jueves, 27 de julio de 2023

Los Zoos de Pamplona

Si por "zoo" se entiende algo más que palomas y patos, el del Redín (1961) fue el primer zoo de Pamplona, anterior al de la Taconera (1969).
En Febrero de 1958 entra en la Alcaldía Miguel Javier Urmeneta y sus proyectos van por el Redín:

El zoo del Redín
El baluarte bajo de Guadalupe acogió a los primeros inquilinos
Fue también en 1961, unos meses antes de que fuera inaugurado el Caballo Blanco
Juanito Elizari, el cordelero, aún le quedaban 7 años de patear el Redín con el cáñamo a la cintura. El zoo del Redín fue otro de los ingredientes del sueño de Urmeneta por revitalizar la zona.
Si por "zoo" se entiende algo más que palomas y patos, el del Redín fue el primer zoo de Pamplona, anterior al de la Taconera:
07/06/1961 Ya falta menos para que los fosos del Baluarte del Redín se conviertan en el «Zoo» de Pamplona. Un nuevo «inquilino», un jabalí, ha venido a sumarse a los dos gamos que desde hace varias semanas corretean y juegan entre las piedras viejas de la muralla y la hierba fresca y tierna del foso. Galle bajó al foso para captar, bien de cerca, un par de fotos del jabalí.
28/07/1966 Ha producido gran pena entre sus numerosas amistades el fallecimiento de don Eusebio Alzórriz Langas, sumamente apreciado por su conducta ejemplar y honradez acrisolada. Era el simpático y celoso guarda de los gamos del parque del Redín. Testimoniamos nuestra condolencia a sus hijos Joaquín, Santiago, María Teresa, María Presentación y Francisco Javier, madre política, hermanos, hermana política y demás interesados... 
Tenía una mano de madera, se le llamaba "el curro".  

El zoo de la Taconera
1926 Estanque Bosquecillo A. G.Deán AMP
07/02/1969 Nace el zoo de la Taconera
Entre la muerte de uno de ellos y el traslado de otros a la Taconera, la "plantilla" de gamos del Redín, que era de nueve, ha quedado reducida a la mitad. En efecto, varios gamos han sido trasladados al parque de Taconera
18/02/1969 El Parque de Taconera va pareciendo otro. Ahora se convierte en algo así como un pequeño "zoo", reducidísimo en espacio y limitado a dos especies animales. Pero algo es algo. Y tanto los pavos reales como los gamos que andan por allí serán sin duda la sensación de los pequeños, la gran novedad, de cara a la Primavera que se encuentra a la vuelta de la esquina. 
Por esas fechas se crea el actual estanque de los patos, a los que el Hotel de los Tres Reyes (inaugurado el 1 de abril de 1963) había desalojado del estanque del Bosquecillo.
1964 bosquecillo y Taconera AMP
1950 Estanque Bosquecillo
29/04/1966 
-En la sesión que el miércoles tuvo la Comisión Permanente Municipal se vio y pasó a resolución del Pleno una propuesta que nos ha producido singular agrado, la creación en los Jardines de la Taconera de un estanque para aves acuáticas. Esperamos y deseamos que el Ayuntamiento acepte y apruebe esa feliz propuesta y que sea llevada a completa realidad para que sirva de bello y poético adorno en nuestros magníficos jardines y nos haga recordar -pero mejorado en belleza e higiene-.-, aquel estanque desaparecido, en cuyas aguas -sucias con demasiada frecuencia- se paseaban majestuosamente unos hermosos y orgullosos cisnes...
Cuando, en agosto del 68, vine a vivir a San Juan, por donde luego pusieron los patos. campaba a sus anchas un ciervo al que le habían colgado el cartel de "ciervo agresivo". Se llamaba Venancio y le había dado un buen tarantantán a algún borrachín que había bajado a torearlo.
Imagen de las ciervas que habitan en el minizoo de la Taconera CEDIDA
Un total de 281 animales forman actualmente el minizoo de Taconera
Se trata de rumiantes (8 ciervas), diversas especies de anátidas (148), gallináceas (123) y el grupo de roedores representado por tres ardillas 
Hace más de 50 años que los pamploneses y visitantes disfrutan de un minizoo en el centro histórico de Pamplona, un sistema que forma parte de las vivencias de los ciudadanos desde hace décadas, y del patrimonio cultural y naturalístico de la ciudad. Aprovechando el espacio de zonas verdes que se intercalan en los elementos de la fortificación moderna de la ciudad, en el revellín de San Roque, se puede asistir día a día al paso de las estaciones desde el punto de vista botánico, pero también desde el del ciclo natural de vida de los animales.
En estos momentos 281 animales forman actualmente el minizoo de Taconera, entre rumiantes (8 ciervas), diversas especies de anátidas (148), gallináceas (123) y el grupo de roedores representado por tres ardillas. Son animales supervisados desde el punto de vista veterinario y a los que se cuida y alimenta desde el Servicio de Inspección Alimentaria y Zoonosis del Ayuntamiento de Pamplona.
Esta dotación municipal está atendida por personal veterinario del servicio y por tres cuidadores. Las labores diarias del personal a cargo consisten en limpieza y mantenimiento del recinto, alimentación y vigilancia del estado de los animales, además de realizar algunas labores de jardinería. Las estaciones, en el minizoo, traen afanes diferentes, como tareas de jardinería en primavera, limpieza en verano o recogida de hojas y mantenimiento de las instalaciones en otoño e invierno, respectivamente.
El día empieza muy temprano en Taconera porque a las ciervas se les alimenta con pienso especial a primera hora del día en una zona acotada para evitar que accedan al alimento del resto de animales, aunque luego a lo largo del día pastarán por su cuenta en las praderas del revellín. Las aves, sin embargo, comen cereal dos veces al día, aunque a cada tipo de animal se le presenta el alimento de forma diferente: hay quien la come en tierra y quien prefiere “pescarla” remojada en el agua del estanque. Mochas de las aves complementan su dieta con algas y pequeños crustáceos que nacen en el fondo de los estanques, unos espacios que también requieren de mantenimiento y limpieza periódica. 
Actualmente cisnes, ocas, ánades, pavos reales, gallinas de guinea, pavos comunes, faisanes, ardillas y ciervas, entre otros, conviven y se desarrollan ante una ciudadanía que antaño también podía contemplar en este espacio ciervos machos con grades cornamentas, cabras hispánicas que con su tendencia a trepar para ramonear hacían peligrar el cordón de piedra que remata la muralla, e incluso hubo gamos, conejos y jabalíes. Más de seis décadas de manejo del espacio han dado para muchos cambios, algunos voluntarios, pero otros forzosos como la eliminación de los ciervos macho que habían llevada a la manada a una consanguinidad excesiva.

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