viernes, 5 de febrero de 2021

Casino Eslava: falló el balcón (por exceso de aforo)

El basamento del 3er piso se dobló 90º sobre su eje de apoyo a la estructura del edificio
Cía Úriz, Julio
Hundimiento del balcón del Casino Eslava en la Plaza del Castillo.
1937, octubre, 28
Anotación: `Este balcón, como los otros, se encontraba lleno de gente presenciando el desfile con motivo de la llegada a Pamplona de las Brigadas de Navarra, una vez terminada la Campaña del Norte. Resultaron muertas dos mujeres, nueve heridos y seis u ocho contusionados` (AMP).

Llama la atención la presencia de sacos terreros en el rincón del Casino Eslava (también en el de la Jacoba, La Perla...). Navarra (Pamplona, Tudela, Lumbier...), no siendo frente de guerra ni zona de combate, fue bombardeada cinco veces durante la Guerra Civil; 38 navarros (18 varones, 14 mujeres, 5 niños, y alguien, de unos 28 años, desconocido) perdieron injustificadamente la vida y centenares resultaron heridos; los muertos ya tienen, por fin, nombre y apellido; y, aunque sea tantos años después, deberíamos tener un recuerdo para ellos.
Estación de autobuses (ver en Face). Foto Sebastián Taberna
Viernes 29 de octubre de 1937
Trágico accidente. Dos señoras muertas y 9 heridos menos graves.
Ayer, a cosa de las cinco de la tarde, cuando se iniciaba un desfile en la Plaza del Castillo sobrevino de pronto el hundimiento del basamento del balcón el tercer piso del Casino Eslava que estaba cargado de gente como los de todas las casas de dicha Plaza.
Algunos, por suerte suya, porque les dio tiempo el accidente de apercibirse de lo que ocurría, se agarraron instintivamente al barandado del balcón, que les aguantó con solo doblarse, y así colgados en el espacio permanecieron cuanto pudieron hasta que se les recogió por unos cuantos decididos socios del Casino ascendiéndoles por los brazos; pero otros, desgraciadamente, dos señoras y un niño de unos 12 años, cayeron por el hueco, rebotaron en el toldo que estaba extendido a la altura del primer piso y cayeron con gran estrépito a la calle donde, por estar llena de público, no ocurrieron más desgracias de verdadero milagro.
Las dos mujeres que cayeron pesadamente al suelo, dejaron de existir -si no instantáneamente- cuando se les conducía a la casa de socorro, a dónde llegaron cadáveres, y el chico, por suerte suya, salió con vida de milagro; es más, ni siquiera fue asistido en la citada casa. Y es que al caer sobre el toldo el chico se agarró a la tela y allí permaneció algunos segundos gateando sea que al fin cayó a la calle, sin fuerza apenas y desde luego de pie, lo que le libró de fracturarse el cráneo como les ocurrió a las 2 infortunadas señoras que le precedieron en la caída.
Estas son Martina Ichaso y Gómez de Segura, de 40 años, casada y residente en Estafeta 77 segundo y doña María Teresa Quintana, 33 años soltera, natural y vecina de San Sebastián, en San Marcial 7 bis 3º que había llegado por la mañana a esta ciudad.
Y los heridos, a los que se les prestó asistencia en la Casa de Socorro son los siguientes:
Margarita Rubio, de 40 años, de una herida cortante en la cara posterior del muslo derecho, de 12 cm de extensión y erosiones en la pierna izquierda de pronóstico reservado.
T. I. de 33 años, herida contusa en el frontal con separación de bordes de 5 cm de extensión de pronóstico reservado.
Gaspar Zirzano, de 35 años, de herida contusa en la pierna izquierda y erosiones en la pierna derecha de pronóstico leve.
Felícitas San José, de 40 años, de herida cortante en la muñeca derecha, pronóstico leve.
Manuela Donázar, de 20 años, de heridas inciso cortantes en dos dedos de la mano izquierda y pronóstico leve.
Julián Ripa, de 40 años, herida cortante en la mano derecha de pronóstico leve.
Dolores Zaragüeta, de 42 años, de erosiones y hematomas en la rodilla izquierda y hematoma en la región occipital de pronostico leve.
Luisita Soriano, de 9 años de heridas contusas en cuero cabelludo, de pronóstico leve; y Juan Aramburu de 49 años, vecino y alcalde de Cestona, de heridas en ambas manos, de carácter leve.
Este señor fue quién identificó a la señorita donostiarra, con la cual se encontraba cuando ocurrió el imprevisto y triste suceso.
Además hubo seis u ocho contusionados más a los que se asistió en el propio Casino y fueron curados después en sus respectivos domicilios.
Y no hubo más desgracias porque el basamento del balcón, aunque totalmente doblado, no cayó sobre el 2º piso (ver detalle), ni se desprendió el barandado en el que quedaron colgadas y asidas varias personas.
Poco después de ocurrir el triste suceso se constituyó el Juzgado para realizar una inspección ocular, verificada la cual, la Junta del Casino, hondamente afectada por lo ocurrido, dispuso el cierre de los locales en señal de duelo.
No hay para qué decir que el suceso produjo gran impresión en la muchísima gente que se dio cuenta en el acto de lo que ocurría y que todo Pamplona, por las circunstancias especiales en que esto ocurría es con nosotros a lamentar profundamente el trágico accidente que tan fatales consecuencias ha tenido para dos familias muy estimadas, a las que muy de veras acompañamos en su dolor, al propio tiempo que expresamos al Casino Eslava nuestra condolencia.
Magnífico reportaje del NO-DO sobre el homenaje a las Brigadas de Navarra en Pamplona:

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Preciosa crónica del triste suceso, apenas recogido en los libros, como los bombardeos.
Gracias por hacernos desolvidar.
Pablo

Anónimo dijo...

Por ciento, muy curiosa la imagen del capuchino conversando con unos requetés, paraguas al cinto.

Carmelo dijo...

Qué gran recuerdo, Pachi, máxime en el momento en que ocurrió, la guerra civil, con la llamativa inagen de los sacos terreros.
Muy buena entrada.
Navrazon