sábado, 2 de septiembre de 2017

Tipos populares de Pamplona: "Olla"

Influido por la escuela clásica española y por el arte de Zuloaga, Julio Briñol Maíz sobresalió como retratista, estudiando tipos populares al gusto de Velázquez, con luz tenebrista (“Olla”, “Petit”, “Bandrés”, “Anciano de la Meca”, “Monje de Roncesvalles”)
Ramón Ollacarizqueta, "Olla", nació en 1885, tuvo una hija (Blanca) en 1930 con Máxima Ayerri (Maxi "La Cutera"), a la que dejó viuda en 1938. Vivió, pues, 53 años.
Una canción, "inventada" por él, llegó a ser tan popular que las "peñas" de mozos la cantaban y bailaban por las calles y La Pamplonesa la interpretaba en la Plaza del Castillo después del baile. "Olla", más de una vez, subió al quiosco a recibir la ovación del público.
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Olla era menudico, con bigote, de nariz aguileña, y barbilampiño. Se llamaba Ramón Ollacarizqueta y estaba casado con Maxi, "La Cutera", (de la que ya nos ocupamos). 
Su oficio era carpintero y hacía saleros de cocina, escurreplatos, banquicos para los críos, tablas de lavar... Tenía el taller en la calle San Agustín, frente al Euskal-Jai. Dicen que, mirando desde donde está la parroquia, se veía un codo que, a intervalos rítmicos, salía de una puerta. Era Olla que estaba serrando. Podéis imaginar el cacho de taller que tenía.
Se cuenta también que por fiestas de Arazuri, los mozos del pueblo le afeitaron medio bigote y además lo tiraron al río, pues sospecharon que les hizo trampas con la baraja. 
De todas formas, de entre las muchas facetas que se le conocen, destaca, por su trascendencia al alma popular, la de cantautor, como se dice ahora, por la inspiración que tuvo con la «ayuda» de D. Ignacio Baleztena (a quien le gustaban mucho estas salsas) para componer la famosa tonadilla del «Píspiri» y que unos sanfermines la estrenó por las calles de Pamplona, dirigiendo un coro de unos mil críos. Las coplas decían, más o menos, así:
La Pamplonesa interpretó el Píspiri
«De regreso de un viaje fantástico, del polo Atlántico, han llegado aquí tres franceses, dos polacos y un guaraní a pasar las fiestas de San Fermín.
Pero dicen que el cartel de este año ya no tiene ninguna atracción; sólo vienen por ver al gran 'Olla' que ha escrito unas coplas que dan sensación.
Oigalas usted y cómpreselas y verán a 'Olla' con «varés» jalar.
Porque hay que jalar y hay que jalar, si no, se apodera la debilidad, porque hay que jalar y hay que jalar, si no, intervendrá la autoridad.
Alrededores Plaza Toros, Sanfermines 1932 P. Marín ¿Cantando el Píspiri?
Que viva, viva San Fermín Pís pi ris, Pís pi ris Que viva, viva San Fermín, también el chacolí
Ramón Ollacarizqueta es un hombre de agasajos; lo veréis por San Fermín en la caseta los ajos
Que viva, viva San Fermín...
En la vuelta del Castillo se oye cantar a un grillo y su canto del “cri cri” me recuerda al Pís pi ris
Que viva, viva San Fermín...
La otra tarde en el frontón me llevé un gran desazón; me acordé del Pís pi ris y perdí la combinación
Que viva, viva San Fermín...
En la falda San Cristóbal, debajo del polvorín, hay una mierda muy grande pal autor del Pís pi ris
Que viva, viva San Fermín...
Pobre de mí, pobre de mí. 'Olla' no tiene nariz más que un pedacico así». (y mostraba la suya) 
(Tomado de DN 09.06.85, escrito por Andrés Briñol Echarren)
Hemeroteca DN
Más datos sobre 'Olla', extraídos de la hemeroteca:
24.02.1905 Un tal Ramón Ollacarizqueta Barrena aparece en una lista de mozos -supongo- llamados a filas
12.09.1930 La reseña que ya conocemos de que su esposa, Máxima Ayerri, había dado a luz una niña
02.1938 Ripios al vuelo de Romedobal (Baldomero Barón)
 A LA MEMORIA DE "OLLA"
Olla dirige a la juventud pamplonesa
(autor: Ricardo Tejedor)
No pueden faltar mis versos / ni mis oraciones santas  / aquel popular "Olla"  / feliz autor de "La Olada"  / y del "Píspiri" gracioso  / que su ingenio imaginara  / y que un músico excelente (don Segundo Fraile) / trasladase al pentagrama.  / El pobre Ollacarizqueta / ha muerto en la blanca cama / del hospital, sin más ruido  / que el de las dulces plegarias  / del sacerdote y las monjas / que amorosas le cuidaban. / Aquel pamplonica bueno, / tan alegre y entusiasta / de las cosas de su tierra  / y de nuestras fiestas magnas, / que trazó esas melodías / para que fuesen cantadas / por las cuadrillas de mozos / en los días de jarana, / y que después quedó oculto / en la soledad amarga / de una bajera pequeña / donde construía jaulas, / saleros y escorrederas, / tableticas y carracas, / bien merece el homenaje / de nuestra piedad cristiana. / Siquiera por cuanto...  
18.01.1977 En "Hace 50 años" (1925), se dice que, "a consecuencia de una luxación, fue atendido en la Casa de Socorro Ramón Ollacarizqueta, de 42 años, elemento popular, autor de la canción sanferminera "El Píspiri"". Así pues, Olla nació hacia 1885. Por eso supongo que en la 1ª noticia de la hemeroteca - 1905- fue llamado a filas y que su 2º apellido es Barrena.
18.01.2002 Vuelven a recordarnos -ahora en "Hace 75 años"- lo de la luxación del Olla. Pero se añade esta Nota de la Redacción: "En su libro «Pamplona, belle époque», Joaquín Arazuri trenzó una simpática biografía de este popular personaje a quien se le conocía por «Olla». Su canción era muy pedestre, pero la cantaban las peñas y la interpretaba «La Pamplonesa» después del baile. 
Tomado del libro de Arazuri
En resumen, Olla nació en 1885, tuvo una hija (Blanca) en 1930 con Máxima Ayerri (Maxi "La Cutera), a la que dejó viuda en 1938. Vivió, pues, 53 años.
Tiene gracia que aparezca varias veces lo de la luxación y no aparezca por ninguna parte su esquela ni la de su pareja Máxima Ayerri, que sí podrían aportar datos de más interés.

