En los Sanfermines de 2019, tras la desastrosa gestión de la Plaza de las Recoletas durante la alcaldía de Asirón (2015-19) ya no hubo "caseta de los ajos".
30/07/2016 Finalizados los Sanfermines 2016 quiero manifestar mi total desacuerdo con el montaje (organizado por Gora Iruñea) que ha permitido el Ayuntamiento de Pamplona en la Plaza de las Recoletas, popularmente conocida como la de los ajos. El montaje no permitió tener una entrada libre como debe ser a una vivienda, en este caso al convento. La segunda razón es la instalación de una serie de generadores en la mismísima fachada...
Nos avisó Iriberri, el Día del Pobre de Mí:
14/07/2019 Mercado final. Como se cae la última hoja de los árboles, se ha caído de la plaza de Recoletas, tras un largo otoño, la última caseta (pincha) del mercado de los ajos. Era ya una pieza de museo, con las ristras artesanas colgando de la historia. Pobre de ti. Sueñas una noche con la recuperación de la Travesía del Arga y te despierta la desaparición de los ajos.
En noviembre de 2022 Pedro Lozano Bartolozzi, hijo de Pedro Lozano de Sotés, estuvo muy atento a esta pérdida y cedió al Ayuntamiento de Pamplona ‘Plaza de los ajos’ (pincha), un óleo sobre lienzo pintado por su padre en 1943.
Pedro L.B., Enrique M.M. y María G.B. Acto de donación del cuadro de Lozano Bartolozzi DN CEDIDA |
Ésta que viene, la de la derecha (del Archivo Municipal), es la foto más antigua que conozco del mercado de los ajos en la Plaza de Recoletas. Nos la aporta Arazuri en su libro Historia de los Sanfermines, en el capítulo dedicado a la Plaza de los Ajos. Este es el pie de foto: "Vemos la plaza de los ajos hace medio
siglo, cuando el mercado era boyante. En la foto se aprecia, primer
lugar, al perrero municipal con el bastón-lazo con el que cazaba
impunemente a los chuchos. Eran tiempos en que el perrero vestía con
uniforme (Foto Julio Cía)".
Teniendo en cuenta que Historia de los Sanfermines fue escrito en 1983, Arazuri calcula que Julio Cía la hizo en 1933 ca. Pero no nos dice quién es el "lacero municipal". Para cualquiera que conozca el cuadro de Briñol (1919, izda), ese lacero no puede ser otro que Aniceto Petit (66 años, 1863-1929). Por tanto, me da la impresión de que esa foto es de hacia 1915.
Aniceto Petit, con su bastón-lazo, junto a la fuente de Recoletas h.1915 (Foto Julio Cía) |
La plaza de los ajos, a principios del XX, ya era un mercado boyante. En la foto se aprecia al perrero municipal con el bastón-lazo, inventado por él, con el que cazaba sin peligro a los chuchos. Eran tiempos en que el perrero vestía con uniforme.
Pocos días después de la subasta de
las barracas tiene lugar en la Casa de Misericordia la de las casetas
para la venta de ajos.
Año 1965. Eran tiempos en que la plaza de las Recoletas se llenaba de horcas de ajos |
Una de las cosas más típicas de los
Sanfermines es el mercado de ajos en la plaza de las Recoletas. Tanto
nombre y tradición adquirió este mercadillo, que el título de
la plaza ha sido y es con frecuencia, sobre todo por las Fiestas,
sustituido por el de «Plaza de los Ajos».
En el siglo XIX este mercado
carecía de la importancia que alcanzó en el XX. En 1887, como
ejemplo, en fiestas sólo se instalaron dos casetas en el -entonces- Paseo de Valencia para la venta de ajos y cerámica de Lumbier.
Saliendo de Aldapa a la Cuesta del Palacio (Foto José Luis Nobel) |
Es curioso que el ajo, liliácea
originaria de las estepas del Asia Central, el más importante
remedio-condimento, haya adquirido en nuestra Ribera -siendo los más
famosos los de Falces y Corella- una categoría y una clase
apreciadísima.
Año 1968. Bonita perspectiva de las casetas de venta de ajos. (Foto Zubieta y Retegui) |
No saben nuestros riberos que los bulbos que cultivan
tan afanosamente, fueron citados y estudiados por los naturalistas y
médicos de la antigüedad, y que los hebreos del Éxodo lamentaron
profundamente abandonar el ajo como uno de los más preciados bienes
que dejaron en Egipto, y desconocen también que en la última Guerra
Mundial los soldados rusos llevaban en las mochilas ajos para
aplicarlos machacados en las heridas por su acción antibiótica a
distancia.
