Ambrosio Eransus, cura navarro en Castilblanco

Don Ambrosio Eransus, con los ciervos que tenía por mascota en Olite.(circa 1968)

No hace mucho conocí a David. Me contó cosas curiosísimas de mi ciudad y de Navarra que me dejaron boquiabierto. Pero lo que más me sorprendió (es bastante más joven que yo) fue la admiración que sentía por el sacerdote navarro don Ambrosio Eransus. 

Yo había oído hablar bastante de él. Era un nombre que sonaba mucho por los años 60 de mi adolescencia y primera juventud. De hecho, en mi curso, había un compañero, Francisco, ‘Paco’, que se apellidaba Eransus, de Urroz Villa, y que era sobrino suyo. Excusa perfecta para que, de vez en cuando, escucháramos alguna sabrosa anécdota de don Ambrosio.

Pero he de reconocer que, de la mayor parte de las cosas que sobre él cuenta David, yo no tenía noticia, y concuerdo con él en que son acciones -hazañas, incluso- dignas de mención y, como en el caso de hoy, que nunca deberíamos olvidar.

San Pedro de Mendioroz

Daos una vuelta por su blog, dedicado al Sagrado Corazón de Artica, y lo comprobaréis.
Sirva como aperitivo, aunque pueda sonar a extravagante, esta costumbre que él tenía de encararse con cualquiera, incluso con la muerte, sin posticerías ni tapujos:

En su pueblo, Mendioroz, en la tumba de sus padres, lugar a donde acostumbraba a ir, fornido como era, levantaba a mano la losa para meditar sobre la trascendencia frente a las calaveras de sus padres

Pero vayamos a lo que hoy nos ocupa

Castilblanco

Tras la Guerra Civil, Don Ambrosio acabó de párroco en la localidad extremeña de Castilblanco. Eran los años 40, la época mas dura del franquismo, con una feroz represión hacia los sospechosos de simpatías con quienes habían perdido la guerra y andaban huidos.
Y lo que allí hizo este cura navarro fue una auténtica hazaña, una verdadera heroicidad, tanto desde el punto de vista de su cristianismo, como desde la mentalidad de cualquier persona respetuosa con los derechos humanos. Tan fue así que el Ayuntamiento de Castilblanco le dedicó una calle (la Guardia Civil de Badajoz me garantiza que es la calle que sale de la farmacia, en la Plaza de España) y, cuando los vecinos se enteraron de que 'Ambrosico' (así - a pesar de su inmensa humanidad- le llamaban sus hermanas) estaba en sus últimos momentos, vinieron desde Badajoz a visitarle para mostrarle su infinito agradecimiento. Motivos tenían.

Actualización 19 Agosto 2021

Lápida en el pasillo central

Manuel Martorell: "No conocía este artículo. Yo estuve en Castilblanco intentando recoger información sobre él... no solo paró aquella masacre. Se interesó por presos del pueblo y, sobre todo, realizó una gran labor social, además de enfrentarse a los caciques del pueblo. Cuando en Castilblanco se enteraron de que aquí (en Navarra) nadie hacía caso a su figura, pidieron llevarse el cuerpo para enterrarlo allí, donde sigue su tumba bajo una gran lápida en el pasillo central de la iglesia.

Cuando estuve, el Ayuntamiento era del PSOE e IU y no había ningún problema con que fuera cura o hubiera sido oficial-capellán de requetés."

ESPERA AQUÍ LA RESURRECCIÓN DE LOS MUERTOS 

EL SACERDOTE DE JESUCRISTO 

RVDO.

 D. AMBROSIO ERANSUS IRIBARREN 

INSIGNE PÁRROCO DE ESTE PUEBLO DE 

CASTILBLANCO DURANTE 15 AÑOS.

SU QUERIDA PARROQUIA ETERNAMENTE 

AGRADECIDA A QUIEN FUE SU PADRE Y 

PASTOR, TRASLADÓ SU CUERPO ANTE EL 

ALTAR DONDE EN MULTITUD DE OCASIONES 

CELEBRO EL SANTO SACRIFICIO DE LA MISA, 

EL DÍA 9 DF FEBRERO DEL AÑO DEL SEÑOR 

DE 2008 

* 20-VI-1909 

+ 8-X1-1994 

Pero antes...

"Eres más malo que Gómez Cantos"

Así reza un dicho que bien conocen los vecinos de Villanueva de la Serena (Badajoz), Alía (Cáceres)...

Para ver las 'hazañas' de esta alimaña (llegó a fusilar a 3 subordinados suyos), echa una ojeada a este enlace 'Gómez Cantos' de Google.

Fue después de la guerra cuando Gómez Cantos protagonizó sus más sonadas matanzas. 

