domingo, 5 de noviembre de 2017

Pamplona, jardín de flores (canción infantil)


Hay un bonito blog que siempre nos trae entrañables recuerdos de Pamplona y, de vez en cuando, nos emociona contando cosas más personales:
“Por cierto me contaba mi madre que, en su infancia, en el pueblo, jugando a la comba cantaban una cancioncilla que comenzaba así “Puente de la Taconera, árboles junto al Castillo…”. ¡Quien la diría que pasaría más de 50 años, hasta su fallecimiento, hace más de dos años, en esa ciudad de sus juegos infantiles!”

Bueno, pues me parece que he dado con esa estrofa dedicada a nuestra adorada ciudad; estrofa que yo creo que retrata el impacto que tuvo la transformación que se hizo de la Taconera en un jardín de inspiración versallesca:
Pamplona, jardín de flores,
Fuente de la Taconera;
Árboles junto al Castillo
Donde mi amante pasea
A algunos os hará gracia eso de "donde mi amante pasea", pero es que, a principios del siglo XX, el paseo era un ritual. Salir a pasear era todo un acontecimiento.  Como escribió Hemingway en Fiesta (1926):
"... Por la tarde tenía lugar el paseo.  Durante una hora después de la cena, todo el mundo, todas las chicas guapas, los oficiales de la guarnición, toda la gente elegante de la ciudad, paseaban por la calle de uno de los lados de la plaza, mientras las mesas de los cafés se iban llenando con los clientes habituales de después de la cena". 
En 1950 se inauguraba el monumento a Gayarre, con su enorme basamento cilíndrico, esculpido con bajorrelieves, rematando el andén central (tal y como vemos en la imagen del comienzo de la entrada). En su lugar había antes una gran fuente de surtidor: ésta que vemos en la foto de Galle de los años 30 
De su antigüedad da fe el que habla de una "fuente de la Taconera". Creo que podría referirse a la que ocupaba el lugar donde en 1950 se erigió el Monumento a Gayarre.
Pero aún resulta mejor argumento el que su primer verso lo es también de una estrofa dedicada a la Virgen del Camino, cuya devoción no decayó en todo el siglo XIX (Hilarión Eslava, Mauricio García...). Está recogida por Leocadio Hernández Ascunce:
Pamplona, jardín de flores,
lo mejor que riega el Arga,
es -por su Virgen bendita-
de los cielos la antesala.

También (¡cómo no!) Ignacio Baleztena recoge esta bonita canción infantil, dándole un toque más apropiado para los niños:
Pamplona, jardín de flores,
Paseo de Taconera;
Árboles junto al Castillo
Donde mi papá pasea
La versión que he encontrado pertenece a la Fundación Joaquín Díaz. Nunca me cansaré de agradecer la inmensa labor de recopilación del folclore popular que ha hecho Joaquín. Podéis escuchar la versión completa en este enlace, versión que procede de Valladolid, pero que estuvo extendida por toda España (la he encontrado en Andalucía, Aragón...)

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