Souvenir sanferminero (Fotos José Luis Nobel) |
En el siglo XX la venta de horcas
de ajos fue adquiriendo, poco a poco, tal incremento, que
posiblemente sea el recuerdo que con más frecuencia se llevaban los
forasteros de nuestra ciudad. Ante aquella demanda del producto y de
los vendedores, la Meca se vio obligada a ampliar el número de
casetas, que llegaron a alcanzar hasta más de cuarenta, si bien
hemos de reconocer que también se instalaban los alfareros de
Villava que, para promocionar sus mercancías, enseñaban a beber en
rallo o botijo a toda persona que se acercaba al chamizo de venta, en
donde se podían comprar también huchas, pucheros y cazuelas de
barro.
Souvenir sanferminero (Fotos José Luis Nobel) |
La tradición de vender ajos en dicha plaza durante San Fermín empezó a decaer a mediados de los 70, cuando se compró la plaza a las monjas. De hecho en las fiestas de 1989 había solo seis casetas, en 2004 solo dos puestos, y en 2011 solo había un puesto de ajos, el de Iván Martínez Izquierdo y su hermano Práxedes, que tomaron el relevo de su padre.
Pero el espacio de la plaza que quedaba libre era ocupado por un nuevo mercadillo de casetes, baratijas
exóticas, repujados y trabajos africanos.
Ay, lo que me he reído con la cruzada "pro especies sanfermineras en peligro de extinción" de este hombre. Es que me lo imagino arrastrando por el suelo las ristras de ajos...:
Ajo y agua por José Miguel Iriberri (Plaza Consistorial 10-07-2017)
ESTE afán desprendido de uno por hacer memoria colectiva. Quien no me recuerde de 2016 dando lecciones de historia con la bota de Las 3 ZZZ es que estuvo por ahí, en Benidorm, o por aquí, donde Recoletas, pero en la inopia. Pues, verán. Este año he cambiado la bota de vino por la horca de ajos, manteniendo intacto, por supuesto, el propósito divulgador de especies sanfermineras en peligro de ex-tinción. Me pasa lo de aquel: cuando hago algo nuevo vuelvo a ser el de antes. Todo por la causa. Las esencias y eso.
Todos saben que el ajo es imprescindible para condimentar ciertos platos, pero pocos son capaces de hacer con él una artística fotografía como ésta de Pío Guerendiáin |
1966 Nicolás Ardanaz |
Sanfermines de 1946 (pincha) |
Me advierten en casa que de todo se vuelve en esta vida menos del ridículo. Pues toma ridículo. Si no floto, pasto para los peces tigre de Curtidores. Espero que les guste. Y si no, ajo y agua. Nunca mejor dicho.
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6 comentarios:
Tenía una foto, que no la encuentro, con ristra de ajos al cuello!!.
¡Qué recuerdos!. Cuántos años ya pasados me trae esta plaza y cuántas ristras de ajos al cuello no habre llevado en esos años preciosos de la juventud. Siempre lo he llevado en mi recuerdo y lo seguiré llevando UN NAVRAZO FUERTE. Miguel Angel
Yo, que no estoy ni cerca de la edad de jubilación, recuerdo de niño y de no tan niño la venta de ajos en la plaza de los ajos. Debería aceptarse el topónimo DE LOS AJOS con una placa recordatoria e incluso con una estatua de un ciudadano anónimo vestido de pamplonica y con una ristra de ajos al hombro. Pero una estatua realista para que tenga éxito fotográfico como la escultura del encierro. Sería un buen recordatorio.
Gracias a todos por comentarios tan sentidos. Me parece una idea estupenda la de la " estatua de un ciudadano anónimo vestido de pamplonica y con una ristra de ajos al hombro". Ahí queda, pero yo insistiré en el blog.
Un navrazo a todos
Ahí tuve mi domicilio hasta los 12 años, el año 1972 aproximadamente, en el nº 8. Esperábamos todos los años la aparición de los tableros de las casetas de los ajos para, antes y después de los Sanfermines, cuando estaban desmontadas o vacías, disfrutar con ellos de grandes aventuras en la plaza, esquivando al vigilante claro. Bien por la idea del monumento. Gracias Patxi por la entrada.
Gracias a ti, Oliver. También tengo pensado proponer al Ayuntamiento otro monumento a Juanito Elizari, el último cordelero del Redín
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