sábado, 28 de octubre de 2023

Vicente Galbete contra Martín Larráyoz

1932.02.20 Mercaderes Cortejo fúnebre de Ezequiel Seminario, asesinado por Álvaro Galbete
Las circunstancias y el modus operandi de Galbete Guerendiáin (quiero creer que sólo para asustar) fueron los mismos que su padre, Álvaro: pistola, despacho, sacerdote... Pero el hijo no conocía bien a su presa

Higinio y Vicente, hijos de Álvaro;
Narcisa, esposa de Vicente
Esta entrada pretende ser un reconocimiento y una muestra de respeto y admiración hacia don Martín Larráyoz, un sabio que con más de 60 años, en vez de recibir homenajes, sufrió una agresión  injustamente silenciada durante 44 años

Un antes y un después
Galbete y Larráyoz nacen el mismo año: 1918.
El asesinato (1932) de Ezequiel Seminario por parte de Álvaro Galbete, cárcel, juicio y sentencia absolutoria (1933) les pilla con 14-15 años. Aunque afectó a toda Navarra, especialmente al ambiente eclesiástico, tuvo que marcar muy especialmente a Vicente, que viviría con su madre, Olegaria Guerendiáin, quien tendría la custodia.
La guerra les pilla con 18 años. Larráyoz, seminarista, es jefe de enfermeros en el Hospital Alfonso Carlos -el actual Seminario Diocesano-, creado por la Junta Central Carlista de Guerra de Navarra. Galbete figura como "combatiente navarro en la Guerra Civil por el bando sublevado".
Aunque en el mismo bando, la simpatía de Larráyoz hacia el carlismo era evidente, mientras que en el caso de Galbete supongo que sería al revés: los carlistas de Mañeru fusilaron a su padre (septiembre de 1937, en la Guerra) ya que éste asesinó de un tiro en la cabeza (1932, durante la II República) a Ezequiel Seminario, hijo de la villa, y la sentencia que lo declaró inocente (demencia transitoria) indignó a toda Navarra.

Martín Larráyoz (tomado de Juan María Lecea)
Larráyoz, en el Alfonso Carlos
Ordenado sacerdote en 1943, su actividad intelectual se encauzó principalmente por las vertientes de la historia y del arte, y tuvo un centro de mira casi obsesivo: Navarra. A su historia aportó, sobre todo, el descubrimiento y registro de los ricos fondos documentales navarros de los Archivos de París; sus catalogaciones se entregaron al Archivo de Navarra. En 1977 publicó, en colaboración con su hermana Josefina, el primer tomo de la Historia de la cultura y del arte de Pamplona, que no pudo concluir. Contribuyó decisivamente a la creación del Museo Diocesano de Pamplona y a la restauración artística de muchas iglesias navarras. Trabajó como alto funcionario en la Institución Príncipe de Viana desde 1978 a 1984.
Educador y maestro en el Seminario, donde fue Vicerrector, y Profesor en la Escuela de Peritos Agrícolas, despertó y encauzó no pocas vocaciones científicas.

Vicente Galbete (I. Príncipe de Viana)
El padre fardaba de coche y el hijo,
de matrícula capicúa: 50.005
La Excma. Diputación Foral de Navarra, en sesión de 10 de agosto de 1973, adoptó el siguiente acuerdo: «Vacante la titularidad del cargo de Director de la Institución «Príncipe de Viana» y considerándose conveniente proceder a su provisión, SE ACUERDA: Nombrar Director de la Institución «Príncipe de Viana» a don Vicente Galbete Guerendiáin».
El nuevo Director, aparte de otras actividades culturales diversas, así como profesionales de las Artes Gráficas, había venido desempeñando simultáneamente, hasta la fecha de su nombramiento, los cargos de Catedrático Numerario de Geografía, Historia y Arte del Instituto Femenino «Príncipe de Viana» de Pamplona y de Archivero del Excmo. Ayuntamiento de Pamplona.

