viernes, 6 de octubre de 2023

Por dignidad (José María Urquizu)

"Te mando el día de su boda; incluyo a mi madre porque para nosotros es también otra víctima no contabilizada. Ese fue el día más feliz de dos personas que se quisieron de verdad.
EI día del asesinato se empezó a morir y no duró mucho".
 
El 13 de septiembre de 1980, a las 11.45 horas, un hombre y una mujer entraron en la farmacia diciendo que querían hacerse un análisis de sangre y preguntaron por José María. Cuando se inclinó para mirar por el microscopio, recibió un tiro en la nuca que le mató en el acto. Otro asesinato impune.

Los gudaris somos nosotros (El Correo 05-10-23)
JOSÉ MARÍA URQUIZU ARANAGA
Los héroes, los patriotas, somos los que nos quedamos a trabajar por nuestra tierra y no los asesinos que, según mataban, huían
Rafa Carriegas escribió un excelente y triste articulo (13-9- 23) relatando el asesinato de su padre y las posteriores amenazas de muerte a su madre, si no abandonaban esta tierra. Criticaba el incumplimiento de la ley, la falta de justicia, que casi la mitad de los crímenes estén sin resolver (aunque no precisa que judicialmente, porque policialmente se sabe casi todo) y lo hiriente que resulta para las víctimas que se asegure que son tratadas con verdad y dignidad. Para ello pedía un Núremberg vasco donde sentar a los que hicieron y a los que no hicieron nada.
(También Javier Urquizu, hermano mayor de José María, pide JUSTICIA, con mayúsculas:
Justo un año después, el 13 de septiembre de 1980. asesinaron a mi padre, José María Urquizu Goyogana, con consecuencias parecidas: otra viuda, que murió rápidamente, y otros cinco huérfanos. Más familias destrozadas de por vida. Y 43 años después el Ayuntamiento de Bilbao ha decidido poner una placa a los bilbaínos asesinados. Por lo visto, si naces en Orduña, Portugalete o Galdacano, no te lo mereces. Nadie de la familia acudió al acto (vídeo), cada uno por distintos motivos, aunque algunos merodeamos de incógnito por la zona. Como no quiero hacer más daño del necesario a nadie. hablaré exclusivamente en mi nombre.
Yo jamás pediré nada para mi padre, y menos a un político. Ya lo hice cuando lo mataron en Durango y su vil alcalde me lo negó; se lo volví a pedir en el primer aniversario e incluso una tercera vez, siendo ya diputado, y recibí los mismos desprecios siempre.
Precisaré que a mi familia, aunque se enfadarán conmigo por contar estas cosas, siempre ha venido gente a pedir dinero, comida. trabajo, enchufes o permisos en la mili, siempre pidiendo y siempre ayudando, sí, ayudando, sin preguntar a quién votaban. Durango bien lo sabe aunque su cobardía resulta patética.
Juan Urquizu, 'Katugorri'
También pedí un minuto de silencio en San Mamés, a los pocos días del asesinato, y asquerosamente se negaron en rotundo. He de decir que mi padre, al igual que yo. mi madre. mis tíos y casi toda mi familia éramos socios. Y además mi familia ha dado grandes años de gloria al club. Invito al lector a que busque los récords y palmarés de Juan Urquizu 'Katugorri'.
En la temporada 1940-1941 llegó Urquizu al Athletic Club como entrenador y fue el encargado de reestructurar el equipo tras la guerra. De esta época es la delantera más mítica del Athletic Club. Dirigió al equipo durante 235 partidos en los que consiguió 1 Liga y 3 Copas.
Rompí todos los carnés y se los eché en la cara a aquel despreciable directivo. Nunca hemos vuelto nadie a San Mamés. Solo pedía un minuto de silencio, nada más.
Al funeral no vino, ni escribió, ni llamó nunca el lehendakari, ni los ministros, ni los obispos, si bien he podido poco a poco esputarles en la cara su miseria. Podría contar innumerables casos al respecto. Pues bien, algunos periodistas me preguntaban sorprendidos por qué no participaba en el acto de Bilbao. A mi lo que me parece sorprendente es que todavía alguien se sorprenda por ello. ¿Se puede creer alguien. incluso siendo mononeuronal. que después de 43 años. en los que jamás se han puesto en contacto con nosotros y nos han negado todo, yo voy a creer algo a esta gente? ¿Y encima los rencorosos, soberbios y desagradecidos vamos o ser nosotros?
No es soberbia, ya me arrastré muchos años por estiércol. Se llama dignidad. A mi padre no lo asesinaron por ser de Bilbao, ni por ser farmacéutico, sino por ser militar. Y si no hacen constar en la placa su condición castrense, invitan a las autoridades militares y preside la bandera nacional, a mi no me verán ni en pintura. Y menos rodeado de hipócritas y cobardes que solo pretenden blanquear su pasado.
Yo no necesito hacerlo, ni tengo las manos ni la boca ensangrentadas. Los héroes, los gudaris. los patriotas somos nosotros. los que nos hemos quedado con la cabeza bien alta a trabajar por nuestra tierra. Y no los asesinos que, según mataban, huían a Francia, Cuba, Bélgica, Venezuela, Cabo Verde o México.
Aunque aún nos queda pleistoceno para rato, la verdad, tarde o temprano, relucirá y todos tendrán su placa con honores, aunque hayan nacido en Arcentales. Yo ahora no necesito pisar ninguna, llevo eterna y orgullosamente a mi padre en el corazón.
Nota: Aquí tenéis un enlace magnífico de Covite.

