lunes, 5 de julio de 2021

Cántico del Encierro: origen y ubicación

Encierro Hospital Militar. Altar, no hornacina en muro. Foto Damborena, 1974-75
¿Cuándo y dónde empezó el "Cántico del Encierro" ("A San Fermín pedimos...")? ¿Quién es su autor? (El Ayuntamiento -por respeto a Los Iruña'ko- debería corregir de inmediato lo que dice en su página) ¿Cuándo se puso la hornacina en el muro?

El Cántico, entre el 62 y el 81. Entrañable Joaquín
En 1962 un grupo de corredores, habituales de Santo Domingo, se colocaron ante una imagen de San Fermín que se había instalado en una ventana del antiguo Hospital Militar y entonaron el "A San Fermín pedimos", de Joaquín Zabalza. Desde entonces se canta por tres veces: a menos 5, menos 3 y menos 1 minuto, antes de que suene el cohete.

Origen del Cántico ("A San Fermín pedimos...")
El Cantico del Encierro es un añadido al Himno de la Peña la Única (música y letra de Manuel Turrillas) que Los Iruña'ko grabaron en Agosto de 1956, en San Sebastián con la Casa Columbia. La letra del añadido es de Joaquín Zabalza (en recuerdo de un amigo, Miguel Echenique, que había resultado herido en uno de los encierros de ese año). En cuanto a la música, Kike Los Arcos (acordeón) ha reconocido que no la inventó él, sino que la tomó de la calle.
Tras ver este vídeo, lo que dice el Ayuntamiento de Pamplona en su página  es una puñalada trapera al honor de Los Iruña'ko:
En el origen del cántico hay cierta confusión. Esto se debe a que sus autores y quienes lo hicieron mundialmente famoso no son los mismos. La autoría original recae en una cuadrilla de Pamplona de los años 50, pero fueron los Iruña’ko, grupo musical formado en 1954, quienes realizaron su versión y con quienes alcanzó la fama mundial hasta convertirse en himno de los corredores del encierro.
Estoy convencido de que el responsable de este párrafo no es el Ayuntamiento actual, sino que es una mina más de las varias que Asirón dejó sembradas por Pamplona y que se activó cuando en 2016 tiró el chupinazo el Tuli.
El Alcalde actual, Enrique Maya, debe, pues, corregirlo inmediatamente, ya que esa "cuadrilla de Pamplona"  no presenta ninguna prueba, trata a los Iruña'ko -los mejores embajadores que ha tenido Pamplona y Navarra- como mentirosos y ya fueron en su día (1997) rebatidos por el propio Joaquín Zabalza.

Lugar del Cántico
Comenzó a cantarse en 1962, ante un altarcillo con la imagen del Santo, el escudo de Pamplona y los de las Peñas, que las monjas de la Caridad (según Erviti y Manero, "un subteniente de Farmacia, de acuerdo con algunos mozos, compró esa imagen de San Fermín") instalaron en una ventana del Hospital Militar.
En 1978, en los graves incidentes de los Sanfermines de aquel año, un grupo apedreó el Hospital Militar y la imagen de San Fermín desapareció. Cuatro mozos de las peñas compraron otra imagen y la volvieron a colocar en el antiguo Hospital Militar, donde presidió el Cántico hasta 1981, incluido.
En 1982 el Ayuntamiento preparó una hornacina en el muro de enfrente. Durante los Sanfermines, en la hornacina se coloca y se retira cada día la imagen del santo. Esa imagen, la de los encierros, se guarda todo el año en el domicilio de uno de los mozos que compró la imagen. Solo se deja durante los Sanfermines en la Casa Consistorial, desde donde sale todas las mañanas antes del Encierro. La viuda de uno de los mozos que compró la imagen es, en los últimos años, la encargada de llevar al santo, del 7 al 14 de julio, en torno a las 7.15 horas, desde el Ayuntamiento hasta la hornacina.

Desde 2001, durante el resto del año, una réplica municipal de la imagen está siempre en la hornacina de la Cuesta de Santo Domingo, protegida de las inclemencias (y de los gamberros) por una puerta de cristal. El 5 de Julio retiran imagen y puerta y el 15 (después del encierro de la villavesa) las vuelven a poner hasta los Sanfermines siguientes.
El jueves, 05.07.2018,  a las 8.30 de la mañana, fue retirada la réplica de la imagen
El Cántico, en batúa
Año tras año, el Cántico del Encierro se fue dándose a conocer y a partir de 1981, con la llegada de las retransmisiones en directo por televisión, alcanzó la fama. Fue el momento de ir introduciendo coletillas en euskera hasta que en 2009, justo en la despedida de Javier Hermosilla (pincha, es todo un documento). se cantó también traducida parasitariamente al batúa. Y digo "parasitariamente", como diría si a alguien se le ocurriera hacer una traducción al español del "Boga, boga" (que la hubo) o de la canción del Olentzero (por cierto, parasitaria también del éxito del Uno de Enero).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La versión en batúa, además, como no se la sabe nadie, la ponen en unos cartones que levantan oportunamente cuando toca, para que los de San Sebastián de los Reyes y Vinarós puedan hacer como que son de "Errotxapea" (estos tampoco se la saben pero miran de soslayo). El resultado es muy curioso de ver si uno consigue sobreponerse a la vergüenza ajena.
En fin..
A.A.

Carmelo dijo...

Muy bueno Pachi, cada cosa en su sitio, menos mal que estás con tu capote toreando y dejando en su sitio a estos bocachanclas que pretenden permanentemente cambiar la Historia.
De qué manera el doctorcito manipula y ensucia la historia,le da igual, todas son buenas para ensuciar las, lo grave de todo esto es, que vaya de Dr. en Historia y actúe como un auténtico mamarracho.
Gracias, Pachi, buen trabajo, cada cosa en su sitio y los honores para quien se los ha ganado.
Navrazon

desolvidar dijo...

Es una pena que "los de siempre" sigan estropeando Pamplona, parasitando (en vez de ser originales) el Cántico del Encierro y arrebatándole su autoría a Joaquín Zabalza sin presentar ninguna prueba y después de haber sido rebatidos personalmente por el propio Joaquín.
Gracias por vuestro comentarios