domingo, 12 de octubre de 2025

"El Brindis", un Nobel para Celaya

El Brindis, de José Luis Nobel, gano el concurso de Diario de Navarra
La vida de Agustín Celaya estuvo plagada de anécdotas, pero la más curiosa sucedió 31 años después de muerto: en 2015 la familia recibió su tarjeta de discapacidad (de la que nunca disfrutó), causada por el accidente de 1953 en la Fábrica de Caucho.

Para situarnos
Mira la foto de portada. El fotógrafo, José Luis Nobel, está encaramado al vallado de Mercaderes. A la derecha, Unzu. El cordón de la Policía Armada cierra el paso a los corredores de la Plaza Consistorial
Preciosa foto la de la dcha: Celayica con el bombo... y la cabeza vendada (pincha)

Mi versión (basada en las aportaciones de los hijos)
Agustín Celaya, "Celayica", ha comprado churros en la Mañueta y los lleva a su casa de la esquina de Chapitela con Calceteros (a la izda. de la foto). Obligatoriamente, si no quiere dar un enorme rodeo, tiene que pasar algún vallado y decide hacerlo por el camino más corto. Para atravesar el vallado de la Curva de Mercaderes, ofrece un churro a un policía que le deja pasar. Cuando ya va a llegar al vallado de la foto, alguien le llama desde un balcón y Celayica se gira y saluda. Este es el momento que recoge la foto.
José Luis Nobel presentó esta fotografía, más probablemente, al Concurso de Fotografía Sanferminera de Diario de Navarra, con el título de "Solo ante el peligro" (véase la barrera policial), pero no se lo permitieron y tuvo que cambiarlo por "El brindis".
Celaya, dirigiendo la orquesta, en la c. Eslava. Inge Morath

Agustín Celaya, "Celayica": Una profunda huella
Marichu Olazarán y Celaya
Pocos personajes han dejado una huella tan profunda como Agustín Celaya Navarro (1917-84). Su imagen, con la blusa a cuadros y su inseparable bombo, se convertiría en emblema de los Sanfermines para siempre. Hablar de Agustín y del Muthiko es la misma cosa. Ya estaba vinculado a la sociedad cuando comenzó a dar sus primeros pasos en los años 30 y su fidelidad se mantendría durante más de medio siglo, hasta el mismo día de su muerte en 1984.
Goyena, de pie, y Celayica sobre una silla
Hubo un acto suyo que es necesario destacar entre todos los demás. Cuando -“manu militari”- el régimen franquista decidió cerrar el Círculo Carlista en 1945, Celaya, con otros compañeros, se encargó de sacar de los locales el material que el grupo de danzas necesitaba para seguir actuando.

Años después, en 1953, una explosión en la fábrica de Caucho de la Rochapea le causó graves heridas de las que tardó mucho tiempo en recuperarse. Entonces, los socios, sus compañeros de peña, supieron comportarse con un espíritu de solidaridad que rebasó, con mucho, el apoyo moral. Fueron momentos difíciles para la familia Celaya pero los muthikos supieron estar a su lado.
Tras el accidente y habiéndole quedado secuelas físicas que le impedían realizar otro tipo de trabajo, Celayica comenzó a trabajar de cobrador de recibos de entidades pamplonesas a domicilio (Club Natación, Oberena, su querida peña Muthiko Alaiak de la que era socio), así como de casas comerciales”.
Lo recuerdo, cuando era yo crío, por las calles de la Vieja Iruña, con su cartera en bandolera llena de recibos.
Celaya también fue un campeón en el terreno del mus y lo demostró llevándose el trofeo, en pareja con Fermín Belascáin, tras imponerse a los representantes del Bar Bearin en el Campeonato lntersociedades que organizaba Capa Negra el año 1969. En junio de 1974, la Junta le entregó la insignia de oro del Muthiko que Agustín llevaría con orgullo hasta su muerte.
Cerca ya de los años 80, el cambio de los cobros mediante domiciliaciones bancarias, le llevó a Celaya a una jubilación anticipada.
Pocos años después, el 27 de abril de 1984, falleció a la edad de 67 años.
En 2015, 31 años después de su fallecimiento, la familia recibió la tarjeta de discapacidad, causada por el accidente de 1953 en la Fábrica de Caucho.

Nota: Buena parte de la información ha sido extraída de "Muthiko Alaiak. 75 años de nuestra historia", de Manuel Martorell.

1 comentario:

Anamary dijo...

Quién no conocía a Celaya? Dios mío... ! Todo un personaje pamplones, que nos queda en la memoria.