El encuentro (encontronazo)
Como hemos visto, en 1978 Larráyoz entra como alto funcionario y subdirector en la Institución Príncipe de Viana. Allí está Galbete como director desde hace cinco años. 
Llama la atención el escaso tiempo (alrededor de un año) que estuvieron juntos (hasta el 31 de agosto de 1979).
¿Caracteres incompatibles? 
Larráyoz era un sabio y un trabajador infatigable. En 1977 le había publicado la Caja de Ahorros Municipal de Pamplona 255 páginas del primer tomo de la Historia de la cultura y del arte de Pamplona y estaría empezando con el segundo, que no pudo concluir por problemas de salud.
Galbete, por su parte, fue nombrado Académico de la Real Academia de la Historia en enero del 79.
Algunos hablan de "dos gallos en un gallinero". El problema era que el "subdirector" sabía de todo más que el flamante director.
Para desgracia del ego de Galbete -y además firmada por Fernando Pérez Ollo- la gota que colmó el vaso:
Larráyoz, Hospital Alfonso Carlos
09/06/1978 DN
Una tarde musicalmente interesante y un hito en nuestra vida musical, porque no es frecuente que vivamos una "première" mundial de la categoría que gozamos ayer. Une tarde a la que, lealmente, yo le hubiera quitado el exordio. (Y entre paréntesis, a Vicente Galbete me gustaría decirle, sin enmendarle la plana, que no es «tempus fuget» como le oí las veces que citó el adagio latino, sino «tempus fugit»). La oratoria previa, y más cuando no está anunciada, a mí terminan por exasperarme, porque a los conciertos, aunque sean de homenaje, voy a escuchar música. Fernando PEREZ OLLO  
Ese «tempus fuget» muestra bien a las claras la escasa cultura latina de Galbete, a la vez que su atrevimiento. Si no dominas el tema, cállate. Y más, delante de Pérez Ollo, casi tan sabio como Larráyoz, pero periodista y con más mala leche.
Me imagino -leyendo ese martes la reseña de DN-  las risitas y codazos de complicidad entre los funcionarios de la Institución Príncipe de Viana en la Cámara de Comptos. Risitas que se transformarían en carcajadas en el almuerzo del Bar Bilbao.
Galbete se cachondeó de la vandalización del
Teobaldo de Juaristi
Porque a Galbete le gustaba cachondearse de los demás (véase cómo se rio sin piedad de Vitoriano Juaristi), pero me da que con él, pocas bromas.
El caso es que -bien sea por lo de Ezequiel Seminario, o por rivalidad, bien por el cachondeo, quizás por los convulsos acontecimientos políticos de aquel año 1978-, o tal vez por todo ello a la vez- Galbete la tomó con Larráyoz y empezó a hacerle la vida imposible. 
Y eso que Larráyoz -estoy convencido- no habría tomado parte en el cachondeo. Era un hombre serio, todo un señor. Y un sacerdote de verdad.

La agresión
Ezequiel Seminario, su padre y su hermana
Lola, en la cumbre del monte Archueta
Además de sabio, si algo le sobraba a Larráyoz era astucia. Y buena memoria. Se acordaba perfectamente de lo que hizo Álvaro Galbete, el padre, con Ezequiel Seminario, también sacerdote. Lo pilló desprevenido. ¿Quién iba a sospechar que, por tramitar un divorcio, te iban a pegar un tiro en la cabeza sin más ni más?
A Larrayoz no le iba a pillar desprevenido... ni indefenso. Sabía de qué era capaz Galbete y se habría agenciado una pistola.
La única persona que lo sabría sería su hermana Josefina, con la que vivía en C/ Gorriti n° 4-3° y quizás su otro hermano Javier.
Vicente Galbete Guerendiáin
Y todos los días, a sus más de 60 años, iría con su pistola desde la calle Gorriti hasta Comptos.
O quizás tenía confianza con alguna secretaria y ésta se la guardaba, a buen recaudo, en su despacho.
Sea como fuera, estoy totalmente convencido de que a Larráyoz no le iba a pasar como a Seminario y de que habría tomado todas las precauciones.
Un día, cercano a 31 de Agosto, se abrió bruscamente la puerta de su despacho y Galbete, que llevaba una pistola en la mano, se encontró encañonado.
Hubo forcejeo, gritos... Entró una secretaria y se separaron. No hubo disparos ni hubo heridos.
¿Estaban las pistolas cargadas? No hubo denuncia ni tampoco actuó el fiscal de oficio.

