Manadas de primera y manadas de segunda
Álvaro Bañón DN 14/11/2025
He preferido dejar pasar unas semanas del pavoroso episodio de la violación en Pamplona del pasado 23 de Octubre en las inmediaciones de la Carpa Universitaria, pero es evidente que este suceso tiene varios aspectos a resaltar, y todos malos.
El primero que salta a la vista es, una vez más, el de la doble vara de medir. En 2016, de la tristemente famosa “manada” de los Sanfermines supimos a las pocas horas todo tipo de detalles. Además como uno de los ellos era Guardia Civil y otro militar (qué más querían), las “fuerzas de progreso” junto con muchos “colectivos” no tuvieron el menor problema para, antes de que hubiera condena, convocar manifestaciones masivas en contra de los agresores. Vimos en carteles las caras del Prenda y compañía, auténticos malnacidos, y supimos hasta su talla de calzoncillos. Por cierto, están en la cárcel y bien que están.
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| Aquí quedó inconsciente la universitaria violada |
El segundo aspecto es que el día 5 de octubre, en el transcurso de un pleno municipal del Ayuntamiento de Pamplona se le preguntó a Endika Alonso, concejal de seguridad y máximo responsable de la Policía Municipal, por el dispositivo que se había montado alrededor de la Carpa Universitaria. Con toda su jeta contestó que “no tenía ni idea”. Pueden visionarlo en la web de Ayuntamiento. O sea, que tienes un asentamiento ilegal y a pocos metros se va a celebrar una fiesta con unos 3.000 jóvenes y tú, máximo responsable de la Policía Municipal, no prevés que pueda ser necesario un dispositivo especial. ¿Necesitas un plano para ver que ese es un cóctel explosivo?
El concejal de Seguridad Ciudadana de Pamplona admite que, 11 días después de la agresión sexual en el asentamiento de Beloso, no sabe si se reforzó la presencia policial en la zona el día de la Carpa.
— UPN Pamplona (@UPN_PNA) November 4, 2025
👉 Alonso debe dimitir. No puede seguir en su puesto ni un minuto más. pic.twitter.com/WvuIBHfem6
Hay más aspectos como ¿Quién permite los asentamientos ilegales? ¿Cuántos hay? ¿Qué pasa con los tres agresores que tenían orden de expulsión? ¿Quién es responsable de que siguieran en Pamplona? ¿Cobraba alguno alguna ayuda? ¿Qué hace la Delegación del Gobierno al respecto? ¿Cuánta gente hay en Navarra con orden de expulsión sin ejecutar por dejadez? ¿Cuántos delitos comete gente con orden de expulsión? Dicho esto, la culpa no es tanto de este vago irresponsable, sino de quien le asignó semejante responsabilidad. Y no me refiero solo al alcalde, sino a quien, en cumplimiento de las órdenes de Santos Cerdán, entregó la Alcaldía de Pamplona a EH Bildu para que pusiera a elementos como el reseñado al frente de la seguridad de Pamplona.
Álvaro Bañón es economista.



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