"Pronto
cruzará la puerta de San Nicolás la diligencia de Panticosa tirada por cuatro
caballos".
Así describe Iriberri una
madrugada en la Pamplona de principios de siglo, en un artículo dedicado a Ángel
Elizari, el padre de Juanito, el último de los cordeleros de Pamplona.
Sinceramente, yo no tenía ni idea de que en aquellos años saliera de Pamplona una diligencia camino de Panticosa.
Sí he conocido -en vivo y en directo, pero medio siglo después- los autobuses que volvían de Candanchú los domingos a la noche repletos de esquiadores. "Qué bonito es Candanchú con nieveeeee", se cantaba entonces.
Pero, ¿a qué iban de Pamplona a Panticosa en esa diligencia tirada por cuatro caballos? Por supuesto que ni los Elizari ni el común de los pamploneses se podían permitir el lujo:
"Ha
llegado á Pamplona, procedente de Panticosa, doña Casimira Vega, viuda de Alzugaray"
"Aguas
de Panticosa. El más eficaz remedio para las enfermedades del
APARATO RESPIRATORIO, prototipo de las NITROGENADAS SULFUROSAS SÓDICAS, las de
la fuente del Estómago... Único balneario de esta clase que en España tiene
verdadero clima de altura (1636 metros)... Temporada Oficial, de 15 de Junio á 21
de Septiembre. Carruajes en Sabiñánigo desde el 10 de Junio. Habitaciones: desde
1,5 á 2,25 ptas. Precios ordinarios. De 1.° á 15 de Julio y de 16 al 31 de
Agosto.
En
Sabiñánigo, diligencias, landaux y automóviles, desde el 10 de Junio. Con
rebaje del 50 por 100."
Así se lee en las hemerotecas de principios de siglo.
Pero no penséis que fue
entonces cuando se pusieron de moda las aguas de Panticosa. He encontrado un documento que promociona las aguas de Panticosa desde mediados del XIX. Y ya entonces acudía gente desde Pamplona.
A mediados del XIX éste era el trayecto:
"De
Pamplona a Monreal 2 1/2; á Nardúes 2 1/2; á Liedena
1 1/2; á Yesa 1; a Tiermas 2 1|2; á las inmediaciones de Ruesta 1; al molino de
Arrés 3; á Santa Cilia 2 1/2; á Jaca 2; á los baños 7 1/2. Total 26 leguas.
Este
camino es de rueda hasta Monreal; y desde este punto es todo de herradura." Estamos hablando de mediados del XIX.
Las
fuentes medicinales que se encuentran en el establecimiento son
cuatro, conocidas con los nombres de Fuente de los Herpes, Fuente del Hígado, Fuente
del Estómago y Fuente purgante del Ibon, o de la Laguna.
Dice el autor que "Deseoso
de adquirir noticias acerca de la antigüedad del conocimiento de estas aguas, origen
de sus nombres, y principio de su uso, he practicado detenidas y escrupulosas diligencias;
pero todas han sido en vano y sin ningun resultado". Aclaremos que su existencia como balneario ya está documentada desde época romana.
Por supuesto que se cuenta algún caso de gente de Pamplona que había vuelto totalmente restablecida, pero el que más me ha impactado ha sido éste de una mujer del mismo Panticosa. Vamos, que ni en Lourdes:
Entenderéis ahora por qué había un servicio regular en diligencia desde Pamplona hasta las aguas milagrosas de Panticosa. Y más si los precios estaban bien ajustados:
Por si os habéis quedado con ganas de conocer más en detalle las aguas de Panticosa a mediados del XIX, aquí tenéis el enlace:
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