"Olla" (por J.J. Arazuri, en "Pamplona, belle époque")
Su nombre completo era Ramón 0llacarizqueta. Bajo de estatura, rostro afilado, le destacaba una pronunciada nariz aguileña que daba sombra a un frondoso bigote. Desaseado en el vestir. Se decía que estaba un poco chalau.
Tenía instalado un modesto taller en la calle de San Agustín, frente al "Euskal-Jai"; más tarde lo trasladó a la Dormitalería. Artesano de hábiles manos, fabricaba en maderas baratas saleros, escurreplatos, tablas de lavar, camillas, tablillas para las tinieblas, etc.
Jugador de ventaja a la carteta y a las chapas, acudía a las fiestas de los pueblos de la Cuenca donde ganaba abundantes pesetas con sus malas artes. En Arazuri le cogieron haciendo trampas y se vengaron los mozos echándolo del pueblo después de afeitarle medio bigote. En Badostain le pelaron la cabeza con una tijera de esquilar caballerías.
"La olada"
La faceta más característica de "Olla" era su desmesurada afición musical. Antes de las fiestas de San Fermín reunía en su taller a un grupo de mocetes para ensayar canciones. Con una modesta batuta y empaque de eminente director de orquesta, dirigía a aquellos minúsculos orfeones a quienes corregía sus fallos con frases cursis:
—"Las notas las quiero picaditas, como bolas de billar".
Si alguno persistía en su error, le gritaba:
—"Que te tiro el martillito".

