Elma Saiz tensó los labios y bajó la mirada... |
Fin de la primera parte y ahora viene la segunda que es la más interesante
"Seguirá todo igual: Chivite con Bildu, apoyando cuando sea necesario. Y en el Ayuntamiento, aunque a Ibarrola le dejen llegar a alcaldesa, siempre se puede plantear una moción de censura, cuando pasen las generales y ya no haya que disimular".
Siguiendo a "torrero", así decíamos unos días antes del sábado, constitución del Ayuntamiento pamplonés. Así pues, "fin de la primera parte".
Pero Elma le tiene tomada la medida al Cabestro: "habrá o no moción de censura según os portéis conmigo en Curia. De momento, tú sigue con esa cara de enfado -lo estás haciendo muy bien-, a ver si engañamos a alguien".
Como veis, el tono de control de la situación que la anterior frase transmite acaba de quedar roto por la imagen de portada de la salida -ayer- del Ayuntamiento.
Los socios de Txibite ya están coordinandose para las agresiones de Curia el 7 de julio.
— NavarraEsNavarra🖤 (@NavarraForal) June 18, 2023
Ya solo falta que Asirón caliente el ambiente https://t.co/prAkcDoqEC
🔴 EN DIRECTO | Elma Saiz abandona el Ayuntamiento entre silbidos https://t.co/IOz1pn3vtK pic.twitter.com/Imy6T3xIkr
— Diario de Noticias (@NoticiasNavarra) June 17, 2023
Nos lo cuenta M. Carmen Garde, de DN, en una soberbia crónica:
Bajo la línea de la boca,
¡la silueta del Cabestro!
La socialista Elma Saiz salió del Ayuntamiento de Pamplona como una exhalación, como los miuras en los encierros pulverizando récords, aunque en este caso huyendo de los insultantes abucheos y acusaciones que le profirieron casi un centenar de frustrados simpatizantes de EH Bildu que, apostados a la sombra y cerveza en mano para calmar la sed de una alcaldía que se les volvía a atragantar, le esperaron pacientemente. Saiz apareció por la puerta principal pasadas las 13.30 horas, rodeada de unos veinte policías municipales y escoltada por sus compañeros de partido Ramón Alzórriz y Ainhoa Unzu. La socialista escuchó, aceleró el paso y, justo antes de la curva de Mercaderes, tensó los labios y bajó la mirada. En lenguaje corporal, cuentan, se mira hacia abajo cuando las emociones son fuertes. Es una manera instintiva de protegernos haciendo menos visible nuestro estado de ánimo frente a los demás-, dicen los manuales de este tipo de comunicación.
¿Aguantará Elma Saiz la tensión? ¿O, antes del 7 de Julio, llamará a Asirón y le prometerá la moción de censura, eso sí, para después del 23-J?
Llegará el día 7 de Julio. Saldrá la Procesión, hará el recorrido habitual, con las paradas obligadas para escuchar las jotas al Santo y el Agur Jaunak... Y antes de acompañar al Cabildo hasta la Catedral, hay que pasar por las Horcas Caudinas de Curia.
La Corporación se detiene en Mercaderes, entre Estafeta y Mañueta. Desde allí se ve toda la calle Curia hasta el atrio de la Catedral, donde se celebra el Momentico. Pero para disfrutar del Momentico hay que pasar el Momentazo de Curia.
Arreciarán los gritos, perfectamente orquestados, de "¡UPN kanpora!". Y todos los miembros de la Corporación (salvo los de Bildu, que lo disfrutan con miradas cómplices entre ellos: es su Momentico) se cagarán patas abajo.
Si en ese momento vemos a Elma Saiz con una cara decidida -como Alzórriz, en la foto de portada- o serena -como Ainhoa Unzu- y al Cabestro llamando ostensiblemente a la calma a sus novillos, ya sabemos que Saiz ha llamado a Asirón. En cambio, si vemos en su cara ese mismo gesto ("tensó los labios y bajó la mirada") y a Asirón sin hacer gestos ostensivos, Elma Saiz ha aguantado el tirón y lo que le pase a ella (no a los de UPN) en Curia será un test para saber si habrá o no moción de censura contra Cristina Ibarrola.
Así pues, fotógrafos, atentos al gesto de Elma Saiz antes de empezar Curia y al entrar en el atrio de la Catedral. Los dos. Ahí se decide el futuro de Cristina Ibarrola como alcaldesa.
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