miércoles, 5 de julio de 2023

Acoso y agresiones en Curia (antecedentes)

Foto de Íñigo Alzugaray
Voy a recurrir a la hemeroteca de DN -y un poco a mis recuerdos- para conocer los precedentes de los angustiosos momentos que se viven desde hace décadas, en la calle Curia, durante la Procesión del 7 de Julio. 
Hay que tener en cuenta que, antes que Curia, fue el Iruñazarra (abierto en 1969) el local desde donde se hostigó a la Corporación en la Procesión de San Fermín, a su paso por Mercaderes. Pero dicho local, al estar situado en la parte más ancha de la calle, no reunía las condiciones adecuadas para intimidar y acosar a los cargos electos.
Acabaron con el Riau Riau, con el pañuelo rojo en las fiestas de San Fermín Chiquito y las de los barrios, manipulan el Chupinazo, amenazan las corridas y el Encierro...
A ver si la verdadera izquierda, la no nacionalista (izquierda y aberzale es un oxímoron), planta cara a los de Curia y sigue el ejemplo de Lidia Biurrun, de respeto a la corporación y a nuestras tradiciones.
En los años 60 las peñas acompañaban a la procesión (AMP Colección Arazuri)
Mis recuerdos
Sería por el 85; la Procesión o, mejor, la Octava de San Fermín. Estaba con mi hija (nacida el 7 de Julio de 1982) a hombros en la Calle Mayor. No había mucha gente. Cuando se acercó la comitiva, un individuo que llevaba el gorro de la ikurriña ("Gorra Euskadi") empezó a vociferar: "¡¡¡Gora Euskadi askatuta!!!". Reconocí a Mikel de inmediato, ya que, allá por el 78-79, solía caer (nunca mejor dicho) por el Zagit, el bar de un amigo, que yo frecuentaba.
Desgraciadamente, terminó poniéndose a mi lado, y continuó con su letanía: "¡¡¡Gora Euskadi askatuta!!!". Le pedí en vasco que por favor se callara y que respetara este acto de Pamplona. No me reconoció y me contestó en castellano que, como era de Tafalla, no entendía el euskera. 
Viedma y Ayensa (acercado a Vitoria)
- ¿Pero no decías que eras de Artica... o de Aizoáin?- le respondí.
En ese momento mi hija, de tres años y que seguía sobre mis hombros, le dio un manotazo (con su manica, un "manotacico") en la "Gorra Euskadi" y el vociferador le levantó la mano. 
La gente se le echó encima y tuvo que irse "con la música a otra parte".
17 años después (en el 2002), me enteré de que ese alborotador era el padre de otro "descerebrado", Mikel Ayensa Laborda, condenado por el asesinato de Caballero y Casanova.

Hemeroteca DN (hasta 2003)
¡Vaya antecedentes: un punky y un borracho! Pero también hubo claveles desde la sede de IU. Y Valentín Redín repuso la chistera de Sánchez de Muniáin, destrozada en el Riau Riau

08/07/1996 Alborotadores en la calle Curia. 
En la 3ª foto, Valentín Redín (pincha)
Cuando la comitiva salía de la Catedral para dirigirse a la parroquia de San Lorenzo, en el cruce entre las calles Curia y Calderería un «punky» arremetió contra el obispo, la policía y contra la corporación municipal, por lo que tuvo que ser desalojado por los municipales. Segundos después el incidente se repetía en el mismo lugar, esta vez por parte de un joven borracho. El público pamplonés, como respuesta, aplaudió a la comitiva. Por suerte, no hubo que lamentar más incidentes de este tipo. 
Claveles para la corporación. Claveles para la corporación. Tras la salida de la corporación de la parroquia de San Lorenzo, desde la sede de Izquierda Unida, en la calle Mayor, un joven militante entregó a los concejales un ramo de claveles rojos, que fueron bajados desde el balcón atados con una cuerda y recogidos por Lidia Biurrun (lU). La corporación municipal se repartió los claveles entre sonrisas. Los hombres se los colocaron en la solapa o los regalaron a señoras que había entre el público. 
Tras el Riau-Riau. Juan Luis Sánchez de Muniáin, concejal de UPN, estrenó nueva chistera, ya que la suya quedó destrozada tras los incidentes del Riau-Riau el pasado sábado. El jefe de protocolo del Ayuntamiento, Valentín Redín, tuvo que conseguirle a toda prisa otra chistera para los actos de ayer. La mayoría de los concejales tenía todavía muy frescos en la mente los desagradables incidentes del día anterior. Unos rayos de sol y los pamploneses no dudaron ni un momento en seguir a la comitiva.

En 1999, Yolanda Barcina, fue la primera alcaldesa de Pamplona. Pero tenía varios defectos: era mujer y de Burgos. Y, además, mantuvo una actitud firme e inteligente contra ETA. 
Por ceñirme a los Sanfermines, limpió de ikurriñas el recorrido del Encierro para verlo estupendamente por televisión. Mandó al Plan Sur a las mal llamadas "barracas políticas", de las que nos expulsaron violentamente a los demás (¿Os acordáis de "la Pecera", camaradas del PC?)
Los intentos de agresión se dispararon. Ante los insultos ("¡Hijaputa!"; "Barcina a la cocina"; "Barcina a la guillotina"; "La última puta del Ben-Hur es la Barcina, es la Barcina...". Una preguntica a los expertos: ¿todas estas barbaridades no son, siquiera en grado leve, delito de odio? ¿las feministas no deberían haber salido en su defensa? Ah, perdón, no me acordaba de que era burgalesa y de UPN)... como decía, ante los insultos. muestra del machismo y del nivel de inteligencia de lo más cutre de las Peñas (y de la cobardía del resto), siempre respondió con una sonrisa. 
Yolanda se convirtió en el pararrayos de las iras de esa misma gente (así nos tocaba a menos a los demás).

