lunes, 12 de julio de 2021

Historia del Encierro

"Toros en el Mochuelo" Prudencio Pueyo h.1890. Numeroso público bajaba al Sario o Sadar
Mientras la Plaza del Castillo fue plaza de toros (hasta 1843), el encierro salió de las inmediaciones del Portal de la Rochapea y entró por Chapitela.
Cuando, en 1844, se hizo la primera plaza de toros, estos empezaron a entrar, directamente desde el Sario, por el Portal de San Nicolás.
En 1856 se corrió por primera vez delante de los toros por la Estafeta

Definición de "Encierro" 
Desde 1899 se comenzaron a desencajonar
los toros andaluces y castellanos
En términos taurinos se refiere al hecho de "encerrar" los toros en la plaza donde se celebrará la corrida. 
Hoy se trata de una maniobra simple: se desencajonan los astados en el ruedo o corral apropiado, abriendo las cambretas embarcadas en la dehesa.
Antiguamente, en cambio, constituía la última etapa del traslado de las reses bravas desde la ganadería originaria; complemento del encierrillo, con las luces del amanecer se conducían mansos y toros, atravesando la zona habitada hasta la plaza pública, convertida en coso.

Pamplona, estatus especial
Empalizada del corralillo. Altadill
En Navarra persistió la tradición, tolerada por las autoridades estatales y, para Pamplona, especificada en el artículo número 46 del vigente Reglamento taurino, se conserva el encierro en su primitivo aspecto, que reproduce la ancestral “Entrada” al núcleo poblacional. El artículo 46 del dicho Reglamento dice: 
«Queda prohibido en absoluto se corran toros o vaquillas ensogados o en libertad por las calles y plazas de las poblaciones. Los Alcaldes, bajo su más estrecha responsabilidad, cuidarán de la eficacia de esta prohibición». «No obstante lo prevenido en el párrafo anterior y dado su carácter tradicional, podrán permitirse los encierros de Pamplona, en las condiciones que hoy se celebran, así como otros de análogas características de tradición».  
1867, Encierro legal
1910 ca salida desde el Portal
Los cornúpetas transitan a la carrera por calles y plazas, acompañados y precedidos por corredores. 
Un jinete iniciaba la carrera, a su vera cabalgaba un empleado municipal tocando el cornetín, seguían a corta distancia toros arropados por mansos, manejados por pastores. 
Hacia el último tercio del siglo XIX los jinetes fueron reemplazados por mozos lugareños, convertidos en guías de las reses bravas. 
El progresivo aumento de estos corredores obligó a dictar disposiciones prohibitivas, ordenadas por los respectivos ayuntamientos.
Aunque cada pueblo navarro siempre resalta las peculiaridades de su propio encierro, no hay duda que el de Pamplona ha sido el único que ha cobrado fama internacional. Número cumbre de los Sanfermines, no era antiguamente una representación genuina de las fiestas, ni un acto oficialmente organizado. Suponía un quebrantamiento de la Ley que se impuso a través de los siglos hasta que las autoridades cedieron en 1867, al dictar las primeras Ordenanzas sobre el encierro, con las que se le aceptó legalmente. 

De la dehesa a la Plaza
Toros navarros en los corrales del Sario a
principios del XX (Foto Fidel Veramendi)
Desde tiempo inmemorial y hasta mediados del siglo XIX, el ganado que se lidiaba en los Sanfermines pertenecía, salvo raras excepciones, a ganaderías navarras. 
Aquellas reses bravas se traían desde la dehesa, por caminos, hasta las proximidades de la ciudad.
Hasta la noche anterior de la corrida, los toros pastaban en sotos próximos a Pamplona. Así en el siglo XVI existen datos del aprovechamiento de las hierbas del soto de Salinas. En el siglo XIX pastaban en los sotos de Mutilva y la Cadena (San Juan), hasta 1893 en que se acomodaron en un gran corral de piedra (en el que se instalaron pesebres y puertas) construido en el soto del Sadar o Sario.

