La peña de Azagra 1874

En 1916 una roca cayó de la Peña de Azagra y alcanzó al autobús de línea Río Ega,
incrustándose en su interior. Fracturó la pierna de un cura que iba en el vehículo

Cuando era niño oí que, en uno de los desprendimientos de la Peña de Azagra, el de 1856, habían muerto "tres personas y ocho gitanos". Esa noticia apareció, por lo visto, en la prensa de la época. He dado con una buena información del desprendimiento de 1874, el más trágico de España, que aderezo con imágenes de Archivo Abierto. 

De varias fuentes

Sobre un arcón, las 2 sillas de montar. Cámara de Comtos

-Azagra es la única población navarra que tiene un nombre inequívocamente de origen árabe. El topónimo deriva de la palabra árabe al sajra, que significa ‘la peña’. La localidad se ubica al pie de un cerro rocoso conocido como la Peña, donde hubo cuevas fortificadas y un castillo.

-1874 hubo desprendimientos de la peña La Primicia, ocasionando 91 muertos (la mayor cifra de la que se tiene noticia en España),  el cinco por cien de la población, y como amenazaba repetirse se indujo a la Diputación de Navarra a derribar toda la mole rocosa incluido el castillo.

-La vieja torre del castillo, con algunos vestigios de muros defensivos, permaneció dominando la villa hasta 1874 en que desapareció en un desprendimiento de la peña. En los sótanos del castillo se hallaron unas sillas de montar del siglo XIV y algún otro objeto, conservados hoy en el Museo de Navarra.

Carta al Director de 1874

Azagra 23 julio de 1874.—Señor director de El Imparcial.-Mi querido amigo: A las nueve y media en punto de la mañana del mártes (anteayer, 21) circuló por Logroño la noticia de que el pueblo navarro de Azagra había sido sepultado y era un montón de ruinas á consecuencia del desprendimiento de la peña, en cuya falda se asienta. Noticia tan brusca é inesperada produjo gran sensación, por ser Azagra uno de los pueblos de Navarra, quizás el único, que no tiene á ninguno de. sus hijos en la faccion y profesan todos sus habitantes las ideas liberales. 

Sin embargo, como cierta clase de desgracias se aumentan al comunicarlas, me pareció ésta de tal naturaleza que hube de dejar trascurrir algún tiempo para saberla confirmada y trasladarme al lugar del siniestro con objeto de darle cuenta de lo ocurrido. 

Azagra, "la barca"

Luego que supe que las autoridades de ésta tenían conocimiento de la catástrofe, como pude, llegué á Calahorra al mismo tiempo que acudían en tren especial el médico Poblacion y ayudante González, de sanidad militar, con una compañía de ingenieros acantonada en Murillo de Rio Loza. Acto continuo y después de escribir á Vd. breves líneas, salimos todos para este pueblo, que dista seis kilómetros de Calahorra y 4.500 metros de la márgen derecha del Ebro, que baña su ribera. Se pasa el rio en una vetusta barca y ya se distingue el pueblo entre escombros, apoyado en una inmensa roca de la cual se nota la falta de un fragmento. 

Azagra 24 Nov 1943

En mis cartas de la guerra, al hablar de Lodosa, de Sesma y de Lerin, he bosquejado la clase de terrenos de esas comarcas que es igual á los de Azagra. Grandes masas de arcilla y greda, que se deprimen y agrietan al presentarse cada fenómeno higrométrico dan formación á fuertes levantamientos en el terreno, que la diferencia de nivel en unos, y la acción de las corrientes de agua en otros, producen secciones verticales de colosal altura, y escarpados fantásticos debidos á los cristales de yeso aglomerados. en las tierras que los contienen. La falta de cohesion nos presenta en todos esos sitios desmoronamientos mas menos considerables, y que solo se aprecian cuando son causa de alguna desgracia como la que hoy me ocupa. 

El pueblo de Azagra, de fundacion morisca, debe el sitio que ocupa al Moro Ben-Alí-Azagr, y está situado al .pié del muro que forman las tierras ya citadas, que elevándose desde los campos de Peralta terminan aquí en una seccion vertical de 400 piés de altura, extendiéndose 500 metros á derecha é izquierda del pueblo. Sobre la mayor elevación de la cresta de esta pared se conserva un castillete árabe. que en este momento, inclinado sobre Azagra, parece va a desplomarse. 

Cuevas de Azagra

Muchas hinchazones del terreno y de forma rocallosa de este, da margen á que sea muy conocida la peña de Azagra en estas comarcas. 

El pueblo tenia antes del suceso 1.700 almas que vivian en 422 casas. La agricultura es la ocupacion de sus habitantes (que reniegan de ser navarros, porque atribuyen á estos la guerra civil): son de costumbres modestas y morígeradas; aumentaban cada año su riqueza disfrutando una vida de comodidad relativa á su poca importancia. 

