viernes, 7 de noviembre de 2025

Iruñea imparable, ¿hacia dónde? (Sarobe)

Fotomontaje con una imagen de la presidenta de Navarra, María Chivite, y una rata sobre una vista del centro San José. NAVARRA.COM
Mientras lo más jugoso de los presupuestos se destina a chiringuitos aberchales, a nuestros discapacitados se los comen las ratas, consecuencia del bolseo de Bildu.

Iruñea imparable, ¿hacia dónde?

Manuel Sarobe DN 05/11/2025
Bildu nos está dejando una Pamplona preciosa. Quienes estén al tanto de la actualidad iruindarra habrán advertido la ironía que destila esta frase. Y es que, de un tiempo a esta parte, no paran de acumularse noticias negativas sobre esta ciudad gobernada por los abertzales. Repasemos algunas de ellas.

Comencemos por la proliferación de ratas. En Lezkairu, estos roedores tomaron las casetas de una colonia felina en un solar municipal; abundan en el barrio de San Jorge, donde llegaron a acceder a un colegio público; también pueblan los invernaderos de Aranzadi y el entorno de Vistabella, en la Taconera, aunque el episodio más espeluznante, sin duda, es la mordedura en cara, pies y manos a un discapacitado residente en el centro público San José. 
Urge un Flautista de Hamelín que se lleve a los bildutarras, pues esta plaga se debe mayormente al “bolseo” provocado por los contenedores inteligentes que precisan de una tarjeta para su apertura implantados por la Mancomunidad, en manos de Bildu, expedientada por la Agencia Española de Protección de Datos por incumplimientos “muy graves”.
Así están las orillas del Arga. Pasa, si te atreves
Especial atención merece la seguridad ciudadana. Acaba de conmocionarnos otra violación grupal. Sorprende la tibia respuesta de políticos y ciudadanos, muy alejada del tsunami de indignación que desató la perpetrada por la manada sanferminera. ¿Hemos de resignarnos a que estos terribles hechos formen parte de una nueva normalidad? Los violadores no debieron de leer los carteles que anuncian que Pamplona no tolera las agresiones sexistas, colocados por los hipócritas de Bildu, que se negaron a corregir la Ley del Sí es Sí que redujo condenas y excarceló a violadores y pederastas. ¿Se puede repudiar las agresiones sexistas y favorecer al mismo tiempo a los agresores sexuales?

Qué no decir de los diarios sucesos en el ruinoso edificio de la antigua Ikastola Jaso, de los que Abaurrea culpa a la tardanza de los jueces en ordenar su democión, y cuya resolución final endosa al Gobierno de Navarra. O de los narcopisos de la calle Tejería: “Lo mismo te sacan un cuchillo al grito de ‘Hoy voy a matar a alguien’ que tiran excrementos por la ventana o se pasean a las 4 de la madrugada con la música a tope y un altavoz portátil. Son habituales -casi diarias- las broncas entre drogadictos, las peleas y los gritos, la basura acumulada en portales adyacentes, las amenazas solo por pasear el perro y ‘habernos mirado mal’… Los municipales, cuando vienen, apenas se enfrentan. El resto de cuerpos de seguridad dicen que llamemos a los municipales”, escribía una vecina en este periódico.

En este Far West en el que se está convirtiendo Pamplona, la delincuencia tiene un alto componente de extranjería, circunstancia que las autoridades suelen ocultar por aquello de no estigmatizar. Si quieren enterarse de lo que realmente pasa aquí, hablen en confianza con alguno de los agentes que patrullan la ciudad.

En urbanismo, no podemos olvidar la chapuza del antiguo colegio de Santa María La Real. Para que los Hermanos Maristas hicieran caja se permitió incrustar dos bloques de viviendas en el patio de un inmueble supuestamente protegido que albergará unas VPO, todavía no iniciadas, con las que se culminará el chandrío, pues ello pasa por elevar dos plantas más la maltratada obra de Eusa.

En materia fiscal, han disparado la contribución urbana.

En lo tocante a movilidad, destaca la pifia de la carretera de la Universidad, asunto en el que Asiron, además de liarla parda, ha evidenciado su escasa cultura democrática al negarse a dialogar con los alcaldes de las localidades vecinas afectadas por ese circuito de karts que ahora acoge la vía.

Aumenta la mendicidad, y este medio informa regularmente de familias con menores viviendo en la calle, donde un sintecho ya murió de frío. Añadan la anciana que apareció agusanada en un apartamento tutelado para el Ayuntamiento tras llevar semanas muerta. Todo esto, eso sí, con el consistorio más social del mundo mundial.

Y, por si ello fuera poco, vuelve la kale borroka. Las hordas vestidas de negro que invadieron el campus universitario no eran romeros entunicados peregrinando a Ujué sino 'aberchándales' que nos recuerdan el verdadero ADN de quienes nos desgobiernan.

Pero el Ayuntamiento no nos pregunta por nada de lo anterior. Sí, en cambio, por los toros en San Fermín. Permítanme un dato al respecto; el mes pasado intenté reservar un par de abonos. ¿Saben cuántos quedaban disponibles en tendido? Ninguno. Esto no sucede en ninguna plaza del mundo.

Pues ya ven; ratas, delincuencia, despropósitos urbanísticos, alta fiscalidad, caos circulatorio, mendicidad, kale borroka… marcan esta legislatura de Joseba Asiron Sáez. Releo el programa de Bildu para comprobar si esto era lo que prometieron. Su lema fue; “Iruñea imparable”. Imparable… ¿hacia dónde? Reviso también el del PSN, responsable último de este desaguisado; “La Pamplona que quieres”. Pues no, Marina Curiel, yo no quiero esta Pamplona. Tampoco este PSN, felpudo de los herederos de ETA. Que nadie se equivoque; Pamplona es y seguirá siendo una ciudad maravillosa que sobrevivirá a la pesadilla de Bildu, a nada que votemos con un poquito de cabeza, claro.
Manuel Sarobe. Notario.

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