Al frente de la Comandancia de Cáceres, en 1942 fue nombrado responsable de las fuerzas encargadas de la persecución de los huidos, del maquis. Las animaladas que hizo sirvieron para reafirmar su fama de sanguinario. Él decidía, y su lugarteniente, el capitán Emiliano Planchuelo, mandaba el pelotón de ejecución. 

El fusilamiento más numeroso ocurrió el 28 de agosto de 1942, en Alía. Hizo una lista con 30 nombres elegidos al azar y los convocó en el cuartelillo «para arreglar papeles». Pretendía, en realidad, aterrorizar a la región, que nadie diera apoyo al maquis. Todo el pueblo, vigilado por un cordón de guardias, vio la masacre. Entre los asesinados hubo mujeres. Su delito, al decir de Gómez Cantos: «Algo tenían que saber».

"Oye, tú, si molestas a algún vecino, te busco y te pego un tiro"

No satisfecho, ese mismo verano quiso repetir el brutal escarmiento en Castilblanco, a 22 kilómetros de Alía. La lista esta vez era de 90 nombres. 

Sólo la presencia en el pueblo de un cura navarro que había hecho la guerra con los requetés y llegó a comandante castrense, torció sus planes. El sacerdote, Ambrosio Eransus, alertado por los vecinos, logró parar al teniente coronel. Don Ambrosio,  con su inmensa fuerza e imponente presencia física, en la plenitud de sus treintaypocos años, con el fuerte genio que tan conocido le hizo, se le encaró. 

El periodista y guardia civil Jesús Mendoza escuchó años después el relato de lo ocurrido por boca de los lugareños: 

«Cuando lo tuvo enfrente, le dijo: "Oye, tú, si se te ocurre molestar a algún vecino, te busco y te pego un tiro. Si tú eres teniente coronel, yo soy comandante del Ejército"». (Ver 4º comentario)

Gómez Cantos no pudo sostenerle la mirada, seguramente adivinando que bajo la sotana, aquel personaje escondía lo que tiene todo hombre con arrestos. Se achantó y ya no volvió por Castilblanco.

Pero en otros sitios no hubo sotana que se le interpusiera y Gómez Cantos siguió con sus fechorías. 

Si os interesa, podéis seguir sus andanzas en esta Crónica de El Mundo.

Para conocer más de este entrañable personaje
David ha trabajado a fondo la obra escrita de Ambrosio Eransus.
Ha elaborado también una biografía.
Y, además de preocuparse del mantenimiento del Monumento de Artica, nos cuenta algunas pequeñas historias sobre él.
Muchas gracias, David, por toda la ayuda recibida.

P.D. Me manda David su esquela, fechada en Mendioroz: murió en Pamplona, el 8 de noviembre de 1984.
En esta otra de Echauri ponen también la fecha de nacimiento:

Don Ambrosio Eransus Iribarren 

nació para morir el 20 de junio de 1909;

murió para vivir el 8 de noviembre de 1994.

ECHAURI, 12 DE NOVIEMBRE DE 1994

P.D. 2: La Virgen del Stop

Este David no descansa. Me manda ahora un audio (01.02.74) con otra ocurrencia de don Ambrosio.

En los años 70, cuando el parque automovilístico alcanzaba unas cifras considerables y las de muertos superaban con mucho las actuales, Don Ambrosio, estando de párroco en Echauri, observó que en el kilómetro 13 (perdón, 12+1) había un stop asesino, en forma de tijera, como para cortar la vida de cualquiera y se sacó de la manga de su sotana una advocación novedosa para la virgen: “La Virgen del Stop”. Podéis verla, casi 50 años después, si enredáis en este enlace de Maps y podéis escuchar la voz de Don Ambrosio si le dais al play de este vídeo:

Recogido de la Prensa Histórica

En Somosierra
"Sacris solemnis...". El Santísimo, bajo el avión rojo

Gandullas (Google Maps)

Entre los muchos actos de heroísmo y de religiosidad que en estos días se están realizando, queremos destacar el siguiente que hoy nos llega:
En la reciente toma del pueblo de Gandullas, próximo a Buitrago, intervino eficacísimamente un escuadrón de caballería al mando del valiente capitán don Pedro Cerdá.
Milagrosamente estaba en pie la iglesia parroquial y, al darse cuenta el citado capitán del peligro que corría, envió un recado urgente pidiendo un Capellán que retirara el Santísimo Sacramento.
Acudió inmediatamente el Capellán del Requeté, don Ambrosio Eransus, que tan admirables ejemplos está dando, como sus compañeros de sacerdocio, y en medio de una lluvia de balas, sacó el Santísimo de la iglesia, arrodillándose los soldados, les dió la bendición y salió escoltado por ocho soldados del escuadrón al mando del alférez don Ruperto Molinero, con dirección al pueblo más próximo en la retaguardia.
Durante el recorrido de tan conmovedora y solemne procesión, un avión enemigo descubrió a nuestros soldados y evolucionó sobre ellos varios minutos.
El alférez ordenó continuar el camino sin desmontar ni tomar ninguna precaución pues, según dijo, llevando el Santísimo con ellos nada podía sucederles, como así ocurrió, llegando sin novedad a su destino.

