7 de mayo de 1985: Renault 12 del teniente José María Izquierdo tras la explosión del kilo y medio de goma-2 colocado por los terroristas |
José Mari: verte pasear por Pamplona es una bofetada en las conciencias de quienes hoy ostentan el poder gracias al terror de ETA. Gracias por tu servicio, por tu lección diaria (desde 1985) de dignidad. Porque... la dignidad viaja por Pamplona en silla de ruedas.
«No se puede vivir en un odio permanente» (sería ponerse a su altura)
• El testimonio de una de las víctimas del terrorismo en la Comunidad Foral
J. Marrodán DN 05/04/1992
El día 7 de mayo de 1985, el teniente de la Policía José María Izquierdo Jiménez salió de su domicilio en el calle Monasterio de Fitero y se dirigió hacia su vehículo, un Renault 12 de color blanco, aparcado frente al portal de su casa. Eran las ocho y diez de la mañana y llovía con intensidad.
El teniente Izquierdo -después de corresponder al saludo de su mujer, que le despedía desde la ventana- abrió la puerta, se sentó, encendió el motor, metió la primera marcha y fue soltando el embrague. En ese instante, al pisar el acelerador, explotó una bomba compuesta por un kilo y medio de «Goma-2». José María Izquierdo salió despedido por la onda expansiva y cayó encima de la calzada, cubierto de sangre, y con las dos piernas y un brazo seccionados.
(9 de Mayo de 2019)
Casi siete años han pasado desde entonces. En la actualidad, sentado en una silla de ruedas, sin piernas, sin un brazo, el teniente Izquierdo mantiene intactas sus ganas de vivir. Su optimismo es envidiable. Algunos, comentando su caso, han dicho que hubiesen preferido morir antes que quedarse así. El, sin embargo, no tiene ninguna duda al respecto. «Otros han salido peor parados, porque ni siquiera están aquí para contarlo», sentencia.
Es la filosofía de este hombre, que prefiere mantener una .existencia discreta antes que salir en los periódicos o estar comentando todo el día lo que le ocurrió en aquella mañana de 1985.
-A veces, empiezo a hablar con alguien que no conozco y al cabo de un rato me pregunta: «Qué le pasó a usted». «Nada, que tuve un accidente», suele responder. Yo sigo siendo el mismo que antes del atentado. ¿Por qué iba a cambiar mi vida o mi forma de pensar? Aunque, si, resulta muy duro que alguien te tenga que ayudar para casi todo.
Desde aquel lluvioso 17 de mayo de 1985, el teniente Izquierdo ha vivido unido a una silla de ruedas, con dos incómodas prótesis que le llegan hasta bastante más arriba de las rodillas. Por eso, aquel kilo y medio de goma-2 colocado por los terroristas de ETA ha cambiado bastantes de los hábitos y las costumbres de este soriano de 52 años afincado en Navarra desde hace tres décadas.
José María Izquierdo aseguró desde el primer momento que perdonaba a sus agresores. Es muy contundente en ese aspecto.
-¿Perdonar? Siempre. No es posible vivir en un odio permanente. Además, me estaría poniendo a su altura. Eso no quiere decir que no desee justicia para esas personas.
Católico practicante, asegura que el trato frecuente con Dios le ha ayudado a sobrellevar su situación.
-¿Qué le dice a Dios?
-Le ofrezco mi situación. Le digo que quizá el que yo me haya quedado así pueda servir de algo. Recuerda, a pesar de la distancia, que sí había pensado alguna vez en la posibilidad de ser víctima de un atentando.
-Pero lo piensas como algo general, no como una cosa que te pueda tocar a ti. Después, nunca he soñado con el momento del atentado. Aunque, claro, siempre lo tengo presente, no me queda más remedio. Cuando hay cambios meteorológicos me duele bastante. Sudo mucho. Además, la explosión también me rompió los tímpanos. Oigo mal, tengo ruidos dentro de la cabeza.
Casado y con dos hijas, el teniente Izquierdo asegura que no puede estar sin hacer nada.
-No puedo estar sin hacer nada. Me levanto, desayuno hacia las nueve y leo. Leo muchísimo: periódicos, revistas, libros. También me gusta ver deporte por la televisión. Antes hacía mucho deporte. Jugaba a pelota, andaba en bicicleta... Hay que estar en esta situación para valorarla en su medida, para saber cuánto vale un centímetro más de piel. Irene Villa, por ejemplo, con todo lo mal que está, podrá andar con muletas. Ella tiene una rodilla, algo que no se puede pagar con todo el oro del mundo.
Sin el menor asomo de resentimiento, el teniente Izquierdo asegura que todas las atenciones que se han tenido con Irene Villa -"se merece eso y más»- habría que tenerlas también con las demás personas que han quedado en una situación similar.
-No hay que olvidar que el mismo día del atentado de Irene Villa fue herido también el comandante Villalobos, que incluso se ha quedado peor que ella... Yo no exijo nada. He tenido mala suerte y punto. Pero me duele que cuando sufrí el atentando, los políticos nos prometieron un montón de ayudas y luego, nada de nada.
Textos: Javier Marrodán
El Arbolico de Manuel
Muchos pamploneses creen que el primer castaño que florece en la ciudad es el Arbolico de San José, el del Bosquecillo.
El año pasado, por estas fechas, descubrí junto al Portal Nuevo otro castaño que se le adelanta un par de semanas y lo bauticé como el "Arbolico de Manuel", en honor a Manuel López González, un guardia civil de 23 años que sufrió un atentado mortal justo allí mismo, el 9 de Mayo del 78.
Este atentado fue el detonante de una espiral de tensión que culminó con la muerte de Germán Rodríguez.
45 años después, todo el mundo recuerda a Germán (08-07-1978), nadie a Juan A. Eseverri Chaverri (17-05-1978) y muy pocos a Manuel López González (09-05-1978), ambos guardias civiles. Por lo menos, Manuel tiene una placa en la calle Taconera y un arbolico, al lado, junto al Portal Nuevo.
Las muertes de los dos guardias (manifestaciones, detenciones...) convirtieron a Pamplona en un polvorín para unos Sanfermines que estallaron el día 8.
17.02.23 |
Bueno, pues hoy he pasado por el Portal Nuevo y he comprobado que ya han empezado a reventar los primeros brotes, con algo de retraso respecto al año pasado.
Por cierto, ¿sabéis cuándo cumple 83 años José Mari Izquierdo? El mismo día que entra este año la primavera: el 20 de Marzo.
3 comentarios:
Un gran reportaje que demuestra que José Mari Izquierdo es una excelente perdona. Memoria, verdad, dignidad y Justicia. Siempre con las víctimas del terrorismo.
Me alegro muchusimo de verle, mi teniente, porque fue UD mi teniente hasta que le pasó eso, y me alegro verlo, que dios le bendiga un abrazo.
Buenas noches. Me gustaría saber quien es Vd. Soy su hija mayor, Olga Izquierdo y seguro que le hará ilusión saberlo. Me puede contactar por privado. Gracias por su comentario.
Publicar un comentario