Si Armonía chantreana ha sacado la cara al verdugo, un sujeto que quizá nunca había pisado el local de la peña, ¿cómo Oberena no iba a defender la memoria de la víctima, Tomás Caballero, un hombre honesto que durante 10 años fue presidente elegido de esa institución?
Hincan la rodilla por cualquiera, menos por Caballero |
Por eso ha resultado absolutamente incomprensible la campaña a favor de quien descerrajó el cargador sobre la cabeza de Tomás. Bajo el señuelo de los "derechos de las personas presas", esconden su pretensión de que Ruiz Romero sea considerado "preso político", pidiendo para él la amnistía. Ni por asomo piensan que estuvo mal lo que hicieron y no tienen intención de pedir perdón por ello.
Tomás Caballero, oberenista
Cuando la campaña a favor de Patxi Ruiz Romero llegó a las peñas de Pamplona, la peña de la Chantrea le dedicó su pancarta, sin valorar el alcance que podía tener su dedicatoria al asesino de un oberenista: una fractura en la unanimidad de las peñas de la Federación.
He leído que Ruiz Romero nació en la Chantrea, pero ignoro si pisó el local de la peña. Supongo que, si lo hizo, pocas, ya que con 24 años asesinó a Tomás.
Fijaos, en cambio, cómo califica a Tomás Caballero el comunicado de Oberena: "una persona que tanto ha significado para Pamplona y, sobre todo, para la historia de Oberena", ya que fue directivo de la misma. "Su recuerdo siempre estará entre nosotros", ha destacado.
He encontrado en la historia de Oberena estas referencias:
-"También tienen lugar en 1984 las primeras elecciones a Junta Directiva, resultando vencedora la candidatura encabezada por D. Tomás Caballero Pastor". Fue, pues, presidente de Oberena, función que desempeñó durante diez años, hasta 1994.
-"En 1998, es por todos conocida la trágica muerte de Tomás Caballero. Coinciden muchos al describirlo como hombre trabajador, incansable, honesto, consecuente con sus ideas, duro en las negociaciones y buen amigo. Descanse en paz, y con él y en su memoria un “Aupa Oberena”.
Comunicado de Oberena
Comunicado de Oberena
En un comunicado a sus socios, Oberena ha expresado su "más enérgico" rechazo a la pancarta en la que se apoya al preso de la banda terrorista ETA, condenado por el asesinato del concejal de UPN en el Ayuntamiento de Pamplona Tomás Caballero, y ha anunciado que no participará en ninguna exposición con esa imagen.
En el texto a los socios, la peña afirma que no comparte la postura de la Federación de Peñas sobre esta pancarta ("o todas o ninguna") y que "no participará ni compartirá espacio en ninguna exposición" con la pancarta de Armonía Txantreana.
Además, -como ya he adelantado- ha trasladado "todo" su apoyo y cariño a la familia de Tomás Caballero, "una persona que tanto ha significado para Pamplona y, sobre todo, para la historia de Oberena", ya que fue directivo de la misma. "Su recuerdo siempre estará entre nosotros", ha destacado.
En agradecimiento a Oberena, aquí tenéis su himno, interpretado por Los Iruña'ko, precedido del "¡Oberena, gaseosa! ¡Se emborracha con sifón!", en un recorrido por sus 80 años de historia
En agradecimiento a Oberena, aquí tenéis su himno, interpretado por Los Iruña'ko, precedido del "¡Oberena, gaseosa! ¡Se emborracha con sifón!", en un recorrido por sus 80 años de historia
Por su parte, Anaitasuna apoya a Oberena y rechaza la pancarta de la Armonía Txantreana, argumentando que la burla o la sátira social o política "no pueden hacerse a costa del dolor ajeno y menos de las Víctimas del Terrorismo".
Quiero destacar, muy especialmente, la utilización de la expresión "Víctimas del Terrorismo" en una peña perteneciente a la Federación. Extender su simpatía a todas las Víctimas del Terrorismo y calificar de "Terrorismo" a lo que ha hecho ETA es muy significativo del talante de Anaitasuna.
Así pues, este comunicado despeja todas las dudas con aquella bochornosa polémica de si "Gora Anaita" o "Gora ETA", del equipo de balonmano de Anaitasuna.
Pintadas en la Sede de la Peña Oberena
Las pintadas producidas contra Oberena en la sede de la peña en Jarauta ha puesto de manifiesto los endebles argumentos de la Federación, quien respeta "el derecho a la libertad de expresión de toda peña a lucir en su pancarta lo que vea conveniente" (aunque se ensalce públicamente al asesino de Tomás Caballero, miembro y directivo de Oberena), mientras rechaza "frontalmente" las pintadas sufridas por la Peña en su sede de Jarauta.
Fuera de la Federación hay vida
En resumen, dos peñas ya se han desmarcado de la línea de la Federación, dejando a ésta con el culo al aire en el tema de la exhibición pública de las pancartas: "O todas o ninguna". Pues va a ser que ninguna, si son consecuentes. Aunque me temo que la lógica no es el punto fuerte de todo ese mundo.
Y hay que animarles a Oberena y a Anaita diciéndoles que fuera de la Federación hay vida y, sobre todo, libertad. Lo demuestran bien a las claras: la Saeta-Veleta, Mutilzarra, Pompaelo... Pamplona necesita unas peñas alegres, espontáneas, independientes de la dirección de Bildu.
¿Quién fue Tomás Caballero Pastor?
“Murió por lo que había vivido: la libertad, la justicia y la paz”
Nacido el 25 de Febrero de 1935, vivió su infancia en Tudela; ya en su juventud fue cofundador de la Asociación Muskaria; a los 18 años comienza su vida profesional en Fensa (Iberdrola); es trasladado a Pamplona, ciudad en la que continúa su compromiso social:
- En 1963, Presidente del Sindicato Sectorial de la Energía.
- En 1967 es elegido Presidente del Consejo de Trabajadores de Navarra, cargo que desempeña hasta 1974.
- En 1971 entra en el ámbito político como Concejal del Ayuntamiento de Pamplona en el bloque de concejales “sociales”.
- En 1976 asume la Alcaldía accidental hasta mediados del 77 que dimite para presentarse a las 1ª elecciones generales.
- En 1978 deja la escena política y sigue ligado al sindicalismo independiente hasta 1987.
- En 1984, Presidente de la sociedad deportiva-cultural “Oberena”, función que desempeña durante diez años, hasta 1994.
- El 6 de Mayo de 1998, siendo portavoz de UPN en el Ayuntamiento de Pamplona, los terroristas de ETA le asesinan a las puertas de su casa.
Tomás Caballero estaba casado, tenía cinco hijos y ocho nietos y recientemente se había jubilado en Iberdrola, después de 42 años de trabajo.
(Fuente: Fundación Tomás Caballero).
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