7 comentarios:

El tiburón del Arga dijo...

El testimonio hiela la sangre. Letras que debería tatuarse cualquier cobarde de los citados. ¡Ufff!

Carmelo dijo...

Absolutamente de acuerdo, cuanto miserable cobarde.

Anónimo dijo...

Es increíble lo que acabo de leer. Como es posible que existan personas tan cobardes y miserables. Esto hago extensible a quienes les apoyan o se valen de ellos para obtener réditos que de otra manera jamas los iban a conseguir. Qué asco me dan unos y otros.

Carmelo dijo...

Hoy me he desayunado con la noticia del diario que comentaba la violación de la tumba de Don Fernando Buesa y tu magnifica entrada, Pachi, sobre el asesinato de Don J. María Urquizu.
Cuan miserables fueron aquellos cobardes asesinos y cuan miserables y cobardes siguen siendo sus cachorros que proyectan su odio injustificado contra la tumba de otro asesinado, Don Fernando Buesa.
Estos sin duda, tal como comenta el hijo de J. Maria Urquizu, son miserables unineuronales, que se conducen con un odio irracional y cobarde, absolutamente injustificable. Pero resulta mucho más sangrante constatar la cobardía en unos casos y la colaboración con los etarras en otros de aquellos personajes que ostentaban cargos en la política y en la iglesia, vergonzosa tanta cobardía y miseria humana.
JUSTICIA, JUSTICIA, JUSTICIA.
Navrazon Pachi

Pedro dijo...

Impresionante testimonio. El nacionalismo ha procurado durante 40 años silenciar a las víctimas, y si ahora hacen estos "homenajes" a su manera, diluyendo la identidad de las víctimas, es porque quieren lavar su imagen. No digo mala conciencia porque han demostrado no tenerla. Y cuando digo el nacionalismo, me refiero a los políticos, a sus votantes, y a sus ramificaciones, sean deportivas, eclesiales o asociativas. Su miseria humana y moral les debería acompañar de por vida, si no hay un sincero y público acto de contrición. No limpiezas de cara a medida. Cuando vi a Adolfo Araiz poniendo una flor en el monumento a las víctimas del terrorismo, esas que él había señalado para " socializar el dolor", me dieron ARCADAS. Y normalizar y blanquear a este individuo por interés político, también debería remover conciencias. Ay aquel PSN...

Anónimo dijo...

Qué dolor y qué vergüenza produce todo esto. Dolor por lo que ocurrió entonces y vergüenza por lo que está ocurriendo ahora.

El tiburón del Arga dijo...

Totalmente de acuerdo, compañeros. Y Santos Cerdán mirándose la cartera
Asco y vergüenza?!!!