la Virgen de Soterraña.

Puente la Reina y su puente
Puente la Reina es el pueblo navarro donde se encuentran los dos principales ramales del Camino de Santiago: el proveniente de Roncesvalles (Navarra) y el que viene de Somport (Huesca). Debe su nombre a su estratégico puente imprescindible para cruzar el río Arga. Construido en el siglo XI, el puente era una infraestructura en la que había que pagar un pontazgo (peaje) para poder atravesarlo. Por su importancia estratégica, originalmente estuvo fortificado con tres torres, una a cada lado y otra en el centro; tan elevado nivel de protección da idea de su importancia para evitar el paso de bandoleros o de un ejército enemigo. 

La de Nieva o Soterraña y la del Puy o del Chori
La relación de Navarra con el santuario segoviano de la Virgen de Nieva o Soterraña fue secular, pues en él se sepultó a la reina doña Blanca. Sin embargo, será a partir de la tercera década del XVIII, cuando las maravillas obradas por intercesión de la Virgen de Soterraña se divulgaron por muchos territorios y, por supuesto, en Navarra a través de diversos medios, propiciándose la llegada de varias de sus imágenes para implorar su especial protección contra incendios, rayos y centellas, tal y como era invocada desde tiempo atrás en diversos lugares.
la Virgen del Puy, conocida posteriormente como la Virgen del Chori, es una talla de piedra y representa a la Virgen sedente con el Niño. Por su estilo puede datarse en el siglo XVI y concretamente en su primer tercio, en la época del plateresco. Posteriormente, por el afán de presentarla vestida, sufrió algunas mutilaciones; sobre todo, se separó la cabeza del cuerpo para volverla a unir por un largo cuello de madera. La actual restauración (1988, párroco, don José Ignacio Omeñaca) ha devuelto la imagen a sus proporciones naturales y se ha rescatado la policromía insistiendo en los colores que había sobre la piedra. 

La Leyenda del Chori
Parroquia de San Pedro
Quizás la Leyenda del Chori no sea más que un intento de algunos puentesinos de devolverle a la Virgen del Puy a su antiguo esplendor. Y a fe que lo han conseguido.
Hasta 1843 ésta es la imagen que estuvo colocada en el centro del puente románico del siglo XI. 
Allí se elevaba una torreta que formaba una capilla abierta a los cuatro vientos, y allí recibía pleitesía la Virgen del Chori. Al intentar ensanchar el puente para dar paso al camino real -cosa que después no se hizo y para lo que derribaron las tres torretas-, la imagen fue trasladada a la parroquia de San Pedro
Era en aquella singular capilla, sobre el puente medieval, donde la imagen de la Virgen recibía la visita de un pajarillo, "chori" en vasco, que de tiempo en tiempo, sin fecha fija, venía para limpiar con sus alas las telarañas y lavar la cara de la imagen con su pico tomando agua una y otra vez de la corriente del Arga. 
El día que aparecía el Chori las campanas se echaban al vuelo, se celebraban funciones religiosas e incluso se corrían vaquillas. Solían acudir a saludarse cientos de puentesinos que recibían su llegada con cantos. gritos y lanzamientos al aire de sombreros. gorras y boinas. Una de las visitas más famosas fue la del 29 de agosto de 1825. El pajarillo permaneció junto a la Virgen treinta y seis horas, desde las seis de la mañana hasta el ocaso del día siguiente. Los fieles pasaron ante el puente toda la noche rezando rosarios.
Versión en euskera (Ze berri)
En 1880 se publicó en la revista Euskara una versión en vascuence de la Leyenda del Chori. Se trata de un poema anónimo escrito en 1868. Estos son los primeros versos de este poema, en los que el autor pregunta al “txori” por qué no viene a seguir limpiando la cara de la Virgen a la Iglesia de San Pedro, como hacía cuando la imagen estaba en la capilla de la torreta central, hoy desaparecida, del puente: 
¿Non zera chori maitea?  
¿Nongo zera? Garestarrai  
Ez al dezu berriz nai 
Icustamenic egin? 
¿Zergatic orain ez zatoz  
Puico Virgiñaren autsa soñuac, 
Arpegitican kentzera 
Ego ta mocoakin? 
(¿Dónde estás, pajarillo querido? ¿De dónde eres? A los de Puente no quieres de nuevo hacer visitas? ¿Por qué no vienes ahora a limpiar el polvo de la Virgen del Puy, a quitárselo de la cara con las alas y el pico?)
Puente la Reina-Gares. Grabado de la obra Atlas topográfico de la Guerra Carlista de 1869 a 1876
¿Leyenda, tradición, historia? (DN 20/08/1988 Javier L. Andoño)
Hay manuscritos de testigos oculares con fechas concretas del siglo XIX: 1825, 1834, 1840. Y narran la coincidencia de la venida del Chori con la visita del obispo de Pamplona y su extrañeza al escuchar el bandeo general de campanas por la venida de un pájaro a la que siguió su admiración al cerciorarse personalmente de la singular conducta del pajarillo en medio del barullo de los centenares de personas que se acercaban a la capilla del puente. Y narran la incredulidad del Conde de Viamanuel durante la guerra carlista que se vio burlado en su estratagema de disuadir a los puentesinos por la persistencia del Chori y las apariciones del pajarillo el 8 de septiembre de 1840 y la última en abril de 1843. 
El Chori campea como elemento heráldico en el escudo de Puente la Reina.  

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