Iracheta, Leoz (Navarra) Fot. Alberto Villaverde. 1984 ("Prohibido aparcar") |
Hace unos meses me llegó la noticia de que en alguna ermita de la Valdorba había un capitel en el que la Virgen pisaba a una Serpiente, entre cuyos anillos había algo parecido a una "máquina fotográfica sujeta a un trípode".
Espoleado por el misterio, me enteré de que la fuente de la noticia estaba en "Crónicas Valdorbesas", de Juan de Cataláin (“Tilín, Tilón", nº3, 1995).
Gracias al buen hacer del Maestre del Gran Consejo de la Orden del Cuto Divino, aquí tenéis esta maravillosa crónica que, por su extensión, distribuiré en tres días consecutivos.
CRONICAS VALDORBESAS por Juan de Cataláin
De por qué, durante cuarenta años, no se hicieron fotografías en la Valdorba
Echano 1931 AGN |
Todavía no entiendo cómo pude pasarlo por alto durante tanto tiempo. Han sido 37 años de estudios e investigaciones y más de 40 tratados sobre la historia de la Valdorba y apenas ahora -cuando me planteaba la posibilidad de dejar de escudriñar en las entrañas de este valle y dedicarme solo a la placentera lectura de los novelistas del siglo XX, a quienes he tenido injustamente abandonados-, me he dado cuenta de un hecho que me ha obligado a volver sobre mis papeles, sobre los archivos de todos los ayuntamientos, concejos y parroquias, sobre libros y sobre lo que finalmente me ha aportado un mayor volumen de información de toda esta historia: los testimonios de los valdorbeses más viejos. Tampoco han sido ajenos al hallazgo el libro de cuentas del albañil Pedro Echenique ni algunas notas confusas del obispo de la diócesis en aquel año de 1843.
Iglesia, frontón, hórreo |
Pero lo que más me avergüenza de mi descuido -de no haber constatado para la historia local esta inmensa laguna temporal, sufrida en uno de los avances científicos más importantes en la historia de la humanidad- es que tuve frente a mí la clave del enigma, del porqué, docenas de veces. Y todas ellas, además, reparé en ella aunque, a lo que se ve, con poca atención.
Hórreo Fot. Alberto Villaverde 1984 |
El citado capitel tiene esculpida una representación de la Virgen, que pisa el cuello de una serpiente en cuyos anillos retiene lo que parece ser una vieja máquina fotográfica sujeta a un trípode. Tan singular relieve ha llamado mi atención cada vez que he examinado la ermita, pero nunca supe hallar una explicación convincente a su presencia, hasta que he ido atando los cabos del enigma de la falta de fotografías sobre la Valdorba antes citado.
Fue la casualidad la que puso en mis manos el libro de Carlos Cánovas, "Apuntes para una historia de la fotografía en Navarra". La gran profusión de ilustraciones de sus páginas me hizo preguntarme si tal vez alguna correspondería al valle objeto de mis múltiples estudios, pero ninguna tenía nada que ver. Y a partir de ese día me rondó por la cabeza la idea de que no sabía de la existencia de ninguna foto correspondiente a los albores de este arte, a la vez que me preguntaba qué significaba el capitel de la ermita de Santa Emeteria, esculpido alrededor de 1843 y que ya entonces adquiría en mi mente significados premonitorios.
A partir de entonces, la búsqueda de una explicación a ambos fenómenos me ha llevado de archivo en archivo y de casa en casa —de asilo en asilo muchas veces— hasta que he logrado construir la historia que ahora resumiré. Sí quiero, antes de iniciarla, advertir que los datos en los que se basa no siempre están contrastados y que la memoria de los viejos, fuente fundamental en este caso, es quebradiza y, en todo caso, recuerda lo que éstos escucharon de sus abuelos.
Continúa en Crónicas Valdorbesas (2). Llega un viajero
3 comentarios:
Qué buena historia Pachi, apasionante, tendremos que pensar, ahora que está de moda, que son los extraterrestres quienes pusieron es imagen allí, no?
Muy buena, Pachi.espero con ansiedad la continuación de esta historia.
Navrazon desde Ibiza.
Has dejado mi curiosidad malherida, espero que te apiades de nosotros y des rendida cuenta de tus conocimientos para satisfacer nuestra ansiedad. Un abrazo
Siento abusar de vuestra paciencia, pero en 36 horas todo lo que yo he aprendido con esta historia estará a vuestra disposición. Gracias por vuestra ansiedad
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