El Píspiri
["pimienta", en caló. Noviembre de 1921, dos referencias claras a esta canción en la Hemeroteca de DN]
Una canción "inventada" por él (como decía la gente) llegó a ser tan popular que las "peñas" de mozos la cantaban y bailaban por las calles y la Pamplonesa la interpretaba en la Plaza del Castillo después del baile. "Olla", más de una vez, subió al quiosco a recibir la ovación del público.
Aquella canción famosa, que tanto cantaron y bailaron nuestros padres y abuelos, fue "EL PÍSPIRI". "Olla" posiblemente la imaginó, pero don Segundo Fraile la compuso musicalmente. Hemos conseguido su partitura, que publicamos por si alguna cuadrilla de castizos la quiere resucitar por fiestas.
"El Píspiri", consta de unos primeros compases de "olada" a los que sigue la canción:
Viva, viva San Fermín 
pirispispis pirispispis 
viva, viva San Fermín 
y también el chacolín. 
Vámonos, vámonos a divertir 
que es un día muy feliz, 
vámonos, vámonos a gozar, 
que es hoy día de bailar. 
Viva, viva San Fermín, 
pirispispis, pirispispis, 
viva, viva San Fermín 
y también el chacolín. 
Por San Fermín Chiquito se cantaba: 
Viva, viva San Fermín, 
pirispispís, pirispispís 
viva, viva San Fermín 
y también el Chiquitín. 
La música y la letra no pueden ser más ramplonas, pero los guasones y bromistas, que siempre abundaron en Pamplona, convencieron a "Olla" de que era un gran compositor y organizaron un homenaje en su honor. 
Comenzaría con un recibimiento popular al estilo de los que pocos años antes tributaba Pamplona a don Pablo Sarasate. La idea era llevarlo primero a Irurzun en un tren del Norte y de allí traerlo en el Plazaola (recientemente inaugurado en 1914), en cuya estación le esperaría el pueblo con hachas de viento, charangas y coros cantando "El Píspiri". 
Enterado el señor Alcalde -don Demetrio Martínez de Azagra (1917)- de la farsa que preparaban, intervino activamente, junto con el jefe de la Policía Municipal señor Osés, para que todo quedase en caldo de borrajas.
Cartel de Javier Ciga. Final de
Estafeta, hacia la Plaza Vieja
El autor de "El Píspiri" gozó, medio en serio medio en broma, de una gran popularidad. Hemos recogido algunas canciones, unas de alabanza otras de censura, siempre en un tono chistoso ocurrente:
"De regreso de un viaje fantástico, 
del gran Polo Antártico, 
han llegado aquí 
dos franceses, tres rusos 
y un belga 
a pasar las fiestas 
que hay por San Fermín; 
y aseguran que el cartel de este año 
para ellos no tiene atracción, 
que han venido por los encierros 
que causan efectos 
de gran emoción;
han venido por ver al gran "Olla" 
que ha escrito unas coplas 
que dan sensación". 
Otra: 
"Ayer tarde en el frontón 
me llevé un gran desazón; 
me acordé del "Píspiris"... 
¡perdí la combinación!". 
Otra:
Casetas de los ajos en 1962
"En el monte San Cristóbal, 
debajo del polvorín, 
hay una casa muy grande 
p'a el autor del "Pispirí". 
"Ramón Ollacarizqueta 
es un hombre de agasajos 
por San Fermín lo veréis
en la caseta los ajos". 
Como alusión a su afición al juego: 
"Ramón Ollacarizqueta, 
hombre de talento oculto, 
aunque le veis tan sencillo, 
pues señores, es un punto". 
Y otra tan mala como las anteriores: 
1917 sirvientes camerunenses de los alemanes
internados en Pamplona
en la 1ª Guerra Mundial 
"Como ya recordaréis, 
lo que allí pasó fue así:
di un veintidós a dieciséis 
y me quedé sin cubrir". 
Y terminaremos con: 
"De carpintero a escritor, 
me he metido sin recelo, 
no faltará algún guasón 
que quiera tomarme el pelo". 
"Antonio el del Camerún, 
es un negro que hay aquí, 
se le alegra el corazón 
cuando oye el "Pispirí".

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