El defensor de Córdoba : diario católico: Año XXXVIII Número 12328 - 1936 noviembre 17

Sagrado Corazón de Mendióroz (Navarra)

ESTAMPAS CARLISTAS
EL ROSARIO EN EL PARAPETO En el frente andaluz.
Yo he salido de la trinchera. Estoy en la avanzadilla de la carreta de Porcuna, hostilizada alguna vez por los rojos. Detrás de un parapeto, el cura navarro don Ambrosio Eransus, capellán de los Requetés del coronel Redondo, tiene formados a los requetés heroicos libres de servicio. El cura navarro reza el Santo Rosario con voz varonil para que su acento llegue a nuestras trincheras y también a las trincheras enemigas. Se pasea a grandes zancadas, y reza con rapidez y con claridad. 

Los muchachos le responden. ¡Cuánta fe en sus labios! ¡Cuánta confianza en Dios! ¡Cuánto amor a la Virgen! 

En una cuneta, veo un cromo del Sagrado Corazón. Es una estampa de esas de colorines violentos y de pintura lamida y anacrónica. ¡Pero le da el sol de lleno, le besa el viento del frente, y uno de sus bordes está quemado por el roce de una. bala. Y unas flores camperas le rodean y le cubren! ¡Qué hermoso! Al verlo, yo creo que aquel Sagrado Corazón me habla con ternura infinita. Y aquella estampa se me transfigura. Y no la cambiaría en aquellos momentos por la obra de arte consumada. 

Y suena estridente la voz del cura y contestan graves las voces de los requetés. 

Y luego, cuando el rosario acaba, la plática que empieza. Una plática sencilla, llena de imágenes fáciles, de adjetivos toscos, de comparaciones simples..,. 

—Requetés... No lo olvidéis nunca..,. Sois requetés... Sois los soldados de Cristo... ¿Os enteráis bien? Sois los de la boina roja. ¿Por qué sois requetés? Sois requetés por lo mismo que el agua corre por el río. Porque sí. Porque os da la gana. Y porque lo quiere Dios. El requeté ha de ser valiente, más valiente que nunca, más valiente que nadie, porque así lo mandan los que han muerto desde hace más de un siglo. Un siglo, requetés, más de un siglo lleváis en la lucha. 

Han nacido y han muerto infinidad de partidos en España que han durado lo más tres años. El nuestro, nuestra Comunión lleva más de un siglo. ¿Os vais dando cuenta?

Y el cura navarro, el bravo, el bueno, el santo cura navarro, don Ambrosio Eransus, sigue hablando encendido de fe y de ideal, místico y valiente como un apóstol. 

Si Francisco Javier, el otro navarro, hubiera vivido en este siglo, hubiera estado con su paisano, este inmenso Ambrosio Erausus. 

—¡Requetés, ¡viva Cristo Rey! ¡Viva España! 

Yo me alejo del frente. Siento irme, pues me emociono y me conmuevo al lado de estos muchachos sevillanos, tan amigos, tan nobles y tan valientes. Allá quedan las boinas rojas, como unas amapolas más, abiertas en la belleza de ese paisaje primaveral tan hermoso. Allá queda el cura navarro en lo alto de una peña, al viento su figura de titán de leyenda gritando: 

—¡Requetés, ¡viva Cristo Rey! ¡Viva España! 

..Y todos responden: 

-¡Viva!

Todos, hasta los rojos desde sus escondites. Más de una vez contagiados por este ambiente romántico y sublime, los rojos desde sus madrigueras, han contestado varias veces: 

—¡Viva el requeté!
Esto es rigurosamente histórico. Y no podía ser por menos. Porque aunque renegados, aunque ciegos, hay muchos españoles todavía en el campo enemigo. 

Lector: recuerda lo que te digo. Si algún conflicto sentimental te entristece el ánimo, si sufres, si lloras, si estás triste, si te persigue la melancolía de los recuerdos trágicos, si estás decaído, si estás desesperado, vente a este frente de Córdoba, pregunta por los requetés del coronel Redondo y por uno de sus capellanes, por el cura navarro don Ambrosio Eransus. 

..Y luego venme a ver. Y me darás las gracias.

Antonio PÉREZ DE OLAGUER Frente de Córdoba, junio de 1937.