Portal de la Rochapea, salida tradicional del Encierro
Corralillo Santo Domingo 1985 Mena 
En la segunda mitad del siglo XVIII (1750) las reses "se entraban" dentro del recinto amurallado y se acubilaban (recoger el ganado en el cubil) en las proximidades del portal de Rochapea. 
El día de la corrida, «a la hora del alba», partía la torada del Sario conducida por un pastor a caballo y varios más de a pie. Lentamente enfilaban por el camino de Esquíroz (actual Calle Esquíroz) hasta la Vuelta del Castillo, siguiendo por las proximidades de la Puerta de la Taconera y por el antiguo campo de San Roque hasta la Cuesta de la Reina. Bajada ésta, ascendían hasta el portal Nuevo, y por la Bajada de las Tenerías alcanzaban el corralillo de la Rochapea, hoy oficialmente llamado de Jus la Rocha, desde donde salían a las seis de la mañana -la hora del Encierro- hacia la plaza de toros.
Desde el siglo XIV hasta 1843, inclusive, el encierro subió, desde el Portal de la Rochapea, por Chapitela, hasta la Plaza del Castillo.

Por el Portal de San Nicolás
Tres momentos entrada Plaza Vieja
A partir de 1843, en que se celebró la última corrida en la Plaza del Castillo, durante varios años la manada entró -directamente desde el Sario- por la puerta de San Nicolás (actual iglesia de los P.P. Redentoristas en calle San Ignacio):
    -Desde 1844 hasta 1847, los toros entraron por el portal de San Nicolás hasta la primera plaza de toros estable que se construyó en Pamplona, situada en donde hoy está el Teatro Gayarre y terrenos próximos.
    -En los años 1850, también entraron los toros por el portal de San Nicolás, pero en vez de girar a la derecha lo hicieron hacia la izquierda, hasta la plaza del Vínculo, en donde se instaló una plaza de toros portátil.
Final de Estafeta Rouzaut
    -
En 1852 se inauguró la plaza de toros “Vieja”, en el mismo sitio en que se construyó la primera y que tal mal resultado dio. Por inercia continuaron entrando las reses por el portal de San Nicolás hasta 1855 ambos inclusive. 

Por Estafeta
En 1856 se corrió por primera vez delante de los toros por la Estafeta. Aquellos encierros desde el portal de Rochapea continuaron celebrándose hasta 1860.

De nuevo, por el Portal de San Nicolás
Desde 1861 las toradas entraron nuevamente por San Nicolás, a pesar de que la mayoría de los pamploneses pedían encierros a la antigua usanza, desde el Portal de Rochapea. 

Definitivamente, desde Rochapea
Por Espoz y Mina, a la Plaza Vieja
Y es a partir de 1867 cuando definitivamente se llevaron. El recorrido tradicional tiene una longitud de 825 metros y discurre desde los corralillos habilitados en la cuesta de Santo Domingo (antiguo baluarte de la Rochapea) por la Plaza del Ayuntamiento, calles Mercaderes, Estafeta, 
     -giro de 90º a la dcha y, por Espoz y Mina (hoy Duque de Ahumada), a la Plaza Vieja (hasta 1921) 
     -y desde 1922, arranque de Amaya (Telefónica), entrada al Callejón y Plaza de toros actual..

Sin Encierros
Aparcamiento Corrales del Gas
En 1848 no se celebraron los Sanfermines por motivos políticos; tampoco en 1849 hubo corridas porque el coso taurino, construido hacía cinco años, amenazaba ruina. 
La contienda civil también provocó su suspensión en los años 1937 y 1938.
También se suspendieron a raíz de los incidentes del 8 de julio de 1978, compensados con la celebración de Encierros y Corridas en San Fermín Chiquito de ese mismo año. 
En 2020 y 2021, el motivo ha sido la pandemia causada por el Coronavirus.

Bibliografía
L. del Campo, Historia del Encierro de los toros (1980)
J.J. Arazuri, Historia de los Sanfermines (Pamplona, 1984). 
J.L. Larrión Coplas de San Fermín, Caja de Ahorros de Navarra.

1 comentario:

Pérez de Zabalza dijo...

Interesante recopilacion de nuestros encierros