Desde que Marx y Engels escribieron en el Manifiesto Comunista (1848) aquello de "¡Trabajadores de toda la Tierra, uníos!", no sé qué pintan en Cataluña, Euskadi, Navarra... esos que se autodenominan 'Izquierda' coqueteando con el nacionalismo separatista.
Tenía ganas de hacerme eco de este artículo de Julia Navarro del día 9. Perdonadme el retraso, porque 6 días en estos tiempos es una eternidad.
Tenía ganas de hacerme eco de este artículo de Julia Navarro del día 9. Perdonadme el retraso, porque 6 días en estos tiempos es una eternidad.
- Muchas gentes de sectores progresistas se han percatado ahora de que izquierda y nacionalismo es como mezclar agua y aceite
Se me hizo un nudo en el estómago cuando ayer leí en El País la carta de
Justiniano Martínez a Paco Frutos. Precisamente el mismo día en que las
encuestas auguran un descenso en intención de voto para Podemos.
A quienes no hayan leído el texto de
Justiniano Martínez les recomiendo que lo busquen de inmediato en la Red.
Justiniano Martínez fue guerrillero,
responsables del PCE en Murcia, también responsable del PCE en Madrid. Fue
detenido, torturado y pasó unos cuantos años en la cárcel.
Él recuerda como gritaba libertad y
amnistía y que por eso perdonó a su torturador. Pero sobre todo Justiniano da
las gracias a Paco Frutos porque el ex secretario general del PCE y uno de los
líderes de CCOO ha sido capaz hace unos días de subirse a una tribuna y
arremeter contra el independentismo catalán recordando que la izquierda ni ha
sido ni puede ser nacionalista, además de poner en valor cuanto se hizo en la
Transición, esa Transición denostada por algunos de los líderes podemitas.
Paco Frutos alzó su voz autorizada
lamentando la deriva de los actuales dirigentes comunistas y estos le
respondieron desautorizándole y diciendo que ya no representa a nadie.
Pero va a ser que sí, que Frutos lo mismo
que Justiniano Martínez representan a esos miles de hombres y mujeres que
militaron en las filas del PCE y sus historias son un ejemplo de sufrimiento,
de sacrificio de generosidad y de inteligencia política. Pero representan no
solo a quienes militaron en el PCE sino a esos millones de ciudadanos que
creyeron y apoyaron la Transición y que hicieron posible con su apoyo el paso
de la dictadura a la democracia y a la puesta en marcha del régimen de
democracia y libertad del que venimos disfrutando desde 1977. Y la Transición
no habría sido posible sin la generosidad del PCE, de su apuesta decidida por
la reconciliación. De manera que si de algo nos podemos sentir orgullosos los
españoles es precisamente de nuestra Transición.
“En tanto que representativa del Estado que nos reconoce, hemos decidido colocar aquí hoy, en la sala de reuniones del Comité Central, al lado de la bandera de nuestro partido, que sigue y seguirá siendo roja, con la hoz y el martiIlo, la bandera del Estado español. En lo sucesivo, en los actos del partido, al lado de la bandera de éste, figurará la bandera con los colores oficiales del Estado. La bandera no puede ser monopolio de ninguna facción política ni mucho menos podríamos abandonarla a los que intentan hacer uso de ella para impedir el paso de la dictadura a la democracia (…..). ”
S. Carrillo, en rueda de prensa, 14 de abril de 1977
Así que Justiniano Martínez ha escrito una
carta a Paco Frutos y ha recordado de dónde venimos. Ha alzado la voz para
decir que él sí que fue un preso político. Y es que en nuestro país todavía hay
hombres y mujeres que fueron presos políticos y por eso resulta un sarcasmo que
se considere presos políticos a los miembros del ex Govern catalán. La simple
comparación es injuriosa para quienes sufrieron cárcel en los años de la
dictadura.
No me extraña nada que Podemos esté
empezando a perder pie por su política de apoyo al independentismo. Como dice
muy bien Justiniano Martínez, en Cataluña se hacen huelgas por los del “tres
por cent” (escándalo de corrupción por el cobro de comisiones del 3% atribuidas
a los dirigentes políticos convergentes), huelgas convocadas por patronos y
gobiernos.
Yo no sé si muchos de los que hoy con
tanta arrogancia y soberbia se erigen en representantes de la izquierda han
leído el artículo de Justiniano Martínez, pero me gustaría saber, en caso de
que lo hayan leído, si han sentido una sacudida en su conciencia.
Empieza a haber un hartazgo evidente de
las gentes de verdad de izquierdas ante el adanismo de quienes se dicen hoy de
izquierdas. La izquierda y el nacionalismo es como intentar mezclar agua y
aceite. Imposible. Insisto, les recomiendo el artículo de Justiniano Martínez.
Julia Navarro es comentarista política
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