Aquí no ha pasado nada
Un alto cargo de Diputación convenció (mejor, obligó) a Galbete para que firmara en el despacho de un diputado su dimisión, presentándola como una jubilación: "Si no quieres que trascienda a la prensa, dimite". Y Galbete dimitió con fecha de 31 de agosto
Olegaria exigió en 1928 que Alvaro no viviera nunca
 en la casa de la Plaza de la Constitución, N.º 6.
09/09/1979 DN Se acepta la solicitud de jubilación presentada por Vicente Galbete, director de la institución Príncipe de Viana
25/10/1980 DN Fernando Redón, nuevo director de Príncipe de Viana. La Diputación Foral acordó ayer nombrar a Fernando Redón Huici como director de la Institución Príncipe de Viana, cargo que estaba vacante desde la dimisión de Vicente Galbete el 31 de agosto de 1979.  
Y no trascendió en absoluto a la prensa.
El curso 1979-80 Galbete dio sus clases en un instituto de Ibiza.
Pero para el curso siguiente, 1980-81, ya está en Pamplona, en el comienzo de la andadura del Instituto de La  Granja (actual IES Caro Baroja).
Por su parte, Martín Larráyoz seguirá en Príncipe de Viana hasta 1984, ahora ya más tranquilo.
El Seminario, convertido en hospital
Don Martín Larráyoz falleció el 20 de abril de 1991, a los 74 años de edad, tras una larga enfermedad. Unos meses antes, conocí su situación y fui a visitarle a su casa de la calle Gorriti.
"Pachi, no llegues a viejo", me espetó con un excelente humor. Hablamos de los tiempos en que me dio clase, de Pamplona, de Cemboráin, del vascuence...  Yo entonces no conocía lo que hoy os he contado y él tampoco me dijo nada. Le di las gracias por todo lo que había influido en mí.
Nos despedimos con un Navrazo.

Don Martín, esta entrada  te la debía.
Josefa Zarranz, Vda. de M. Larráyoz 13-11-1977; Javier Larráyoz Zarranz Sacerdote 13-5-1987; Martín Larráyoz Zarranz 20-4-1991
Actualización 30-10-23
Me llegan dos aportaciones alucinantes:
1. Tras la agresión, Galbete fue al despacho de un diputado y le pidió permiso al secretario para escribir en su máquina que, al entrar al despacho de Larráyoz para enseñarle una pistola, se encontró encañonado por éste.
2. Alegando que había sido capitán durante la Guerra, llamó al acuartelamiento de Aizoáin y dio órdenes para que le pusieran escolta.

Nota: si alguien conoce alguna foto de Larráyoz, por favor, a mi correo: patximendiburu@gmail.com
Nota 2: Comentarios interesantes en Facebook.

3 comentarios:

Anónimo dijo...


Conoci a Galbete y a Larrayoz, ambas personas maravillosas e inteligentes.

desolvidar dijo...

Pero, por lo visto, incompatibles, aunque intercambiaran dirección y subdirección

Sofía Galbete Martinicorena dijo...

Allí donde estén, paz para el alma de Álvaro Galbete, paz para el alma de Ezequiel Seminario, paz para el alma de Vicente Galbete, paz para el alma de Martín Larrayoz, y paz para ti, Patxi Mendiburu, te agradezco de corazón esta oportunidad.

Sofía Galbete Martinicorena