Nuevo homenaje al etarra Xabier Rey

Marzo 2018 Plaza Mº de Azuelo Bº San Juan Pamplona "Suerte y honor"

Llegaron con sus pancartas al lugar más emblemático de la Vaguada. El triángulo de la fuente, con escultura y alargada asca, y el bar Saúva, al sur de la Torre paralela a Irrinchi.

No les importó que a escasos cien metros estuvieran las placas de tres asesinados por ETA, un fatídico 13 de abril de 1984: Jesús Alcocer, Juan José Visiedo y Tomás Palacín

Como si fueran los dueños del barrio, fueron colocando con toda tranquilidad pancartas, ikurriñas, altavoces...

Previamente habían pintado, al lado, en C/ Virgen de Idoya, un mural dedicado al homenajeado, Xabier Rey, "Antxo", y colocado un ramo de flores

"Una nueva estrella roja brilla en el cielo": cinismo puro y duro

¿Quién era Xabier Rey?

Fue precisamente un 6 de marzo de 2018 cuando Xabier Rey Urmeneta, 'Antxo', de 38 años, se quitó  la vida en la cárcel gaditana de Puerto III, tras pasar diez años de cárcel.

Xabier Rey formaba parte del comando Hego Haizea, entre cuyos objetivos estaban un concejal de UPN, otro del PSOE, un escolta y un guardia civil.

Rey Urmeneta, del pamplonés barrio de San Juan, cumplía una condena de 24 años por pertenencia a ETA, depósito de armas y tenencia de explosivos. 

Era el décimo preso de ETA que se quitaba la vida en la cárcel.

Pamplona Marzo de 2018, Kubati (en el círculo) lleva la pancarta

Cuando un etarra se suicida, el entorno de ETA echa el resto en manifestaciones, culpando de ello a la política penitenciaria. En el 2018, cuando Xabier Rey se quitó la vida, hasta el sanguinario Kubati, el de los wasaps con Instituciones Penitenciarias, llevaba la pancarta.

Ni por un momento se plantean que el factor determinante del suicidio pueda ser la terrible presión que el propio entorno ejerce sobre el preso para que siga las consignas.

Precisamente, mi alumno Jon se suicidó, no en la cárcel, sino años después de haber salido de ella.

No puedo evitar pensar que ETA, además de segar la vida de 850 personas, ha llenado de veneno el País Vasco y Navarra, convirtiendo en asesinos, chivatos, acosadores... a chavales de buen fondo, algunos de los cuales no han podido resistir la sobredosis.