En la madrugada de anteayer á las cinco y cuarto de la mañana, después que los labradores habían salido al campo, uno de ellos, que vió desmoronarse un pedazo de peña, llevó al pueblo la alarma, gritando: "que se cae la peña". En el mismo instante una mole de piedra que, segun cálculo aproximado, seria tan grande como la mitad de la plaza de Toros de Madrid, se desprendió de su álveo y sepultó 72 casas que se hundieron, quedando convertidas en un montón de escombros. 

La masa, en su caída, sacó de cimientos casas enteras que arrollaron á las demás enterrándose con ellas y sus moradores. Una nube de polvo intensa, que duró quince minutos, y un estruendo infernal siguió á la catástrofe, y á las cinco y media los vecinos de las casas libres estaban en las eras llamando á voz en grito á sus parientes y amigos. La escena debió ser aterradora y el pánico horrible. Mujeres y niños sacados de sus camas, desnudos en medio del campo, de rodillas implorando la clemencia del cielo y teniendo ante sus ojos, arrasados de lágrimas, una desgracia que no podian remediar. 

Casas baratas. Azagra 1961 Zubieta y Retegui

Acudieron los trabajadores del campo, organizóse el salvamento, pero como no había orden ni concierto y la autoridad no podía contener los gritos del corazón, fué imposible trabajar en aquellas ruinas para extraer de ellas á algunos infelices que sobrevivían pidiendo auxilio. 

Las mugeres que gritaban "que cae la peña" justifica el miedo de todos y el tiempo corría con el aire que llevaba los mil lamentos que de tierra salían. 

De Calahorra salieron algunas personas que, despues de calmada la primera impresión, consiguieron salvar a algunos infelices con vida y ligeramente contusionados, y extraer dos ó tres heridos y varios muertos que sin gran trabajo pudieron sacarse. 

Hago caso omiso de las mil escenas de anteayer, que me han referido y que hielan el alma, para llegar al resultado que estoy presenciando desde nuestra llegada. 

Azagra, peña La Primicia, investigaciones

La compañía de ingenieros militares que mandan los inteligentes y bizarros oficiales del cuerpo, capitán Blanco y Cela, y teniente Herreros de Tejada, auxiliados del alférez Ansardo, sin tomar descanso alguno, dieron principio al escombrado y salvamento de las víctimas sepultadas. Misión difícil y por demás arriesgada. Trabajo ímprobo y peligroso en extremo, que me hace llamar á estos oficiales, "bizarros", segunda vez y "bravos" á sus soldados. Los médicos Poblacion y Gonzalez visitaban los heridos que estaban en las casas aun en pié, y los cadáveres mutilados de las víctimas extraídas se depositaban en la casa de la ciudad, para enterrarlos así que se identificasen. 

Figúrese Vd., amigo director, un enorme montón de ruinas que ocupa un espacio como la mitad de la Puerta del Sol. La piedra y las tejas, las maderas y balconaje, revuelto todo entre el humo de un depósito de fósforos y de petróleo que se incendió al hundirse la casa en que estaban depositados. Los ingenieros, negros del sucio polvo, con la piqueta y la pala, mandados por sus jefes, extrayendo cadáveres y efectos, separando objetos y derribando piedras y obstáculos, trabajando sin tregua para descubrir al infeliz que aún se quejaba, y sacando una vez dos esposos que abrazaban un niño y que los tres sin vida formaban un solo cuerpo aplastado y horrible. 

Azagra, peña La Primicia

Más allá, el cadáver de una mujer en el acto de querer saltar por la ventana. 

Allí una infeliz criatura que yace debajo de una escalera. 

En otra casa dos ancianos en su cama de hierro, oprimida por las paredes y doblada como un libro.

Escenas horrorosas que hay que presenciar para comprenderlas. 

El trabajo de ayer fué el que debía de ser y esperar del cuerpo que lo ejecutaba; pero si este trabajo se hubiese hecho anteayer y con mayor número de hombres, ¡cuánta víctima que pedía auxilio se hubiera salvado! 

A todo trance urgen recursos y auxilios para saber el número de vecinos sepultados, ya que otra cosa no puede ser, y sobre todo fuerza que obligue á los demás vecinos á desalojar las casas, porque la peña ha de seguir disgregándose y pueden ocurrir nuevas desgracias. 

Se han extraído ya nueve personas con vida, 45 heridos y 48 cadáveres. Segun el padrón vivían 800 personas; de las cuales estaban en sus faenas del campo la mitad; salvándose un centenar de ellas qué se hallaban en la calle ó en las puertas de sus casas próximas á la Plaza, resultando que habrá aún bajo de las ruinas 240 víctimas. 

Tendré á Vd. al corriente de lo que ocurra. Su afectísimo.—M. N. O.