08/07/2002 Mercaderes y Curia 
«En un balcón me insultan y en el siguiente me echan flores. No me quiero imaginar cómo serán las reuniones de vecinos», decía Yolanda Barcina a sus compañeros de partido al paso de la corporación por la calle Mayor. Allí, tanto en las aceras como en los balcones, las alusiones críticas a la alcaldesa se cruzaban con el apoyo a la primera edil. En la misma calle, la Policía Municipal retiró la pancarta «Barcina, vete ya. Txóznak (sic, con tilde) nahi ditugu (Queremos las txoznas.)», antes de que la alcaldesa llegara a ese punto. 
La situación más comprometida para la alcaldesa se produjo en las calles Curia y Mercaderes, tanto en la ida a la Catedral para recoger al cabildo como a la vuelta hacia la plaza Consistorial. En la calle Curia, agentes de la Policía Municipal tuvieron que cubrir a la alcaldesa con un paraguas por el agua que le echaron desde un inmueble, mientras quienes esperaban en la acera forcejeaban con los policías cuando intentaron acercarse a ella. Al menos en tres ocasiones los gritos y sus réplicas fueron tapados por un «San Fermín, San Fermín» multitudinario.
(Yolanda) destacó que la procesión había durado una hora menos que el año pasado. «Si la querían retrasar, ha ocurrido lo contrario. No ha sido más de lo que esperábamos», dijo. Reconoció que para ella el peor momento de la procesión fue el segundo paso par la calle Curia y Mercaderes tras dejar al santo en San Lorenzo. También afirmó que muchos de los que le insultaban no eran vecinos de Pamplona. 

¿Cómo sabía Yolanda que no eran de Pamplona? Leed, leed:
Martinena y Michel en 2004, dos miembros
de la Junta de la Corte de San Fermín
La confusión con la Corte de San Fermín
. Al paso de la procesión por la Plaza del Ayuntamiento, algunas personas gritaron «UPN kanpora» a los cinco miembros de la junta de la Corte de San Fermín, al confundirles con concejales regionalistas. «Hasta ahora siempre se había respetado la procesión. Y ya no es cuestión de ser o no creyente, sino de educación y cultura», lamentó Juan José Martinena, miembro de la junta.

08/07/2003  Tras la homilía, el cortejo, ya sin el Santo, tomó de nuevo el camino hacia la Catedral. El regreso fue muy lento. Alcaldesa y concejales se dieron un respiro en la calle Mayor cuando miembros de Napardi les ofrecieron un pincho de paté y un vaso de vino blanco. En la calle Curia, tanto al subir como al bajar, se vivieron momentos de tensión, cuando varios grupos increparon a la alcaldesa con gritos e insultos. Incluso arrojaron bebida sobre la comitiva y hubo algunos forcejeos con los agentes de la Policía Municipal. Pero no fue a más. 
Coro de Napardi
A las 14.30 la Corporación entraba de nuevo en la Casa Consistorial.

13/07/2003 Bochorno en la calle Curia Desgraciadamente nos tiene más que acostumbrados a este tipo de espectáculos que nos ofrecen cada San Fermín, año tras año, siempre son los mismos, unos años por las txoznas, otros por las ilegalizaciones, otros por la Plaza del Castillo, otros por Dios sabe qué, el caso es pretender liarla todos los años. Cuando estamos viendo la procesión del santo, el día grande de la fiesta por antonomasia, el día de San Fermín, cuando medio mundo esta pendiente de nosotros...

Última hora
Asirón (que me sigue teniendo bloqueado en twitter, ¡qué rencoroso!) ha hecho un llamamiento a la calma, curándose en salud ("si pasa algo, a mí que me registren").
Muy atentos a la actitud que toma la manada de Curia con Elma Saiz, por lo que ya sabéis.

3 comentarios:

El tiburón del Arga dijo...

Normalizar lo anómalo. Que lo suframos desde hace años no debe hacer que parezca normal. No es cuestión de estar o no de acuerdo con los integrantes de la corporación. No debe ser un tema de política. La ciudad, la fiesta, el Santo...merecen un respeto. Crucemos los dedos

Anónimo dijo...

Asirón ha pedido calma a sus orcos y que no "caigan en provocaciones". Y... qué es procación para el? Ir en la procesión como parte de la corporación o el cabildo? Ni ser abertzale o no querer plegarse a su voluntad? No llevar una ikurriña tatuada en el cerebro? Existir siendo diferente?
En Auswitch los presos bajaban la cabeza y evitaban mirar a los guardias a la cara... para "no procarles". Así nos quiere Asirón y los suyos.
Gracias Pachi por hacernos recordar quién ha sido y es esta gente.

desolvidar dijo...

"En Auswitch los presos bajaban la cabeza y evitaban mirar a los guardias a la cara... para "no provocarles". Así nos quiere Asirón y los suyos".
Lo has clavado. Gracias a ti