¿Por qué la RAE no acepta "desolvidar"?

Para recordar y desolvidar, salir de la caverna y empaparse de verdad (αλήθεια)

Desolvidar y recordar

Recordar es extraer de la memoria algún archivo que tenemos en ella. Pero cuando ya no está ese archivo, no hay más remedio que desolvidar. 

Las fotos ayudan a recordar. El revelado se asemeja a desolvidar.

Este blog se llama "desolvidar". Un término que ni siquiera es aceptado por la Real Academia. Han admitido "almóndiga", "videojuegador", "toballa", "culamen", "asín", "otubre", "vagamundo", "descambiar"... ¿Y no me aceptan "desolvidar", "desolvido"...?

No le encuentro la explicación. 

Quizás piensen que ya tenemos la palabra recordar. Pero recordar y desolvidar no son lo mismo

Desolvidar es Alicia

El revelado se asemeja a desolvidar

Hay algunas mujeres (hay tb algún Alicio) que tienen la suerte de llamarse así. Su nombre proviene del griego antiguo Αλήθεια (alétheia), que significa "verdad". El nombre se popularizó con Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll.

Para los filósofos griegos, desde los presocráticos, αλήθεια es el desvelamiento, desocultamiento del ser. Idea que puso de actualidad Heidegger.

Si nos fijamos bien, la "a" inicial de α-λήθεια es un  alfa privativa ("des", en español). Mientras el otro elemento -λήθεια- da origen a la palabra "letargo", "velado", "olvido". Y cuando se "des-olvida" es como cuando se revela una fotografía. Ese momento mágico en el que empieza a verse la imagen latente que estaba ahí, pero que aún no se podía ver. Había que despertarla. Eso es desolvidar: revelar, desocultar, despertar... lo que se había olvidado. Descorrer el velo del olvido.

Recordar

Las fotos ayudan a recordar

"Re-cordar" es, en cambio, volver a pasar por el corazón... para que nunca se olvide.

Cor, cordis es, en latín, el corazón, la sede, hoy del amor, pero antes también de la memoria. En el idioma francés quedan vestigios de esa vieja creencia: "apprendre par coeur": "aprender por corazón", aprender de memoria, memorizar.

Se recuerda lo que no se ha olvidado y porque no quieres que se olvide. Cuántas veces, paseando en soledad, ha venido a tu mente esa vieja melodía que aprendiste de niño y que te trae recuerdos entrañables. El mero hecho de poder volverla a tararear es garantía de que todavía está ahí y te pide que vuelvas a pasarla por el corazón porque forma parte de lo mejor de ti. "Recuérdame, no me olvides", es su mensaje.

Desolvidar a Francisco de Val

Para cuando empecé con el blog (2008) ya me había dado cuenta de que el autor de las canciones que más me emocionaban desde la infancia estaba sumido en el más cruel de los olvidos. Luego me enteré de que no había tenido ni siquiera una lápida donde caerse muerto y de que en el pueblo donde nació pocos sabían que era paisano suyo.

Preguntaba a Google por Viajera, Sierra de Luna, Campanitas de la aldea, Qué bonita es mi niña... y como mucho me respondía: "F. de Val". Y digo "como mucho", porque algunas ya figuraban a nombre de otro autor.

Inmediatamente bauticé a este blog con el nombre de Desolvidar y en colaboración con José Ramón Gaspar, hemos ido sacando del olvido a Paco, el herrador mediante un libro sobre su vida y obra, una página en Wikipedia y más de 150 entradas en mi blog dedicadas a él. 

Señores de la Real Academia, ya que no aceptan el término "desolvidar", "desolvido"... ¿qué alternativa  me ofrecen que exprese adecuadamente lo que se ha hecho con Francisco de Val?