miércoles, 13 de agosto de 2025

El año dos mil y pico (volar, "cosa de hombres")

En 1959 hubo alguien que, viendo dibujos o imágenes como ésta, se planteó una sesuda reflexión: "Nuestras terrícolas están muy requetebién, pero, sólo por curiosidad, ¿cómo serán las mujeres celestiales?". Y compuso "El año dos mil y pico".

"El año dos mil y pico" fue una cancioncilla que me llegó en 1959, con nueve añicos, y que hace unos días, con 75, se empeñó en salir del cuarto oscuro del olvido. 
Si en el 2000, con 50 años, yo ya me veía un anciano, en el pico del 2025, con 75, ya me suponía criando malvas.
Pero sobre todo me parecía aventurar mucho. ¿Y si llegaba el fin del mundo antes que el dos mil y pico?
"El año dos mil y pico los hombres podrán volar metidos en un cohete por el espacio estelar"
En octubre de 1957 -tenía yo 7 añicos- vimos toda la familia el Sputnik, cruzando el cielo -ya oscuro- de Pamplona, desde los Jardines de la Taconera. Era el primer artefacto que el ser humano ponía en órbita.
Doce años después, el 20 de julio de 1969, el hombre llegó a la Luna con la misión Apolo 11. Los astronautas Neil Armstrong y Buzz Aldrin fueron los primeros humanos en caminar sobre la superficie lunar.
Los comienzos de la carrera espacial fueron prometedores, todo parecía posible. Pero aún no contábamos con las inmensas distancias. No es lo mismo ir a la Luna (a un segundo/luz) que al sol (a ocho minutos/luz). Recuerdo que les decía a mis alumnos de 1º de Bachiller: "Si en este momento os están mirando desde la estrella más próxima al sistema solar (Próxima Centauri, que se encuentra a aproximadamente 4.24 años luz de distancia de la Tierra), os verían en 1º de la ESO".
Pero el mensaje central de la canción en aquellos años me pasó desapercibido. Total, yo estaba predestinado para el sacerdocio. Me he enterado ahora: "Volar es cosa de hombres". Y a estos, sobre todo al " joven castigador", se les amplía enormemente el territorio de caza y con ello las posibilidades de matar de celos a sus novias terrícolas:
El año dos mil y pico los hombres podrán volar metidos en un cohete por el espacio estelar.
Algunos puede que vuelvan, algunos no volverán, y aquí nuestras solteritas suspirando así dirán:
Dónde está mi Pepe, dónde está mi Juan, dónde está mi Pedro, mi amor dónde está,
si será en la Luna, si será en el Sol, si será en Saturno donde está mi amor.
El año dos mil y pico el joven castigador podrá buscarse una novia hasta en la Osa Mayor.
Si allí las chicas son guapas, con ellos se casarán y aquí nuestras solteritas suspirando así dirán...
El que no llegó al "año dos mil y pico" fue el cantante, Pablo Del Río. Su nombre real era Pablo Cesariny y nació, de padres procedentes de la isla italiana de Córcega, en Madrid en 1935. Debutó como cantante profesional, con veinte años de edad, cantó esta canción en 1959 y murió en 1984. Sin pena ni gloria, ¡con lo guapo que era!

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