jueves, 8 de julio de 2021

San Fermín, de gala y por dentro

Sustituyendo la "capa de diario" por la "de gala". Teca ovalada, a través de la puerta posterior
El día 5 de Julio, los miembros de la Corte de San Fermín llevan a cabo el tradicional, pero poco conocido, acto de cambiar la capa de "diario" del santo por la "de gala", que la efigie luce durante las fiestas de Pamplona, del 6 al 14 de julio.
El objetivo de este cambio de capa es poner al santo "todo lo guapo que es" y colocarle "las mejores galas para recibir a todos los visitantes que vienen de la propia Navarra, de toda España y del mundo entero" (Enrique Bretos, de la Corte de San Fermín)
Enrique Bretos lleva la capa de gala para sustituir a la de diario

Imagen de San Fermín
La imagen de San Fermín consiste en una talla de medio cuerpo en madera policromada de finales del siglo XV. Se trata de una imagen relicario, ya que en su pecho alberga una teca ovalada que contiene diferentes reliquias del Santo, traídas desde Amiens. 
Teca pectoral ovalada con reliquias
Con el paso de los siglos la talla fue enriqueciéndose con añadidos argénteos. 
Así, en 1572, el platero de Olite Hernando de Oñate el mayor, labró un relicario de plata para colocar en el pecho, compuesto por una cartela de cartones y cueros retorcidos, como atestigua la marca de autor presente en la misma "Hº/OÑATE". 
Posteriormente, en 1687, se revistió a la imagen del Santo con un manto o capa pluvial de plata, con un coste de 1.936 reales, que fue pagado por el regimiento (Ayuntamiento) pamplonés, oculta bajo el manto de tela que habitualmente porta, articulada por medio de ocho piezas que se unen entre sí, con decoración de elementos florales. 
Y finalmente, en 1746, también a instancias del ayuntamiento de la ciudad, se ejecutó la peana de plata con añadidos dorados, sobre la que se asienta el Santo. Diseñada por el platero y grabador zaragozano Carlos Casanova y labrada por el artífice pamplonés Antonio Ripando, está articulada por medio de una base trapezoidal sobre la que asienta una sucesión de cuerpos cóncavos y convexos con una rica decoración de elementos vegetales que enmarcan en los frentes cartelas ovales con el escudo de Pamplona, en los cuerpos inferior y superior, y escenas de la vida de San Fermín en el medio. En los ángulos de la peana, de perfil mixtilíneo, se sitúan ángeles y querubines fundidos de metal dorado, que responden a un añadido posterior, y rompen y afean la estructura de la pieza.
Manto o capa pluvial de plata
Habitualmente la imagen de San Fermín porta un báculo y una mitra de plata dorada y pedrería. 
El primero es obra de Hernando de Oñate el mayor, el mismo que ejecutó el relicario del pecho, como podemos ver por su marca punzonada en el mismo. Está formado por un varal cilíndrico sobre el que apoya la macolla, en forma de templete hexagonal, articulado en los frentes mediante hornacinas que albergan las figuras de los Apóstoles: San Pablo, San Bartolomé, San Andrés, San Simón, Santiago el Mayor y Santiago Alfeo, separadas entre sí en las aristas por costillas vegetales que recorren de manera vertical toda la estructura del templete alterando sus líneas arquitectónicas. De la macolla parte la cabeza del báculo, en forma de voluta con decoración de elementos vegetales, que enmarcan en la rosca la figura de un pastor, situándose en el exterior de la misma seis ovejas, alusivo a la labor del Obispo como pastor del rebaño de fieles. 
Mientras que la mitra habitual es de latón dorado y pedrería, realizada en el siglo XVIII, con una abigarrada decoración de elementos vegetales que la recubren por completo, situándose en los perfiles de la misma una crestería de flores de lis.

Cuatro mitras
¡Qué elegante está Fermín con la mitra de Pelegrín!
Hasta el 16 de Junio de 2014, San Fermín disponía de tres mitras. Las tres fueron recibidas en un plazo de sólo 11 años.
La más antigua data de 1767. es la única de tela, concretamente de seda, y está bordada en oro. Fue un rega­lo enviado desde Madrid por María Teresa Palomino, seguramen­te para agradecer algún favor. Se conserva en el museo de la propia parroquia de San Lorenzo.
1767, museo parroquia                  1776, procesión                          1777, capilla 
En 1776, procedente de México, llegaron a Pamplona una mitra y un báculo enviados por Felipe Iriarte, natural de Alcoz. La veci­na María Fermina Ciriza la entre­gó en el Ayuntamiento, tal y como contaba en un articulo el anterior archivero municipal. José Luis Molíns. En una carta, Iriarte explicaba que había sido elaborada en Cantón y enviada luego has­ta Acapulco, por lo que los des­perfectos tuvieron que ser reparados en Pamplona por el platero José Jiraud. Es la que luce el Santo en la Procesión.
Calle Mayor Procesión 2015
La tercera mitra, la que habitualmente luce el Santo en la ca­pilla de la Iglesia de San Lorenzo, la donó en 1777 el entonces obis­po de Pamplona Juan Lorenzo Irigoyen y Dutari, natural de Errat­zu.
Y la cuarta, elaborada por Pelegrín, fue entregada el 16 de junio de 2014. Fue también resultado de una donación: un navarro, afincado en Madrid (ver 5º comentario) y que acababa de falle­cer, había dejado escrito que una parte de su herencia (alrededor de 20.000 euros) tenía que destinarse a elaborar una nueva mitra para San Fermín.

Foto de Pío Guerendiáin. Autoevaluación
¿Cuál de las 4 mitras lleva en esta soberbia foto de Pío?
¿Qué reliquia ves en la teca pectoral?
¿Cuál de las capas lleva?
¿Tiene estola?
¿Qué significa báculo?
Tu opinión sobre los angelotes de la peana
¿Cuántos kilos calculas que lleva cada portador?

Gentileza de Pío Guerendiáin

Fuente: Cátedra de Patrimonio y Arte Navarro y Blog Desolvidar

5 comentarios:

Carmelo dijo...

Jolín, Pachi. Sin previa convocatoria, no sé si es justo que nos hagas semejante examen....ja, ja, ja.

Carmelo dijo...

Qué buena y completa entrada. Todo lo que nos enseñas y con qué detalle, es bárbaro.
Muy buen trabajo, Pachi, genial.
Nabrazon

desolvidar dijo...

Es para que los profes jubilados no perdamos la costumbre. Ninguna dificultad, verdad?

Carmelo dijo...

Con tus explicaciones, ninguna, campeón.

desolvidar dijo...

Curioso e inquietante comentario que me ha llegado indirectamente:
"En líneas generales es una sinopsis correcta. El último párrafo, referente a la mitra confeccionada por Pelegrín, contiene un aserto falso: no hubo comitente anónimo de Madrid y sí encargo indebido desde Pamplona. De cierto, sólo autor y fecha."